Pues si, para mi un 10.
¿Personajes?; extraordinarios; desde el "monstruo" Mr lancaster, el psiquiatra gili, el pragmático enviado a Escocia; el multi-alcalde, el cura negro, la chica-pez, el ayudante políglota y un poco cebollino, el abuelo de la playa.....es que todos tienen sus momentos de gloria; ninguno está de más.
¿ Historia ?; un cuento sólido, bien contado con comienzo brillante y un final....adecuado. Una historia bonita, que caray.......
¿ paisajes ?; o como sacarle el mejor partido a un pueblo perdido en una bahía escocesa. Espectaculares, de verdad.
¿ música ?; La guinda del pastel; Marc Knopfler en plena forma. Es la mitad de la película.

Pues eso. No os la perdáis.

Principios de los años 80. Una sala de cine de un pueblo de la costa mediterránea. Como cada sábado dos películas por 50 pesetas. La primera, una italianada de aquellos años, creo recordar. Imaginaos el ambiente entre tanto joven; gritos risas, palomitas y papeles volando, en fin, lo de todas las semanas fuese cual fuese la peli. Y empieza la segunda película de la que no sabíamos nada de nada, solo el título; la traducción de entonces fué “como plaga de langosta”, un relato del Hollywood de los años 30, sin tías en pelotas ni el Adriano Celentano haciendo el cafre. No pintaba muy bien la cosa. Pero.......ay amigos.....nos encontramos de golpe en medio de una historia extraña, hipnótica, descarnada, sin la más mínima concesión a......a nada, toda girando alrededor de un patético y sobre todo inquietante Donald Shuterland (inmenso, enorme y además se llama .....Homer Simpson ), una historia que poco a poco te envuelve en una creciente desesperación y que se precipita en un final alucinante, demoledor, brutal, terrorífico, escalofriante, que te deja helado, clavado en tu silla intentando digerir y comprender lo que acabas de ver. Son 20 minutos inenarrables. Para mi el mejor final de la historia del cine; nunca más he sentido eso en una sala.
Han pasado 30 años y lo recuerdo como si fuera ayer. Un silencio absoluto en aquel cine. Conforme avanzaba la proyección, las risas y las pipas volando se iban desvaneciendo, y los últimos 20 minutos......aquellos últimos 20 minutos......Dios mío, toda aquella gente clavados en sus butacas con las manos crispadas agarrando con fuerza los reposabrazos, con la vista fija en la pantalla, y el silencio......aquel silencio antinatural. Se acabó la sesión y la gente se levantó poco a poco, muchos tardaron un poco.Sin risas, sin comentarios. Sin palabras. Todos salimos a la calle, mirándonos sin saber que decir, todavía en estado de shock, y nos fuimos para casa. En los días posteriores no se habló mucho de aquella experiencia, realmente no sabíamos que decir, pero todos estoy seguro de que la recordamos y algunos como yo, casi tres décadas después, la vivimos como os acabo de contar.
No se que tal la habrán tratado los años y no se que pasaría si la viera ahora de nuevo, pero....creo que me quedo con aquella noche sofocante de verano junto al mar, hace ya tantos años................

Que gozada de documental, señores !!!!!. Si es que estos monstruos de la dirección tendrían que hacerlo más a menudo, y Werner Herzog nos ha vuelto a regalar otra maravilla.
Ya dice el mismo en la introducción que no es “otra de pingüinos” y.....vaya si lo cumple.
Una hora y media de un desfile de personajes de lo más variopinto cada uno con una historia detrás, una historia que los ha llevado hasta allí. No se salva nadie; filósofos con excavadoras, médicos, fontaneros descendientes de los Incas, los que prefieren la compañía de pingüinos a la de gente; la trotamundos que las ha pasado canutas por todo el mundo y ahora está allí. Una retahíla de buena gente que está allí porque quieren algo diferente, que sobreviven porque saben que se necesitan los unos a los otros, aderezada con imágenes espectaculares, sobre todo las submarinas, todo ello para mi cubierto con un sutil velo de soledad y tristeza. Una sola frase pronunciada al principio define un poco esta sensación; “No hay nada al Sur del polo Sur”.
Y esta otra resume mi opinión; Señor Herzog muchas gracias; queremos más.

Ahora recuerdo porqué me gustó tanto “Lock & Stock”; porque salí del cine convencido de haber visto una pequeña joya, divertida, trepidante y muy potente. Hoy con Rocknrolla he tenido la misma sensación. La hora y pico se me ha pasado en un suspiro. Excelente, no os la perdáis.

Hace ya bastantes años que leí un libro absolutamente encantador y delicioso llamado “Un año en Provenza”, de Peter Mayle, que narra la historia de una pareja de ingleses que se trasladan a vivir a esa región de Francia. Mes a mes, el libro explica las delicias y frustraciones que experimentan en su primer año allí y la creciente camaradería con sus nuevos y variopintos vecinos. Y ahora, al ver "Un verano en la Provenza", no he podido quitarme durante toda la película, la sensación de que, ya que no podían copiar y plagiar ese libro, lo han hecho lo más parecido que han podido. Y, claro no les ha funcionado mucho, la verdad. No se llega a entrar en profundidad en ninguna de las historias; la relación entre el y la chica; la extraña reacción del padre; el desdibujado hermano y su increíble intento de suicidio. Todo se queda a medias, y el recurso cómico funciona un par de veces y gracias. Y si esperaba por lo menos ver los fantásticos paisajes de la Provenza y disfrutar de ellos en pantalla grande, pues......ni eso. Cuatro planos bastante insulsos para justificar la historia con la camioneta corriendo por los caminos, y otros cuatro sólo de puros paisajes, con muy poca gracia. Da la sensación de que este tema al director no le importaba demasiado. No he podido menos que recordar la atractiva película de Ridley Scott “Un buen año”. Esta decían que basada en ese libro de que os hablaba “Un año en Provenza” (aunque las historias tienen poco que ver ); eso si era una visita de verdad a los paisajes mágicos de la Provenza, no esto que he visto, que podría haberse rodado en cualquier sitio.
En resumen, cinta flojita, si me apuras resultona, que pudo haber llegado mucho más lejos y se perdió por el camino. Solo recomendable si no tienes nada mas que ver.