Una visión apocalíptica de nuestro mundo (que no me atrevería a descartar de la lista de los posibles futuros de la humanidad) nos va haciendo abrir consciencia sobre la burbuja en la que vivimos y lo cerca que está de reventar. Antonio Banderas nos ayuda a ello con uno de los mejores papeles de su carrera, en mi opinión. Aunque parece lenta (porque la poca acción que nos ofrece es justo para lo que es y sin florituras innecesarias), creo que es esa lentitud la que te permite masticar esta historia agobiante, sentir al personaje y entender, al llegar al final, precioso y perfecto, el mensaje escondido que nos abarca a todos, infinitamente esperanzador y, aunque pudiera no parecerlo, realista. Para mí una sorpresa muy, muy grata. Me reconcilia con Banderas y con el cine.

Aborda el tema de la fe de una manera muy realista, nada caramelizada o ñoña. Intuyo que quien ha creado esta serie ha tenido algún tipo experiencia en este sentido. ¿Cómo saber si está pasando o es una invención tuya? Me encanta el enfoque que se le da al tema ya que no tiene nada que ver con la versión católica de los milagros. Ya era hora de que alguien se tomara en serio este tema. Es genial!!

La película es tan cruda y brutal que cuesta verla. Ya sabemos cómo va a acabar el personaje y te hace sentir una desesperación y una frustración intensas, por saber que va a ser así. Pero esta vez, lo comprendes todo y le comprendes a él.¡Porque yo fui feliz cuando pasó lo del tren! Y así, comprendes de paso el porqué de muchas cosas que pasan en nuestra sociedad que acaba generando "monstruos" que, probablemente, tienen sus razones para serlo. Reflexionemos.

Se agradece la transparencia, la honradez con que el protagonista se abre y, sin contar demasiado, nos transporta a lugares emocionales que creo, todos llevamos dentro en mayor o menor medida. Pero no de una manera oscura o pesimista como la que se respiraba en El Desencanto, de Jaime Chávarri, sino casi alegre y desenfadada, supongo que debido a la propia personalidad de Hammond. Si te dejas acompañar por él, tú mismo puedes dejar salir sin miedo los terrores que guardas y dejarlos respirar. Impresionante.

Una lupa que te muestra sin reparos ni paños calientes qué se mueve debajo de las relaciones familiares. Lo duro que es saber que, aunque quieras a los tuyos, y peor aún, necesitándolos desesperadamente, quieres escapar, no hacerte cargo. No es incompatible el amor con la náusea, con la cobardía y la desilusión. Todo eso existe debajo de cada postal familiar, en mayor o menor medida, en uno u otro momento. Pero lo hacemos desaparecer con portarretratos y fiestas de cumpleaños. Parece magia. Pero es miedo a perderlo todo. A cambio, nos perdemos a nosotros mismos. Casey Affleck: IMPRESIONANTE.