No tengo muy claro cómo sería la génesis de esta película pero, viendo que esta producida, escrita y protagonizada por Will Ferrell, tengo muy claro que es un proyecto personal del actor. Quizás le apetecía hacer una película musical o simplemente descubrió un concepto tan europeo como es Eurovisión y decidió que tenía que aprovecharlo. Y la verdad es que el resultado es francamente aceptable, para los fans de Ferrell tienen una obra donde él se luce y es el protagonista pero a la vez también sabe compartir pantalla con Rachel McAdams, crea un par de secundarios resultones y el humor típico de Ferrell no es tan extremo como otras veces de forma que el público que no sea muy fan de este cómico también pueda disfrutar la película.

Por suerte estamos ante una obra sin grandes pretensiones, esta bien claro que solo buscan entretener un rato y eso lo consiguen, la película esta lejos de ser perfecta, la duración es demasiada para lo que quieren contar, algunas bromas no acaban de casar con el resto del tono de la película y hay momentos excesivamente exagerados pero al final todo esto da igual. Es más, como principal fallo, y a la vez principal acierto, voy a destacar a la pareja protagonista. La dupla Ferrell/McAdams es lo mejor y tienen una gran química pero para ello hay que superar su aspecto, porque en la obra te quieren vender un interés romántico entre ellos y si ya de por sí la diferencia de edad es grande (Ferrell es 11 años mayor que McAdams) por aspecto él parece mucho más mayor que ella, de hecho casi parece su padre. Eso provoca una sensación algo extraña para el espectador pero si eres capaz de superar esa barrera encontraras una película bien maja.

Empecemos diciendo que tiene una trama muy simple a la par que efectiva. La pareja de músicos fracasados que quieren ir a Eurovisión, el motivo por el que su país decide mandarlos me parece brillante, y luego el formato eurovisivo con las fiestas de los concursantes, la semifinal y la final me parece muy efectivo para la película. Ademas, se nota que se han empapado mucho del tono eurovisivo, todas las canciones que salen son muy del estilo de lo que se suele escuchar en el festival y la puesta en escena es brutal y, también, muy típica del festival. Un aspecto musical al que han puesto mucho cariño y se nota, tenemos varios temazos como la canción del interprete ruso (Dan stevens), el temazo que interpretan los protagonistas al final de la película o esa tonadilla tan divertida, y que resulta un running gag entrañable, como es el Jaja Dingdong.

Y, aunque los he puesto como posible fallo también es el gran acierto de la película. La química entre los dos protagonistas es genial, la relación que tienen, sus conversaciones, escenas, como se animan, cómo, a pesar de las dificultades, ellos siempre consiguen ser positivos y seguir adelante. Son los que convierten esta película en un lugar feliz, en sentarte y disfrutar un rato de ellos, el ver como superan las adversidades que se les presentan. Es lo que esta realmente bien.

No es la película del año y quizás los eurofans se enfaden porque el festival no sea exactamente así (y eso que le dedican parte de la película a ellos con una canción donde hay muchísimos cameos de exconcursantes del festival) pero solo han aprovechado la fama del festival para hacer la típica película ligera de superación y autodescubrimiento. Y a este tipo de películas con que sean graciosas (tiene momentos muy simpáticos y otros momentos que son puro Will Ferrell para bien y para mal) con que los protagonistas tengan buena química (que la tienen) y con que no se alarguen (quizás el principal fallo de esta obra) ya me valen. Ademas esta tiene el bonus de la banda sonora con varias canciones espectaculares.

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En 1995 Ghibli estrenó Susurros del corazón una película en la que aparece la figura del Barón, un gato vestido de frac, la protagonista se ve maravillada por esa figura hasta el punto que decide escribir y crear una obra de ficción basándose en un mundo donde pueda vivir este personaje. La película sabe darle importancia y carisma a esa figura y ver como la protagonista se interesa por ella, incluso está ese relato en el que su dueño cuenta como el barón tenia una pareja y como se separaron. En Susurros del corazón hacen muchas cosas bien y, gracias a momentos como este, saben como convertir el mundo de la protagonista en algo mágico y especial.

La respuesta fue clara, no solo la protagonista, sino que los espectadores y los trabajadores del estudio también se quedaron maravillados con la figura del barón y ese mundo gatuno que crean, así que 7 años después de esta película se estreno Haru en el reino de los gatos, un rara avis dentro del estudio pues Ghibli nunca ha realizado ni secuelas, ni remakes, ni obras derivadas de otras obras suyas. De forma que esto convierte a esta película en algo especial y algo único dentro del estudio.

