Se puede caer, las más de las veces, en contar una historia trágica, real, vital, en la más completa trama telenovelera, burda y hasta violenta, donde lo que se quiere hacer notar escapa completamente de la realidad, se convierte en una fábula mediática. Caso contrario este retrato, peca sí, un poco de predecibilidad, pero el impacto final sigue siendo perturbador como el silencio al que ya no estamos acostumbrados, pero que está ahí, apenas quejándose en los rincones de la vida, y que para algunas existencias fue y seguirá siendo la realidad más cotidiana.
La que es a mi consideración la mejor actuación de Anna Karina, junto con la de la prostituta de "Vivir su vida", otra película de límites.

Serie de animación infravalorada. Cuando la vi de niño me parecía una historia rica en personajes y tramas, con muchos capítulos que siempre mantenían mi atención. Ahora, vuelta a ver como adulto, no me ha defraudado. La serie no sólo cuenta la primera historia sino que adapta varias tramas desarrolladas en las posteriores secuelas escritas por Frank Baum. Sobra decir que tiene un aire que me ha recordado a las primeras series de Miyazaki y Takahata (las cuales también tienen una baja valoración es esta página). Después de haber crecido viendo esta serie y posteriormente ver la famosísima película con la gran Judy Garland, ese clásico del cine me ha sabido a poco.

Me había rehusado a verla al enterarme de que era totalmente anacrónica, ambientada con música pop y de que habían hecho de la vida de la poeta una comedia juvenil para regocijo de las generaciones tiktokeras actuales. Temía frivolidad. Leí las pocas y negativas críticas de usuarios en esta página y se reforzó el prejuicio. Hasta hace poco que viendo Severance en apple tv se me olvidó cancelar la suscripción a tiempo. Bendito error. No le hubiera dado la oportunidad a esta pequeña pero reluciente joya.

La estilización le sienta de maravilla. Es divertida, y con momentos puntuales de drama. Me ha hecho reír y pensar, releer los poemas, interesarme por saber más de la vida de Emily y por llegar a entender las decisiones que tomó. Está muy bien documentada, eso nadie lo puede objetar. Los elementos más inverosímiles de la trama juegan a su favor, es parte de esa estilización.

Es imperfecta. A veces la mezcla de drama y comedia no casan, haciendo de la trama algo intrascendente (muy pocas veces por suerte), el final es un tanto abrupto, mas es el adecuado.
No es una serie que recomiendo a todo mundo, pero sí la recomendaría, no sé, a mujeres, a feministas y a lesbianas que les guste leer novelas decimonónicas, por decir algo. A mí me ha entusiasmado, realmente es una de las series con las que más me he encariñado, y agradezco profundamente a Alena Smith por este "posmodernísimo estudio literario".