Hablar sobre esta película es hablar de otras películas con lenguajes parecidos. Tiene de Scorsese y de Cassavetes pero no llega al talento de ellos. Russell nos muestra desde el principio como va a terminar su película. Película demasiada masticada como papilla de bebé. Predecible y aburrida. Con unas actuaciones lamentables como la de un gran actor como Christian Bale que muchos críticos ven subir y bajar de peso como un talento actoral. Baja de peso para “El Maquinista” y “El Luchador”. Sube de peso o de músculos para “American Hustle” o “Batman”, respectivamente. Esas hazañas por sí mismas no deben formar parte del currículo de un actor en ninguna parte del mundo. Amy Adams como femme fatale no se la cree nadie. Demasiada encorsetada. La bella Jennifer Lawrence como siempre en su papel de “white trash woman” con sus dicotomías no convence sino irrita. Y bueno hablar de Jeremy Renner y Bradley Cooper, es como criticar un par de maniquíes hechos de músculo y belleza. En conclusión, un reparto coral que Russell ya le ha dado resultados contantes y sonantes.
Sé que esta película va favorita a los Oscar. Espero no gane. Es una película hipervalorada llena de lugares comunes. Carlos Marañón, el crítico de Cinemanía no la pudo describir mejor: “caramelo hollywoodiense, ultracalórico, divertido y resultón que se agota en sí mismo. Ni retrato de una época, ni bosquejo de caracteres, ni relato criminal. Sólo actores sabiéndose actores, autoconscientes de sus talentos desatados, en una comedia que redefine la vulgaridad y la eleva a excusa estética para hacernos pasar un buen rato. Mascarada setentera y resultona.”

(Escrito por: Sonicinema Rupturista) https://www.facebook.com/sonicinema.rupturista.5

Había leído la sinopsis de esta película y veía al tema tan vigente en estos tiempos donde la tecnología ya es una extremidad -como una mano o un pie- de nosotros. Otro punto es que lo ví justo cuando mi relación con mi novia acaba de terminar. Dije voy a ponerme en los zapatos del protagonista. Dije voy a ponerme en sintonía de amor hacia "Her". Pero no paso nada de eso.
La cinta de Spike Jonze peca en extremo con la melancolía hasta el hartazgo y la saturación desde el estado de ánimo del protagonista hasta la bellísima fotografía en tonos rojo pasión y naranja melancólico. Cae en cursilerías además.
Joaquin Phoenix no hace nada nuevo. Esta actuación me hace acordar al mismo personaje que interpreto en "Two Lovers", un tipo conflictuado entre dos amores. Acá pasa lo mismo está entre el fin del amor matrimonial y el comienzo de un amor cibernético. Apesar de todo la actuación es convincente porque es un buen actor.
En conclusión, puedo decir que la película se hace densa y tediosa con un tema que no deja de ser interesante pero acá solo queda en algo superficial dejando de lado lo profundo. Da giros en el mismo sitio. No me llama la atención que la voz sea de la bella Scarlett Johansson.
Hay gente que va amar esta película. Lo creo. En mi caso solo llega a lo pasable. Por ratos me hizo acordar al bodrio "Simone" con Al Pacino.

Es una pena que un episodio que fue parte del regimen nacionalsocialista como fue la quema de libros que no fueran acorde con sus ideales sea mal utilizado de una manera super edulcorada y complaciente en esta película. Conocedor de que los nazis de antes y de los de ahora son muchas veces anti-intelectuales y que sus ideas-fuerza son la fuerza per se y el cachiporrazo como argumento no se profundiza sobre éstos en esta cinta, recalco. La cinta se mueve entre lo "real maravilloso" y un cuento de Disney. Rush y Watson muestran un registro limitado por el guión. Sophie Nelisse me sorprende y me decepciona a la vez. Veo poco de ladrona y más de alguien que encuentra libros que otra cosa. No se profundiza en los libros que recoge y si lo hace es de manera tan ramplona.
Otra vez los nazis son malos malos y los judíos casi un pan de Dios. Lo que hicieron contra estos últimos no tiene justificación pero dejemosnos de maniqueísmos que peor la pasaron los negros durante unas cuantas centurias y no hablemos de los gitanos pero nadie se indigna tanto cuando se trata de los judíos. La propaganda del cine hace mella en las mentes.
Lo mejor: el vestuario, la fotografía y quien sabe un mensaje aleccionador para agarrarle gusto a lectura desde la niñez.
Lo peor: el resto y su pseudofilosofía a lo Coehlo.

Es una pena que un idea tan potente como el totalitarismo sea llevado de manera folletinesca en esta secuela de la saga The Hunger Games. Si bien la primera película no era la maravilla del cine por lo menos daba un enfoque interesante de como un totalitarismo puede manipular y someter a un pueblo o grupo de personas a través de los medios de comunicación o de las emociones. Los simbolismos muy de la estética nacionalsocialista en el símbolo de Panem así como el sinsajo de la heroína también mostraban como se le da uso a éstos de parte de ese totalitarismo.
En esta segunda parte se deja de lado todo eso para centrarse en la ambivalencias de la heroína que más parece que salieran de la Saga Crepúsculo que de una película sociopolítica superficial. Nunca le pediremos a una película para teenagers ser tan profunda pero por lo menos debería tener un poco más de cordura. La actuación de J. Lawrence es lamentable ¿Gano el Oscar? Ajá. Buenos el Oscar es un premio sobrevalorado y bien mainstream. No es para tomarlo en serio después de su actuación.
Lo cierto es que con una película bastaba para cubrir los tres libros por cierto muy ligeros. Los adolescentes fanáticos de esta cinta pensarán que las revoluciones se hacen con simbolos de tres dedos arriba, pues equivocados están, Miren USA y su NSA y se darán cuenta. O la Rusia de Putin. Bueno en esta cinta solo hay pan y circo para estupidizar mas el cerebro. Ya Hitler, el líder nazi muy al estilo del dictador Snow de Panem decía:"para la minoría la razón; para la mayoría la emoción". Bueno esta película es emoción y nada de razón. Y eso es lo que le gusta a los tiranos: la emoción pura para que no pensemos ni nos cuestionemos.

Si bien no buscaba profundidad en este peplum por lo menos exigía entretenimiento que nunca se dio con esta producción del director de Resident Evil I y Alien vs Predator. Películas donde jugaba mucho con la estética del videojuego y le daba resultados por su narración ágil y donde uno solo le pedía emoción y nada de razón.
En Pompeya sucede todo lo contrario. Todo se hace ágil pero de una manera tan predecible. Los actuaciones y los diálogos son un desastre. Ni Kiefer Sutherland se salva. No es creíble su actuación como romano. Los protagonistas (Harington y Browning) ni para el olvido. Una Carrie-Anne Moss de adorno. El actor Adewale Akinnuoye-Agbaje como gladiador más parece un mercenario o un mafioso callejero del Bronx que un gladiador venido del Africa. En su conjunto, las actuaciones son de una chatura impresionante.
Lo malo de Paul W.S. Anderson es que piensa que para hacer una grandiosa película hay que sostenerla en los efectos visuales y sonoros y está muy equivocado.
Pompeya fue destruida por el volcán Vesubio. Ahora su historia ha sido destruida por Anderson.