Lastima que aquí se acaben las cosas que la hacen especial, pues esta es una obra muy flojita, tanto a nivel de guion como de animación. Sin ser mala es claramente inferior al resto de obras, el mundo que crea esta bien pero todos los personajes son muy arquetípicos; el rey egoísta, el héroe, el amigo del héroe, la protagonista es casi una princesa en apuros, incluso el mundo gatuno que presentan no aporta nada especial.

Y la historia es, básicamente, un chica salva un gato, el gato la lleva a su mundo, allí la quieren convertir en princesa y deberá huir de allí. Una historia muy tradicional, casi de cuento europeo. Lo dicho, lo más especial es todo lo que tiene que ver con el Barón, que aquí acaba siendo un héroe de manual, muy carismático pero que su papel acaba siendo muy típico, salvar a la chica, derrotar al malvado...

Y si hablamos de la animación, hay que reconocer que esta bastante bien, el problema es que venimos de El viaje de Chihiro (2001), Mis vecinos los Yamada (1999) y La princesa Mononoke (1997) tres obras que son visualmente espectaculares y aquí no tenemos nada de eso. Estando bien es como bajar uno o dos escalones respecto al nivel de las obras previas. Sí que es cierto que hay un par de momentos donde se ve la grandeza del estudio, con algunas apariciones de los gatos o de su mundo y alguna del final pero en general no es comparable.

En definitiva, la película no es mala, pero pierde en cualquier comparación con otras obras del estudio, no tiene nada especial, sigue siendo entretenida y si queréis ver gatetes en pantalla aquí tendréis un monton pero como película de Ghibli se queda muy floja.

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Durante los 7 años que pasaron desde la creación del Estudio Ghibli (1986) hasta 1992 Miyazaki estreno 4 películas. Básicamente iba a una película cada dos años más o menos. Sin embargo tras el estreno de Porco rosso (1992) Miyazaki estaría 5 años sin estrenar película, si que realiza guiones pero él era el principal reclamo del estudio. Las películas más exitosas y las de mayor fama mundial eran las suyas. Era de esperar que estos 5 años de parón significasen que venía algo gordo, una de sus películas más ambiciosas, una oda a todos los valores que ya nos había transmitido en sus obras anteriores y el mayor despliegue visual de todas las películas del estudio.

En 1997 nos llega La Princesa Mononoke, una cinta que revolucionaría el estudio y que varios todavía consideran como la mejor película del estudio. Aquí Miyazaki vuelve a temas ya tratados en obras anteriores como Nausicaä (1984) o El castillo en el cielo (1986) tenemos ese canto a la convivencia con la naturaleza, ese mensaje anti-belicista y ademas aquí Miyazaki da un paso más y habla de la industrialización lanzando el mensaje de que no hay que elegir, esto no es cuidar de la naturaleza o mejorar la industria. Se tienen que poder hacer ambas cosas y sí es necesaria la tecnología hay que utilizarla de forma que no destruya los recursos naturales.

Ademas la forma de contarla es modélica aquí, como en casi todas las película del estudio no hay villanos. No hay un enemigo a batir, la cosa no es tan sencilla como "este es el malo, si lo matamos ganamos" No. Aquí hay personas, ninguna es mala de por sí, todas tienen cosas buenas y cosas malas. El asunto de la película es lograr que estos seres tan diferentes aprendan a convivir juntos.

Para esta película Miyazaki nos trae a 3 protagonistas. El principal es Ashitaka, un joven emishi. Los emishi son una tribu que vive tranquila al norte de Japón. Ellos son felices en su hogar y utilizan herramientas, construyen casas, matan animales pero también conviven con ellos y todas sus acciones están integradas en la naturaleza. Ashitaka sera el narrador de la historia y el nexo de unión entre los otros dos grandes personajes y causantes del conflicto: Lady Eboshi y San.

Lady Eboshi es la líder de la ciudad industrial, ella es quien representa la industrialización. La maquinaría que esta destruyendo el bosque y la que trae esas armas que matan animales y los hunden en el miedo, el odio y la desesperanza. Sin embargo también es la misma que les da un hogar a los repudiados por la sociedad, les da trabajo a las mujeres y gobierna una ciudad de la forma más justa posible. Todo lo hace por defender a los suyos.
Y San, la princesa Mononoke, fue abandonada de pequeña en el bosque y criada por los dioses lobo. Ella es una criatura más del bosque y hará lo que sea por defenderlo. Su único contacto con los humanos ha sido cuando veía como destruían su hogar y su familia. Es alguien que defiende la naturaleza.

