Siempre es un gustazo encontrarte con una película de terror de estas características, de la que en principio (y no por la críticas, que desde que he leído valoraciones tan negativas a Ils y tan positivas a la Hora fría intento no fiarme demasiado) no esperas nada. Parte de la desventaja de ser 'otra típica película de terror americana' y de tener un arranque nada prometedor. Lo fácil era reírse y lo difícil, reparar en ella. Sus fuentes están claras: la inspiración argumental en La invasión de los ladrones de cuerpos, algún punto en común con Cabin fever, y cierto aroma a Turistas, Hostel, etc. Pero creo que Carter Smith consigue sorprender sin reincidir en lo mismo de siempre, tarados que matan en grupo y esas cosas. El director hace suya una novela de Scott Smith, consiguiendo una nueva invasión de lo extraño en el mundo más cotidiano. Se pasa un mal rato (que, dependiendo de la persona, puede ser un rato maravilloso) y no te insulta con un ejercicio de estilo absurdo y mal rodado. Si hubiese sido francesa y hubiera sido estrenada en algún festival independiente estaríamos hablando de una nueva Alta Tensión...

El director crea un clima, mejor dicho, dos climas: el aterrador, sugerido por el interior de la pirámide donde moran las plantas, y el angustioso, a plena luz del sol, con los protagonistas siendo presos del horror y la locura. La excelente textura visual, sudorosa, polvorienta, casi setentera, como en las mejores road movies, le debe mucho a su experiencia como fotógrafo (guiño romántico a la Olympus de una de las dos protagonistas)

Muy por encima de las sobrevaloradas Frontière(s) y A l'interieur, Las Ruinas rezuma estilo por los cuatro costados. Hay violencia, gore, algún susto, una pequeña persecución final que electrifica el sistema nervioso, y una actuación in crescendo de Laura Ramsey (que me recordó un poco a la de Ashley Judd en la magnífica Bug)

Las Ruinas es puro cine de terror, y es agradable que de vez cuando algún director aporte su granito de arena. A lo mejor es porque me encanta este género y he llegado a un punto en que cualquier cosa que no se parezca a engendros como Captivity, Tooth &Nail etc etc etc me satisface. Pero no me preocupo porque habría que empezar a preocuparse cuando Caótica Ana de Medem nos parezca una buena película. Así que de momento estoy tranquila. Creo en The Ruins. Y me parece bien, valiente, estupendo apostar por ella.

Es una pena que las películas de Ceylan hayan pasado tan desapercibidas, si las comparamos con las de Kim Ki-Duk o cualquier otro cineasta de su generación. El recuerdo que tengo de Lejano es que es una película que no debería acabar nunca, una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida, no sé si por la maravillosa puesta en escena (Estambul, la nieve, el viaje, la cámara y los silencios) o el uso del color, pero todos y cada uno de los planos de la película son inolvidables.
Supongo que resulta innecesario recomendar una película así. En Lejano se habla poco o casi nada, de hecho en los primeros quince minutos no se pronuncia una sola frase. No necesita más. Las habituales parrafadas de diálogo a que nos tiene acostumbrados el cine tradicional se ven sustituidas por largos planos donde, de forma imprevisible, se suceden miradas ausentes, comportamientos secretos y absurdos. Nunca sabes qué ocurrirá después. Desde su debut con Kasaba, y al igual que Kaurismaki, es como si rodase siempre la misma película con los mismos actores. Dos personajes, uno básico e inocente, el otro hermético y desencantado, los dos desubicados. Soledad y alienación, juegos del gato y el ratón para no ser descubiertos, lo que haces cuando estás solo al descubierto, y un desarrollo tan lento y oscuro como incómodo y desconcertante. Además hay mucho de Tarkovski, mucho…y mucho de Tsai Ming-Liang. Cine de verdad, que me hubiera gustado ver en pantalla grande.
Como dice Ceylan, "hasta el aburrimiento es interesante". Buff y buff....

The Strangers no cuenta nada nuevo pero lo que cuenta lo hace muy bien: la fotografía, al igual que la banda sonora de Tomandandy, es austera y resulta ideal para la atmósfera de la película, tan seca, tan enferma. Así que gracias Bryan por tu sobriedad, y el interés por la realidad, a la hora de rodar. Por un par de escenas escalofriantes. Por no mostrar sino sugerir. Por tu buen gusto, por haberte fijado en "Ils". Por Joanna Newsom y Merle Haggard. Por una pregunta tan sencilla y desasogante como "¿Está Tamara"? que me recordó a aquel extraño "Dick Laurent is dead" de Lynch. Por una parte introductoria necesaria, muy bien rodada, y en absoluto aburrida en la que se busca crear la tensión con un manejo del ritmo muy pausado, sensibilizándonos y ayudando a introducirnos en la historia. Por el clima. Por todo eso, como peli de terror, un 9'5.

Pues de nuevo me he dejado engañar por las críticas de filmaffinity. Yo leo cosas como "La carga psicológica esta muy bien llevada y los personajes muy bien tratados, aparte que los actores, (todos ellos excelentes) se mueven con mucha soltura y naturalidad gracias a unos diálogos fluidos y un sano sentido de humor" y no doy crédito.

No me esperaba El amanecer de los muertos ni Alta tensión pero tampoco esta cosa horrenda sin pies ni cabeza. Nos movemos de un lugar a otro sin que hayamos entendido dónde estamos ni porqué suceden las cosas. Infinitos, tediosos, minutos de relleno con escenas que oscilan entre el drama y el patetismo, y unas interpretaciones que de tan malas te sacan una sonrisilla de condescendencia. Los diálogos provocan sobre todo verguenza, las escenas de acción están muy mal rodadas, no hay emoción, no hay nada. Y al copiar descaradamente de otras películas se hacen más evidentes sus carencias, quedándose en un contante quiero y no puedo. Me da mucha pena Silke, cómo se puede caer tan bajo. No es buena actriz pero al lado de los demás (sale el que hacía de padre de uno en la serie Compañeros) reluce como una estrella e incluso parece una actriz. El resto se dedica a declamar como si estuvieran en una obra de teatro de fin de curso.

¿El nuevo cine español? No, el mismo cine español de siempre pero mucho peor. La Hora fría convierte en auténticos genios a directores como Uwe Boll. La Hora (y media) fría te deja muy fría.

Lo mejor: es cierto que al principio la peli promete (si consigues abstraerte de las pésimas interpretaciones) con una escena de cierta intensidad

Lo peor: un guión sin la menor lógica. Ver que alguien le ha puesto un ¡ocho!

¡He conseguido verla entera!. Al principio la idea puede parecer atractiva, pero a los pocos minutos se covierte en algo insufriblemente ñoño y machista. No hay química en ninguna parte y para colmo están tres de los actores que más detesto, Cameron Díaz, Jude Law y Jack Black. Una pesadilla repleta de pucheros, caritas y frases manidas. Una historia interminable. Que alguien me explique cómo ha llegado Kate Winslet a participar en esto después de Little Children.
Infumable