Hace unos dias volvió a caer en mis manos de manera casual este clásico del humor absurdo ( o no tanto) de finales de los noventa.
Hay peliculas que se quedan en tu memoria por causas ajenas al propio metraje. Probablemente esta sea una de ellas.
Desde mi punto de vista brillante, caústica, con momentos de risa delirante, crítica ácida esplendida, y unas interpretaciones magníficas en su género.
"Que se jodan los sinhogar, yo soy un puto vago". Glorioso, si a eso le sumas un viernes noche, con 18 frescos añitos y tus mejores amigos a la vera, y algún añadido más innombrable, puedes pasar un rato inolvidable, y con el paso del tiempo recordarlo con nostalgia y lágrimas en los ojos.

Sé que técnicamente hablando no es un prodigio, se que no tiene grandes pretensiones ni explosiones pirotécnicas, se que no trabaja don Al Pacino...lo se.
Aquel verano del 95 yo estuve allí, dejando jirones de piel en cada verbena, llenando los bolsillos de arena, engañando al reloj. Con un primo y seis amigos, cuando los amigos eran familia también. Bajo el cielo comillano de mi Cantabria enamorada.
Es una comedia cálida, cercana, creible. Dulce y caústica por igual, sin falsos adornos, con un Quim Gutierrez empático, entrañable. Con una Inma Cuesta adorable, el Raul Arévalo que todos fuimos alguna vez. Con un Bachi correcto, correctísimo y una Clara Lago de las que todos caeríamos fulminados merced a una sola sonrisa regalada.
Ver desarrollarse semejante historia entre adoquines y piedras tantas veces serpenteadas por estos pies, con un cachi en la mano y la vida por estrenar, es un paso atras en el tiempo con clase y mesura, con nostalgia y dulzura, con mucho olor a sal. El buen cine es posible con buenos acompañantes y sentimiento. Gracias por 93 o 94 minutos de memoria y divertimento.

Es el ejemplo del caos neuronal procedente de una tarde de cachimbas y Simpsons doble gota de una cuadrilla de trasnochados que tienen colegas con pasta y que son conscientes del coeficiente intelectual medio americano.
Delirante en argumento, con unas interpretaciones acordes al guión, (Liam por Dios, que haces ahí ?).
Se rien hasta del Dalai Lama, que tragedia escuchar a la banda australiana mas grande de la historia en semejante infamia.
Mi abuelo y sus colegas derrapando por el oceano pacífico con un acorazado del pleistoceno, dándoles goma a unos ETS que dejarían en braguitas al mismísimo Optimus Prime. Eso si, las berzas de la rubia, de primera división , somos tontos de baba pero con buen gusto.
Al director había que mandarle exiliado a la isla de Santa Elena con el espiritu errante de Napoleón.
Y a los guionistas explicarles con detalle los procedimientos tecnicos de Vlad el Empalador cuando se enfadaba en las plazas mas concurridas de sus respectivos poblachos.
Eso si , la proxima vez que vayan de tripi que avisen, que esa mierda tiene que estar muy buena...( los colegas del barrio dixit). No escupais mas al cine, pelamangos.