Como se puede ver Miyazaki aquí plantea una lucha entre la naturaleza y lo tecnológico y gracias al personaje de Ashitaka te permite conocer a los dos bandos y ver sus motivaciones. Gracias a eso descubrimos que ningún bando es el enemigo, que el verdadero problema es el odio. De hecho durante la película es una constante el ver lo que hace el odio, en que puede convertir este odio a un animal o lo que hace este odio a los humanos.

Al igual que otras cintas de Miyazaki esto es un canto de amor a la convivencia y al progreso, a rechazar la violencia entre nosotros y a buscar la unión y el dialogo.

Pero la película no es solo mensaje o historia, todo el tiempo de producción se puede ver en una animación preciosa. Las escenas del bosque y la aparición de los dioses son espectaculares y luego tenemos a la película con más batallas de todo el estudió. No solo grandes batallas con explosiones y bombas, asedios de animales a ciudades, batallas cuerpo a cuerpo entre humanos, o al propio protagonista utilizando su arco para acabar con bandidos. Sin duda cada escena esta cuidadosa, por poner un ejemplo concreto cada vez que el protagonista va a utilizar el arco vemos como pone y tensa la cuerda, hasta ahí llega el detalle de la película.

Para finalizar voy a decir una pequeña pega: su duración. La película sobrepasa las 2 horas y se puede hacer larga para algunos espectadores. Entiendo que para contar todo lo que quiere contar es necesario pero eso no quita que puedas llegar cansado al acto final y no disfrutarlo como la maravilla que es.

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Takashi Miike es un enfermo de la dirección, parece que este no pueda vivir si no es dirigiendo una película y para comprobarlo basta con mirar su historial. En los últimos 4 años ha dirigido unas 7 películas, un par de cortos y ha dirigido varios capítulos para diferentes series de televisión. Y esto es actualmente cuando el hombre ya tiene unos 60 años, si nos vamos a cuando tenía unos 40 años, su época de mayor producción nos encontramos con hazañas dignas de un semidiós de la producción y dirección cinematográfica. Por poneros en ejemplo de 1999 a 2001 estreno hasta 15 películas, ademas de participar en varias series, una media de 5 películas al año, una barbaridad.

Miike ha dirigido de todo pero nos encontramos con un problema, cuando un director ha dirigido tanto es imposible que todas tengan el mismo nivel, de hecho tiene muchas obras que son bastante mediocres o malas directamente, lo que pasa es que también tiene muchas maravillas y algunas obras maestras. El problema vendría en ¿Cómo diferencias sus obras buenas, aquellas en las que estaba motivado, de aquellas más bien mediocres? No hay ninguna forma 100% segura pero un indicativo podría ser el genero. Podríamos separar sus obras en 3 o 4 categorías: por un lado sus películas de la yakuza, donde suele estar bastante inspirado; por otro sus adaptaciones de manga, donde hay un poco de todo; y luego las demás (aunque sus películas de samuráis bien podrían ser otra categoría más).

¿Qué nos encontramos en First love? Pues aquí tenemos suerte y tenemos al Miike más inspirado, tenemos a la yakuza, donde se siente más a gusto y tenemos una película muy personal suya donde sabe llevar la historia, presentarnos un plantel de personajes bastante carismático, meter buenas dosis de humor muy negro y muy absurdo y cuando llega la acción desatarse por completo hasta puntos inverosímiles pero que encajan perfectamente con el humor de la película.

En este aspecto el cine de Miike es muy particular y aunque sepas el punto de partida nunca sabes hasta donde puede llegar el director. Todavía recuerdo el final de su Dead or alive (1999), una película sobre el enfrentamiento entre un yakuza y un policía que tuvo los huevos de acabarla destruyendo Japón, todavía me sorprendo al recordar los últimos 3 minutos de esa película y sigo sin entender como se le puede ir la cabeza tanto a un director. En esta ocasión no se le va tanto, pero también se le nota tan cómodo dirigiendo que cuando la película empieza a desvariar y a volverse loca lo hace con tal naturalidad que no te choca y de forma que ese desarrollo de los acontecimientos, por loco que sea, pueda parecer lógico dentro de la continuidad de esta película.

