LA RECIENTE lectura de la novela de Vasco Pratolini Crónica Familiar, me provoca la inquietud de volver a ver su versión cinematográfica dirigida por Valerio Zurlini con las virtudes del cine que busca provocar al espectador y no simplemente complacerlo o ayudarlo a hacer la digestión.
TODAVIA ES muy fuerte el recuerdo de ver a Marcello Mastroianni, como el hermano adulto, de profesión periodista, tratando de rescatar los años que perdió de su amistad con el hermano menor (encarnado por otro actor ilustre: Jacques Perrin) del cual vivió separado desde la infancia. Me conmueve recordar a Sylvie, la actriz francesa ¡maravillosa!, que interpreta a la abuela de ambos en la historia.
CRONICA FAMILIAR es una muestra única y excepcional del sitio que tenía el cine italiano en la década del 60, y el gran valor de sus directores y sin duda que Zurlini es uno de los mejores. Me parece que las nuevas generaciones de cinéfiles merecerían conocer esta película grandiosa y conocer al menos en sus aparatos de video digital la historia -parece que semibiográfica-, que primero contó Pratolini en su novela, y que luego recreó en imágenes Valerio Zurlini. Los futuros espectadores de Crónica Familiar (titulada en México Dos Hermanos, Dos Destinos), sabrán lo importante que es la mermelada de naranja para los hermanos, en el momento que uno de ellos está a punto de encontrar la muerte.