El terror es uno de los géneros más sobreexplotados en la industria del cine. Cada año nos encontramos con un aluvión de películas con el objetivo de hacernos pasar miedo. Por desgracia, también es uno de los géneros más estropeados por el paso de los años. Lejos quedan aquellos años de "El exorcista", "Alien" o "Pesadilla en Elm Street", verdaderos referentes en el cine. Ahora, lo verdaderamente extraño es encontrarse con una película de miedo original y con un argumento novedoso.
"La morada del miedo" no es precisamente novedosa, ni por ambientación, argumento o sustos. Se basa directamente en el estereotipo de película de terror básica, con una casa abandonada, una maldición, y una inocente familia que se aloja en el hogar sin saber nada de su pasado.
Entonces... ¿que la diferencia de la mayoría de películas de miedo actuales? Que mantiene un buen ritmo de inicio a fin. Los sustos, aunque previsibles, son originales, y tiene un ligero hilo argumental que mantiene el interés del espectador.
Por esa razón, es una buena apuesta para pasar un mal rato frente a la pantalla. Nadie pensará que ha visto un peliculón, y seguramente con el paso del tiempo no conservará ninguna imagen en su memoria, pero logra entretener al espectador, y eso es un gran logro hoy por hoy.

Segundas partes nunca fueron buenas... Bueno, eso no siempre es cierto. A veces, hasta la cuarta no la fastidian.

"Solo en casa" llegó en 1990 y, sin llegar a ser una revelación, fue bien acogida por el público, y tuvo cierto éxito.

En 1992 quisieron seguir con la saga, con una película aun mejor que la primera, y que tuvo una fama igual o mayor. La cosa pintaba bien.

La tercera parte llegó en 1997, y si bien tuvo una calidad algo inferior a la segunda según la mayoría del público, siguió manteniendo un listón alto en comedia.

Pero quisieron exprimir demasiado la gallina de los huevos de oro, sin saber que ésta tenía ganas de cagar. Y en vez de oro les llovió mierda.

"Solo en casa 4", sacada en 2002, es una demostración de secuela sin imaginación, sin ganas, y con el único objetivo de conseguir dinero gracias al nombre de la saga. La película, de principio a fin, es un despropósito, sin gracia ni interés. Traiciona el sentido de las anteriores partes, que eran las trampas a los ladrones, y lo gracioso de las situaciones, sustituyéndolo por un argumento soso, con momentos aburridos de verdad. Prescindible del todo incluso para los fans de la saga.

Volvemos a lo típico: ¿Un juego tiene éxito y tiene su adaptación al cine inmediatamente?

En realidad no. En esta ocasión la película ha salido al mismo tiempo que el juego, con el añadido de un comic, formando una extraña trilogía. En el caso de la película, hace el papel de precuela directa del videojuego. La pregunta es: ¿vale la pena o es solo un nuevo intento de sacar dinero a costa de los fans?

Lo primero es una buena noticia: el director no es Uwe Boll (habrá gente que no lo entienda, pero la mayoría me comprenderá), lo cual ya es un punto a favor como adaptación.

El estilo de animación es francamente curioso: una especie de 2,5D. Personajes en 2 dimensiones y entornos tridimensionales. La mezcla no sale mal, y si bien no es un espectáculo a nivel visual, cumple su papel de forma notable.

En cuanto al argumento... no voy a desvelar nada aquí, pero no presume de ser potente... Realmente de la trama se encarga el videojuego, en el film solo se dan detalles. Aun así, tampoco da sensación de estar viendo una masacre sin ningún sentido. Los personajes son bastante estereotipados, pero al menos tienen emociones.

La parte más importante, el terror, se halla a un nivel bastante bajo en la película. Tenemos los monstruos, tenemos las muertes, tenemos la oscuridad... Pero falta algo: el terror psicológico. Los encuentros con estas abominaciones se reducen a brutales combates con una alta cantidad de gore. Apenas hay sustos o tensión (lo cual no se corresponde con el videojuego ni de lejos).

El ritmo de la película es llevadero, sobre todo si tenemos en cuenta su corta duración. Los continuos combates y la exploración pueden llegar a hacerse monótonos, pero no duran demasiado. La trama tampoco es un punto a favor.

A pesar de sus puntos negativos, "Dead Space: Perdición" cumple lo que promete: un derroche de sangre y vísceras, monstruos alienígenas y ambientación claustrofóbica... El resto es pura anéctoda.

No es que pidamos mucha originalidad a estas alturas en este tipo de películas. Y menos viniendo de un estudio de televisión. Pero este cúmulo de tópicos sigue reduciendo notablemente la calidad de las películas basadas en secuestros, normalmente con final feliz, dirigidas especialmente a las madres aburridas que disfrutan con estos films.

Y es que la película es eso: un conjunto de clichés, recogidos de otras tantas películas similares, y reunidos para crear otra más, que sirva de referente para siguientes producciones.

Y no digo que sea malo, porque hay gente a la que le gusta, y tampoco resulta aburrida, al menos sabe mantener cierto ritmo. Pero un poco de innovación y originalidad jugaría a favor en este tipo de películas.

Valorando en particular a este film, poco se puede decir. Típico, pero medianamente entretenido, aunque con limitaciones. No destaca en nada, pero tampoco es un bodrio. Se puede definir como "una película del montón". Puede divertir, pero no emocionar. Para pasar el rato.

No es extraño en los tiempos que corren que, al tener un libro éxito, una productora de cine quiera sacar tajada con una adaptación al cine. Naturalmente, en muchos casos, la calidad del film es el elemento menos importante. Uno de esos casos es "Eragon", libro y película que solo comparten el nombre.
Si bien es verdad que la película, para los que desconozcan el libro de Chistopher Paolini, carece de ritmo y puede hacerse aburrida, para los que lo hayan leido se convierten en un auténtico insulto al autor. Cualquier similitud argumental de la adaptación con el libro es pura coincidencia. Los hechos han sido alterados, suprimidos o inventados directamente, quitando cualquier posibilidad de una secuela (gracias a Dios).
Aparte del argumento, los efectos especiales son potentes, pero el ritmo de la película es lento y decae en el aburrimiento. Los actores no hacen papeles precisamente destacables, y deja muchos cabos sueltos. Solo recomendable para los incondicionales del cine de acción, especialmente si no han leído el libro.