Aquí lo que tenemos es a un boxeador sin futuro, una chica con alucinaciones, yakuzas, policías corruptos, mafia china y novias de yakuzas. Un plantel de personajes con el que sabes que no va a pasar nada bueno pero que se toma la molestia de desarrollartelo todo. De hecho durante el primer tercio de película tenemos una presentación, conocemos a los personajes, cada uno con su personalidad y su situación en este momento, vemos que alguien esta planeando algo para enriquecerse y vemos como lo empieza a planear todo. La primera parte de la película coloca todas las fichas en el tablero de forma que cuando el plan comienza todo lo que ocurre es algo consecuente con lo presentado, las piezas se empiezan a mover y todos los personajes que nos han presentado se ven implicados. Casi sin comerlo ni beberlo un pobre boxeador acaba protegiendo a una chica con alucinaciones mientras son perseguidos por la yakuza y la mafia china a la vez que estas van a empezar una guerra.

Y lo bueno de la película es que cuando empieza la acción no se olvida de los personajes, todo lo que esta pasando importa en su desarrollo personal, vemos como sus acciones y sus motivaciones van cambiando a lo largo de la película, vemos como van creciendo, van madurando y, al final de la película, son personas diferentes. La relación entre Leo y Monica, el boxeador y la chica, es entrañable ver como se va creando esta relación, ver como van influyendo en la forma de ver la vida del otro y ver como se van ayudando es muy tierno.

Pero si la relación entre Leo y Monica es tierna la trama de traiciones entre las mafias es la locura absoluta, con asesinatos absurdos, reacciones hiperexageradas y enfrentamientos con varias mutilaciones. Ademas, todo va con un ritmo brutal ya que todo ocurre en una noche y no hay tiempo para el descanso. Uno diálogos geniales, con salidas bastante divertidas en los momentos más tensos, luchas con finales explícitos, gente buena y mala en ambos lados y mucha locura. Esta obra siempre es consciente del tono de su historia y de que lo esta contando no es realista y va con dicho tono hasta el final.

Tenemos a un Miike desatado en un ambiente que se le da de lujo, los personajes, el tono, la acción, las risas y con el trasfondo de la yakuza. Sin duda una de las versiones más locas y geniales del director.

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El cine de Ghibli tiene dos claros exponentes, que obviamente son sus dos fundadores, Hayao Miyazaki y Isao Takahata. Aunque ya hemos visto en cintas como Puedo escuchar el mar (1995) que el resto del equipo también tiene mucho talento.

En esta ocasión ninguno de los dos dirige pero es Miyazaki el que se encarga del guion y se nota. De hecho parece que durante el 94 y 95 Miyazaki y Takahata se hubiesen intercambiado los temas de sus películas. En el 94 Takahata realizo Pompoko una película con bastante comedia, fantasía, seres mitológicos y con un fuerte mensaje ecológico. Cosas que son más típicas del cine de Miyazaki y en esta ocasión el propio Miyazaki nos trae una película que trata temas como el crecer, madurar, encontrar el primer amor, la vida diaria de una familia, el descubrimiento de quien eres...

Susurros del corazón en argumento bien podría ser una cinta de Takahata, de hecho en su premisa me recuerda bastante a Recuerdos del ayer (1991) donde teníamos a una adulta que iba recordando diferentes vivencias que tuvo en su etapa escolar y que le ayudaban a decidir que iba a hacer a partir de ahora. Aquí tenemos algo similar pero, al estar Miyazaki detrás del proyecto, eliminamos cualquier rastro melancólico y se convierte en una cinta capaz de convertir el día a día normal en algo mágico. En el argumento de la película no hay nada sobrenatural, ni criaturas fantásticas, sin embargo la narración es capaz de convertir momentos normales y corrientes en algo especial, en algo mágico.

El punto de partida es el de una niña a la que le encanta leer y descubre que hay un chico que se ha leído todos los libros que ella ha sacado de la biblioteca antes que ella. Eso le dará curiosidad e investigará quien es ese muchacho. A partir de ahí ocurrirán cosas que nos darán muchas escenas preciosas, un viaje en tren con un gato, encontrarse con una tienda de antigüedades o como el destino le lleva a encontrarse con ese chico casi por casualidad.

A pesar de ocurrir en un mundo real, y estar dirigida por casi un debutante en la dirección, todo lo que ocurre tiene un aura especial. Un tono alegre muy alejado del dramón que sería si el que estuviese detrás fuera Takahata. La película te transmite esa positividad y alegría tan típica de las películas de Miyazaki.

Mención aparte merece la banda sonora Yuji Nomi que hace un trabajo estupendo y la adaptación que hacen de la canción Take me home, Country Road es preciosa y da lugar a uno de los momentos más memorables de la película ademas de que me parece casi imposible ver la película y no salir tarareando dicha canción.

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