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Argentina Argentina · La Plata
Críticas de Adrian Ledesma
Críticas 1
Críticas ordenadas por utilidad
7
22 de septiembre de 2023
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Con una calidad cinematográfica ambivalente, "Líder de la clase trabajadora", resulta una pieza inevitable para las generaciones hijas del "Fin de la Historia". El triunfo "definitivo" del capital sobre el trabajo, del individuo sobre el colectivo humano empieza, a solo treinta años de su autoproclamación, estallar por los aires en una creciente perinola de nuevas carnicerías sin sentido o necesidad histórica (Guerra civil Siria, Guerra en Ucrania, Yemen etc.). Emerge entonces, una nueva necesidad social en relación al arte: la de poner la mirada sobre el héroe colectivo, sobre la adición de individualidades en una fuerza de mayor magnitud por objetivos de escala histórica e internacional. Es decir, el arte se encuentra con una necesidad de retorno a lo colectivo. Sin embargo, dado que la industria cinematográfica sigue estructurándose en función del beneficio (cada vez más) y en detrimento del enriquecimiento cultural de las masas, estamos en un momento histórico donde mirar al pasado es el primer movimiento antes de desarrollar grandes proyectos ecuménicos en el plano del arte. Aquí entra la película de Maetzig.

La noción liberal, caprichosa e infantil del "arte por al arte" por un lado, y la estrictamente opresiva de "lo colectivo" ante todo, encuentra una situación superadora en una película como la de Thälman. Hija de su época, la película puede defender el comunismo como perspectiva histórica sin tener que hacer tributo absoluto y constante a la figura de Stalin -sin dejar por eso de hacerlo igualmente - y pone sobre la mesa cómo el trabajo molecular de obreros conscientes fusionados con las masas, que constituyen una vanguardia prístina -demasiado en la trama- contra los ideologizados capitalista y religiosos nazis anti obreros y sus aliados socialdemócratas.

La película logra escenas bellísimas del trabajo colectivo, de los dilemas personales y humanos del militante comprometido con una causa significativa, y muestra el individuo asumiendo el lugar del deber y el riesgo en la historia, algo a lo que el individualismo a cualquier costo nos ha desacostumbrado. Destacan la figura de Thälman en el parlamento o en las huelgas alemanas solidarias con las inglesas o en el meeting francés, donde queda claro que los comunistas planteaban un internacionalismo obrero a cualquier costo contra cualquier confusión nacionalista. Destacan también los momentos del avance soviético donde los comisarios políticos, de extracto obrero, luchan contra sus patriotas por su propia patria y donde el nivel político nunca abandona la trama bélica cuando esta se presenta.

En definitiva, una película necesaria pues resulta mucho más sincera que buena parte del cine norteamericano (también de propaganda, pero timorato en relación a reconocerlo) en lo relativo al ser material propagandístico. También por plantear la relación entre el sujeto individual y colectivo y entre el pueblo arrastrado a la reacción y un pueblo que se alinea luego con la revolución de octubre, y finalmente, es valiosa por su para nada despreciable demostración paisajística y contextual de la época, bastante bien logrado.
Adrian Ledesma
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