Una película donde vemos a Diego Peretti que no nos creemos su personaje, encasillado como está en la comedia, cuesta mucho desprenderse de la imagen que siempre ha proyectado.
Lo mejor de la película son las bellas imágenes de Tierra de Fuego, y de Ushuaia, con esas casitas que parece que estés en Noruega. Digo esto porque el argumento de la película es muy aburrido. Apenas hay diálogos, y algunas escenas están fuera de lugar. Si la ves seguro que te dormirás.

Una película con una trama más que vista. Un poco caótica a la hora de presentar el argumento, pero que va tomando forma paulatinamente, porque al principio no te enteras de nada. Lo mejor de la cinta es su fotografía. Es magistral. Y la actuación de Leonardo Sbaraglia, que está francamente bien

...Y no fue por falta de sueño, sinó porque ver esta "película" es ver una serie de secuencias que no tienen relación entre sí, lo que denota la inexistencia de un guión, y unos diálogos que no tienen ni pies ni cabeza, y una música que no viene a cuento nunca. Resumiendo: un trullo infumable. Pretende ser una comedia rompedora y ni es comedia ni es nada. Seguro que cualquiera que la vea acabará en los brazos de Morfeo.

El título "Peoria" hace alusión a la población donde sucede la inexistente trama. Pero yo creo que es un anticipo de que vamos a ver algo que "peor" no puede ser. No pierdan el tiempo viendo este bodrio. No entiendo cómo pudieron gastarse el dinero haciendo algo así.

Es una película que no te deja indiferente, o la amas o la odias. La estética de la película es lo que más llama la atención. Todo en la película es cutre: los apartamentos, los vecinos, el protagonista (que se pasa toda la película paseándose desnudo en calzoncillos y con peluca), el hermano que está internado en un manicomio y el policía alcohólico, magistralmente interpretado por Billy Cristal.

No es una obra maestra, pero se sale de la tónica general que impera hoy en día en el cine norteamericano. Si amas la comedia dramática surrealista vas a pasar un buen rato. Muy recomendable.

Una película donde no pasa absolutamente NADA. Lo único destacable es la intervención de la grandísima Norma Aleandro, lo demás prescindible. Contar una historia sensible es lo que no ha conseguido el director, antes bien, lo que sí ha conseguido es aburrir hasta a las ovejas. El excesivo metraje del film, para no contar absolutamente nada, es demencial. Y como colofón, una canción de Serrat. De dónde no hay no se puede sacar nada. No pierdan el tiempo viendo este bodrio.