Me encanta cómo se muestra en la película por dónde te lleva la vida. Cómo de un encuentro casual puede llegar a retorcerse la historia, y cómo podemos pasar de ser los perseguidores a los perseguidos. La única barrera que separa a los personajes que se encuentran en ese mundillo es la mayor experiencia de uno frente al otro, además de sus caracteres tan distintos, pero a la vez tan parecidos en su pura esencia. La película te va adentrando progresivamente dentro de la vida personal de cada uno de los protagonistas, viendo con los ojos abiertos, el contraste entre las aparentes personas honestas y deshonestas. El guión de la película es sencillamente exquisito, simple, claro, entretenido y muy rico, y cómo lo lleva a cabo Bielinsky en la gran pantalla no lo deja por detrás, pues nos demuestra que sin gran cantidad de presupuesto se pueden llegar a desarrollar grandes historias, respaldadas por grandes interpretaciones y grandes ideas.

El bien. El mal. ¿En qué medida se representa un opuesto y el otro? ¿Cuál domina a cuál? ¿Qué elementos se utilizan para esta representación?

Está claro que a lo largo de décadas ha habido autores que han usado el recurso del bien contra el mal para crear grandes historias, sin embargo en la mayoría de los casos, el mal está encarnado para hacer evidente la valía moral y el triunfo final del bien y no en tan abundantes ocasiones encontramos el mal sin fundamento.

¿Cuál es el fundamento del mal en el Anticristo? ¿Hay algún atisbo del bien a lo largo de la película? Lo que manifiesta la película es una argumentación entorno a la maldad, indudablemente inseparable de sus orígenes sadianos, donde la virtud es la soberanía individual, reflejada en cada uno de los individuos, a partir de sus acciones sumamente egoístas. Lo que destaca de la actitud de éstos es la perfecta admisión de su condición malvada y el intento por convencer a todos aquellos que no son perversos a serlo o/y a entenderlo. ¿Quién de los dos es el auténtico anticristo? ¿Cuál es realmente el origen del mal? ¿Cuándo comienzan a ser malvados? ¿Por qué?

Hace poco hice un curso del Marqués de Sade en la universidad donde tuve que pasarlo muy mal para entender la mente perversa, las acciones crueles, la finalidad de las maldades humanas... Llegué a la conclusión de que jamás podríamos desvelar el origen concreto del mal pero sí que podemos ver cómo se extiende. ¿Por qué hablo de Sade? Quien tenga dudas de la conexión entre Sade y el Anticristo le recomiendo que haga una revisión a su legado porque no hay libertino que no piense que su condición viene dada por las leyes de la naturaleza, y si ésta le pide ser malvada se presta a ella. Es un poder que está por encima de la voluntad humana, que nos domina y se extiende contaminando todo a su alrededor tal y como sucede en la película. La protagonista teme a la naturaleza porque es ella quien la domina y la razón no es suficientemente fuerte como para neutralizar sus designios “naturales”… El pez que se muerde la cola… Estamos condenados… Somos duales.

Pero más allá de todos los escritos sobre el mal ¿qué pienso yo como espectadora?
Particularmente no me ha resultado agradable el visionado de la película, pero no puedo dejar de tratarla como interesante por el buen tratado del aura maligna, por la contaminación expansiva, por la brujería, por la guerra entre sexos y la evocación a las crueldades humanas, porque precisamente es capaz de reflejar la divagación de la respuesta a nuestra pregunta universal (Insisto: “¿por qué existe el mal?”)
Lars Von Trier sin duda ha hecho esta vez un trabajo polémico, que no deja indiferente y da que pensar: ¿Hasta dónde puede llegar la maldad en la imaginación humana?

Despertemos, no es la imaginación humana, la realidad es mucho peor de lo que se puede ver en el filme. La imaginación es real.

¿Alguna vez nos preguntamos a qué nos veríamos sometidos si fuéramos capaces de ver híbridos medio humanos medio ángeles o demonios? ¿Podríamos elegir un bando, defendiéndolo y luchando aún sabiendo que nuestro destino nos conducirá hasta el bando opuesto?

