El director alcanza su madurez gracias a su honesta y no pretenciosa "shape of film". Su fuerza es la naturaleza del amor fantástico nunca antes narrado con tanta solemnidad. Lo desconocido no es síntoma de pavor, más bien comprensión compasiva. La naturaleza humana, egocéntricamente expresada como los poderes estatales, el punto de inflexión de la tragedia. Aunque emplea elementos muy reutilizados en el género, sabe encauzarlos con frescura y darles una forma que define su arte. Excelente película para los amantes del Cine con mayúsculas. Independiente pero accesible, cruda no obstante candente, triste mas apasionada, increíble pero concebida. ¿Conseguirá Guillermo del Toro hacer del género fantástico "marco" de un género reconocido? Solo el tiempo lo dirá.

Adaptación de la novela homónima de Adam Nevill. Es una historia típica, amigos que se van de senderismo, se adentran en el bosque por necesidad, unos a favor otros en contra... típico, sin embargo la actuación sobresaliente de Rafe Spall y una montaje mas que aceptable, generan una atmósfera densa y atractiva. El desinterés generado por un film fuera de pista a lo km 666 se convierte en una admiración por una interpretación profunda por parte de dicho actor. Correctamente dirigida y sin pretenciosos sobresaltos forzados (se agradece que no se intente sobresaltar gratuitamente al espectador).

Con una buena premisa, que presupone los roles contrapuestos a los personajes de los 80, y concretamente la adorable Heidi. Personajes que fomentaban valores fraternales, la amistad, el amor, la compasión, la empatía, la superación y la convivencia. En esta distópica historia, el poder fáctico gubermental y empresarial opresor nos muestra la cara mal gore de la tierna Suiza, forzando a los personajes a reaccionar dando rienda a su versión más gore. Ejemplos de esta clara intención es cuando a Heidi la llaman Bambi.
Sin embargo, el tono de comedia desenfadada genera unos diálogos llenos de cliches y estereotipos que hoy en día no cuadran con la transgresión pretendida, insulsos y poco originales.
Muy lejos de películas que con premisas originales tienen el gusto ser a su vez culto del género del que sacan su tono bizarro.
Una decepción por el hype que suponía ver a una Heidi Heavy Metal.

El sentido de una muerte inevitable y el devenir de los personajes a sus fauces. Mezclado con las alegorías de una partida de ajedrez (reto por la vida del héroe), representando el punto esencial del estado catártico del Rey Block y la inflexibilidad tenaz de la Muerte, sin proponer motivos extrinsecos a la Muerte por sus actos, mostrando más crueldad en la acción del hombre que en que ya posee inherente la Muerte. Un viaje por un territorio desolado por la peste, donde se encuentra también la alegría de vivir, el amor fraternal, conjugan un hilo conductor a la tensión dramática de nuestro último destino como humanos en la tierra: LA MUERTE. Un rodaje sincero y muy explícito. Película indispensable para el que quiera descubrir el mundo del cine desde varios sus ángulos narrativos.

Dos parejas en intercambio pasan una noche en la habitación número 18 de un antro, pero la noche no les va a salir como ellos esperan. En una ensalada de clichés del género la cinta engancha al espectador neófito y divierte al amante del mismo. Juega perfectamente con los puntos de vista delirantes de los protagonistas, las realidades y las dimensiones temporales. Multiples guiños a los clásicos fácilmente reconocibles. No falta de nada ni sobra. Bien dirigida. Recomendable para una noche palomitera.