Esta película básicamente es una larga escena de acción. Y desde luego no le falta espectacularidad y ritmo. Además, los amantes de la saga quedarán satisfechos con las toneladas de imaginería Mad Max que contiene, por no hablar de Charlize Teron (que rapada está de lo más sexy) y del grupito de "reproductoras", que sin duda también alegrarán la vista a más de uno.

Y eso es todo. A la hora de desarrollar los personajes, no se han esforzado ni lo más mínimo. Quizás la parquedad de Tom Hardy pudiera resultar incluso apropiada, pero lo cierto es que en general no se nos da ni la más mínima posibilidad de conocer a los personajes. Sí, su look es seductor, pero son absolutamente planos, no hay evolución ni motivación, digamos que su dimensión dramática, por decirlo de alguna manera, no existe, y aunque tampoco se espere una gran profundidad, al menos deberías de poder simpatizar ni que fuera con alguno de ellos.

Además el argumento es insignificante. De acuerdo que eso nunca ha sido el fuerte de Mad Max, pero aunque sólo fuera por la cantidad de tiempo que nos hemos estado esperando para ver la película, hubiese sido de agradecer un pequeño esfuerzo extra en este sentido. No se explica nada del rollo que tienen montado en la Ciudadela. Las motivaciones de los protas son de lo más endebles. La película carece de sentido del humor (negro), que se encontraba por ejemplo en la segunda parte, que es mi preferida. En fin, que tal vez decepción no sea la palabra, pero sí que me hubiera gustado y esperaba un poquito más.

He visto un 90% de la filmografía de Jim Jarmusch y para mi esta es su peor película con diferencia. Es posible que haya sido porque también soy fan del cine de zombis. Es una decepción que un director de esta categoría aborde el género con tan poca inspiración.

No nos engañemos. Estoy de acuerdo en que la figura del zombi como monstruo terrorífico ha "muerto" hace tiempo en el cine, como le pudo pasar en su momento al hombre lobo o a Frankenstein. Se ha quedado obsoleto, está tan asimilado en el imaginario colectivo que hoy en día sólo causa risa, en el mejor de los casos. Para mi es triste pero lo acepto y hasta lo he pasado bien con pelis como Zombies party o incluso Bienvenidos a Zombieland.

Pero es que esta peli ni siquiera es graciosa. He percibido en la sala de cine público con ganas de pasarlo bien sin más pretensiones, pero al final hasta la risa fácil ha cesado. Puede que el estilo monótono e impersonal de Jarmusch, difícil de digerir, influyese. Pensándolo bien opino que el problema radica más bien en que el director, incomprensiblemente, se ha desconectado a sí mismo (ver spoiler).

Tan sólo en los últimos minutos pareció que intentaba recobrar el hilo (demasiado tarde) con una denuncia de la sociedad de consumo. Pero qué reparto más desaprovechado (tener a Steve Buscemi y utilizarlo de esta manera). Resumiendo, de los tiempos de Down by law no queda ya nada excepto Tom Waits. Un fiasco absoluto.

Venía de Fausto, Nosferatu y Amanecer, así que esperaba mucho y hasta el minuto 40 y bastantes me encantó. Una obra maestra, un verdadero portento: el dominio de la narración, las innovaciones artísticas, Emil Jannings, todo formidable. Pero después...

Nunca antes nadie que hubiera hecho tan poco por su vida consiguió llegar tan lejos. Esa podría haber sido una buena frase promocional para el cartel de Last days here. O al menos es la conclusión a la que se puede llegar después de haber visto las peripecias del líder del grupo Pentagram en este documental. ¿Lo dudáis? Pues nada, pasar adelante y conocer a Mr. Bobby Liebling.

Hablamos de un tipo al que en todo momento no parece quedarle más de un cuarto de hora de existencia, consumido y medio idiotizado por las drogas, que no ha dado un palo al agua durante por lo menos treinta años o más, viviendo a costa de sus viejos con cincuenta y tantos, y desaprovechando sistemáticamente todas las oportunidades que se le van presentando a lo largo de la vida para hacer valer sus méritos musicales… En definitiva, la más triste consecuencia (cuando no se muere joven) del sexo, drogas y rock'n'roll -sobretodo drogas-.

Pues no perderse la evolución de este fenómeno, protagonista de una biografía asombrosa, que si se tratase de una película de ficción pocos hubieran vacilado en tachar de inverosímil. Es la vida real, que como parece puede llegar a ser más insólita que la más chocante de las historias. Así que ya lo sabéis, os recomiendo que no os perdáis esta tragicomedia, y no sólo a los metaleros, que pasaréis un buen rato seguro, sinó a todos aquellos que alguna vez dudásteis del destino.

Escribo esta crítica únicamente como advertencia para que los aficionados al tema de los exploradores y la selva no esperen demasiado, pues la verdad que cuesta comentar otra cosa de ella, aparte de lo aburrida que resulta.

Parece mentira que de temas tan interesantes como ciudades perdidas, aventureros excéntricos o tribus misteriosas, material no tan tratado en el cine, se pueda sacar tan poco. Creo que el fallo está en que prefieren centrarse más en realizar un biopic con todas las de la ley que en describir lo que realmente hacía atractivo o singular al personaje, o sea, las expediciones que realizaba. Los indígenas se muestran esquemáticos, por decirlo de alguna manera, sus ritos, su forma de vivir apenas aparecen; la potencia de la selva como medio se desaprovecha; incluso la idiosincracia de Fawcett y sus métodos está poco desarrollado. Aparte Charlie Hunnam transmite poco, por lo único que destaca es por su parecido con Brad Pitt y poco más.

En definitiva la película me pareció muy seria, acartonada y sin pasión. Recomiendo El abrazo de la serpiente, por si alguien no la conoce todavía, creo que está muchísimo más imbuída del espíritu y la magia de la selva. Y como no, ese clásico que es La selva esmeralda, también muy sugestiva.