La temática de Constantine, con un trasfondo de base religiosa podría dar mucho más de sí, encarnando una eterna lucha entre el bien y el mal, cosa que se ve reducida a una sencilla batalla basada en amuletos, vampiros, ángeles y demonios que en la mayoría de ocasiones apenas se sabe de dónde proceden. En definitiva, una batalla que a la mínima se desvía por un camino lleno de incongruencias.
A mí me llamaba la atención el tema. Siempre he sido una amante de las luchas morales, y de la acción y la paranoia derivada de temas que parten de lo maligno, pero creo que la película no acaba de transmitir los valores tan estandarizados que se pretendían en un principio, y que se pierden por el camino.

Ridley Scott nos ha adentrado en una de sus atmósferas híbridas más recreadas a lo largo de su filmografía: el futurismo, misticismo y la ciencia-ficción, combinada con la aventura, el western, el romance y el género negro.
Los protagonistas, la atmósfera oscura y futurista con carteles virtuales, coches voladores y luces de neones, mezclados con aspectos retrospectivos que forman parte de nuestra sociedad actual, junto con la música de Vangelis que crispa al espectador en determinados momentos de carga dramática, hacen énfasis sobre dos ideologías o estructuras temáticas claras: la moral, donde se conectan algunos aspectos temáticos del filme con una de las teorías de Nietzsche y la libertad, girando alrededor de la autoridad que representan los Blade Runners, como Deckard, y los derechos individuales para reclamar no ser testados o poder vivir su vida tranquilamente, por parte de androides o humanos
Bajo los aspectos formales de la ciudad futurista con elementos arcaicos, se combina la juventud con la vejez, enfatizándolo siempre hacia la idea de que podemos intentar evitar nuestro destino, pero que jamás lograremos modificarlo aunque pueda quedar un destello de esperanza. Ésta es una característica en la que Ridley Scott hace hincapié en más películas a parte de Blade Runner, como por ejemplo en Alien, el octavo pasajero.
Pese a la estética tan bien tratada en Blade Runner, creo que el filme consigue destacar más por su temática y contenido, que no por su diseño audiovisual, aunque la atmósfera sinuosa y oscura está muy bien planificada y realizada, sobre todo por su aspecto crepuscular: Es en muchas ocasiones, una visión que nos presenta Scott de cómo considera el porvenir de la sociedad occidental que culminará en el capitalismo y en el individualismo, cosa que se ve reflejada perfectamente en el ambiente de la película.
Puede que en más de una ocasión se añada demasiada simbología y pretensiones de alternar más de dos o tres contenidos centrales, con lo que la totalidad del filme queda un poco difuminada y dispersa. Además, considero que los temas que se tratan y la dinámica desarrollada sólo con los Blade Runners, el organismo corporativo y los androides centrales (Zhora, Leon, Pris y Roy) sin contar con el nuevo modelo (Rachael), ya incorporan suficiente dramatismo y dilemas morales como para que se tengan que acrecentar con la relación entre Deckard y Rachael, por más que demuestre una trato más estrecho entre lo que obsesiona a los replicantes y a los humanos.
Pese a esto, encuentro acertada la opinión de que Blade Runner es una de las mejores películas de su director.

Esta vez debería felicitar a Francis Lawrence por su película “Soy Leyenda”. ¿La verdad? Si algo hay que reconocerle es que tiene firma propia, y es que no sé si fue por la temática o por el tiempo de la película o la misma creatividad, que relacioné “Constantine” con “Soy Leyenda”, tal vez estaba influenciada porque sabía que era del mismo director de antemano pero aún así es bastante perceptible. No me había gustado demasiado “Constantine” por cómo habían tratado la temática, aunque los efectos y la calidad visual eran buenos, pero hay que aceptar que era el primer largometraje del director, que venía de hacer videos musicales estadounidenses, y por eso...Se crece con el tiempo.
“Soy leyenda” tiene un argumento sencillo, pero de momento surrealista, que nos hace estremecer si pensamos que algún día pudiera ocurrir de verdad, y los recursos que tendríamos para combatirlo ¿se llegaría a una situación tan extrema? ¿Sobreviviríamos?
Lo mejor de la película para mí es la relación que se establece entre Robert (Will Smith) y su perra, tal vez porque era la única realidad a la que me aferraba dentro de la ciencia ficción, pero muy tierna y sentida (gran parte de esto se debe a la gran interpretación de Smith). Además, hay un claro mensaje al mundo, que da ánimos para continuar existiendo y para hacer de nuestro mundo un lugar mejor.