Son dos horas y media de cine, creo que bien hecho y que cuenta la historia de dos personajes de indudable interés en diferentes contextos históricos singulares (guerras de España, Finlandia, China y Alemania - 2ª mundial). Me suelen interesar las películas que se basan en historias reales, basadas en personajes y hechos históricos destacados. No viene mal recordar tales hechos y a personajes como Dos Passos o Robert Cappa (amén de Hemingway). No sabía de la existencia de Martha Gellhorn y agradezco a esta película haberla descubierto. Me parece atinado que la narración se haga desde ella.
Aunque pueda no ajustarse del todo a la realidad de los personajes y de los hechos históricos - es cine, no documental - creo que respeta razonablemente sus esencias.
(Quizás exagera algo las características identitarias de los personajes y algunas escenas, conversaciones y decorados no se corresponden del todo con ell momento histórico a que se refieren).
Merece la pena verla.

Ver esta película-documental provoca inexcusablemente un sentimiento de vulnerabilidad; un volver a tomar conciencia de los seres débiles que son los humanos en el universo que los han depositado y, sobre todo, en el mundo que han construido.

¿Cuántas personas padecen gravemente como consecuencia de unos hechos, que se pueden leer como fortuitos o como la sucia acción de una banda mafiosa?

Enuncio algunos:
- Ante todos, las dos víctimas, que son asesinadas con previo sufrimiento.
- Los siete imputados. Paco y seis más, que por lo que se deduce de la película tienen el presente y el futuro aún menos despejado, catorce años después de los hechos.
- El juez de la primera instancia, que muere a consecuencia de esta causa. En todo caso, de manera dramática, ya sea por suicidio, ya sea asesinado.
- Los familiares de Paco. Cuanto sufrimiento. Y cuanto han dejado de vivir a causa de este caso.
- Los familiares de los otros imputados. Que aunque no salgan en la historia, exisitirán y no serán pocos.
- Los familiares de las asesinadas. Aunque sean reprobables sus deseos de máxima venganza en unos acusados cuya autoria no se ha probado, lo cierto es que han perdido a dos seres queridos.
- Los amigos de todos ellos.
- Los que colaboran en la manipulada condena de los acusados, tanto por la degradación personal que ello supone, como por su posterior adverso devenir según nos cuentan.
- Cada cual que haya visto la película que siga poniendo guiones. Caben no pocos más.

Lo auténticamente inquietante es que esta "oda a la Vulnerabilidad" es la narración de unos hechos, no el resultado de una distraída historia ideada por un guionista.

Si uno de los aspectos a valorar del cine es su capacidad de generar sentimientos, y la intensidad de los mismos, viendo esta historia se siente Indignación, Emoción, Adhesión e Inquietud.

La historia cabe en una imaginación algo calenturienta pero difícilmente en la vida real. Pero lo que más desagrada no es lo poco creíble de la historia, sino lo tramposo de la idea que subyace. ¡Callaros padres que tenéis más que ocultar que vuestros hijos! ¡Lo vuestro es pura maldad por interés! ¡Lo de vuestros hijos aún encierra algo de sentimiento y romaticismo! Qué gran y peligrosa mentira. Para exponerla se vale de una serie de escenas increíbles. De un Superman metido a abogado que desafía a lo peor y más peligroso de la noche. Un abogado es una persona que convence a un juez con sus argumentos y no un individuo que doblega a los matones nocturnos a base de mandobles.
Lo menos malo de la película posiblemente sean las interpretaciones de los actores (los 3 principales a buen nivel). Lo único que les es criticable es que aceptaran este trabajo.
Creo que siempre hay mejores cosas en las que emplear hora y media.

La película se deja ver y vale para hora y media larga de entretenimiento, pero no podemos considerarla como una buena narración o descripción de lo que debió ser la gran catástrofe del tsunami que acaeció en el índico en diciembre de 2004.
A buen seguro la situación debió ser bastante más caótica, los supervivientes debieron vivirla más angustiados, el caos y el desorden debió ser muy superior. Hospitales muchos más saturados. Destrozos por todos lados. Heridos graves sin posibilidad de ser atendidos, etc.
No caben en la cabeza los diálogos que se establecen tras el tsunami entre la familia protagonista, otras víctimas y los lugareños. Demasiado autocontrol poco o nada creíbles.
Por tanto, difícilmente aprueba como narradora de una situación muy especial. Pero también se me queda corta como generadora de emociones. Sólo hay un momento bien ejecutado a tales fines. Se trataría del encuentro de los tres hermanos. Los planos de las carreras y el abrazo son momentos en los que la buena realización facilita la emoción.
En fin, para pasar un rato, pero sin pedirle mucho más.
Le subo la puntuación a 7 por aquello de apoyar lo nuestro (aunque peque un tanto de cateto!).

Cuando se emerge, las personas y las sociedades aspiran a comunicar más cosas de sí mismas.
Parte de occidente se aficionó a algunas de las costumbres chinas de menor calado. A un segmento, no especialmente instruido de la población occidental, americanos y de otras nacionalidades, le distraen las peleas orientales, sin ver en ellas nada más que la espectacularidad de sus saltos y golpes.
Con este anzuelo, esta película trata de hablar de más cosas de china. China es antigua. Sus valores son fuertes (ojo, que ahora transmiten poco más que la acumulación de fortunas). Sus paisajes son hermosos. Sus ciudades bulliciosas y derrochan actividad. Contrastan urbes y mundo rural.
Decir eso con bellas imágenes, música, vestuarios y decorados bien cuidados es un buen ejercicio de cine.
No recuerdo haber visto antes una película de artes marciales completa. Recuerdo que en mi juventud peleaba Bruce Lee. Lo siento, pero nunca me retuvo ante la pantalla. Esta película la ví entera y además a una hora poco habitual de ver cine (la mañana). O sea, me interesó y, en algún momento, hasta me generó alguna emoción.