Esta película me gusta verla de vez en cuando. Además de tenerle un aprecio especial por ciertos motivos personales, la película es bastante aceptable.
Sin ser una maravilla, tiene más aciertos que fallos; lo cual ya es de agradecer.
Es una película de bajo presupuesto e independiente y bastante desconocida para el gran público (y creo que ahí radica parte de su encanto): “De profesión, solteros”.

Que no os espante el título porque es horroroso. Parece una comedia estadounidense para adolescentes descerebrados, pero nada más lejos de la realidad.
El título original de esta comedia británico-irlandesa es muchísimo más adecuado para la historia que nos quiere narrar: “The closer you get”

En Estados Unidos la película se tituló “American Women“. Pierde la esencia del título original, pero es más acertado que el español.

“De profesión, solteros”, fue escrita inspirándose en la ya famosa internacionalmente caravana de mujeres de Plan, aquel pueblecito Oscense que abrió un camino seguido después por muchas otras pequeñas poblaciones en las que abundan los solteros y escasean las mujeres casaderas.
En ésta película la acción transcurre en un pequeño pueblo costero del norte de Irlanda, bello pero aislado, en el condado de Donegal.
Un grupo de solteros de diferentes edades de la localidad, encabezados por el extravagante carnicero (divertidísimo Ian Hart [Harry Potter, Dirt] ) decide publicar un anuncio en el Miami Herald invitando a atractivas chicas americanas a una fiesta tradicional local, esperando encontrar entre ellas esposa.
Los solteros del pueblo, mientras esperan a sus deseadas y desconocidas americanas, comienzan a ver con otros ojos a algunas de las mujeres que tienen cerca y en las que nunca habían reparado.

Una película muy divertida, con una fotografía espléndida y unos personajes muy peculiares, que siempre logran arrancarnos sonrisas, risas y hasta carcajadas.
El nominado al Oscar Uberto Pasolini, productor de la exitosa “Full Monty” y el guionista William Ivory reunen aquí un variopinto grupo de personajes: al ya mencionado carnicero Kieran, se unen su retraído hermano mayor: Ian (Sean McDonagh), el atractivo jovencito Sean (Sean McGinley), el tímido e inexperto Ollie (Pat Shortt), el único casado del grupo y antiguo futbolista de cierto éxito (Ewan Stewart), el Padre Malone (Risteard Cooper), la incomprendida mujer del tabernero (Niamh Cusack) y la ayudante del carnicero (Catherine Bradley), entre otros.
Una comedia blanca (y de esas ya quedan pocas) para pasar un rato entretenido, con frases que se han hecho ya célebres entre los aficionados a ella (genial el personaje de Kieran cuando decide dejar de acudir a la taberna) y en la que podemos encontrar ¡hasta pescadores españoles que faenan en la zona de Gran sol!
Con una banda sonora muy apropiada que incluye el famosísimo “I’m gonna be (500 miles)” y unos paisajes alucinantes, es una película que sin ser una gran obra del cine, es de esas que apetece tenerlas "Lo más cerca que puedas" paral echarles un vistazo de vez en cuando y recordar que hay películas pequeñas con un encanto especial.

Aquí no hay problemas… Aquí la vida es divina… Las chicas son divinas... Hasta la orquesta es divina.

Habrá muchas películas musicales. Y algunas, seguramente, mejores. Y se harán muchas más… Pero nada se puede comparar con “CABARET”. Es una leyenda desde los años sesenta hasta nuestros días.
Bob Fosse la inmortalizó impecablemente tanto en el teatro como en la gran pantalla, convirtiéndose en una de las películas músicales con más Oscar de la historia (8 nada menos, arrebatándole incluso el de Mejor Director a Francis Ford Coppola por El Padrino)

La historia de Cabaret es tan simple como fuerte. Nos narra las vidas de unos cuantos personajes que deambulan por un cabaret de Berlín en el periodo de entreguerras. Teniendo el alzamiento del nazismo como telón de fondo.

Tiene un grupo de personajes muy bien definidos desde el guión, pero, de entre todos ellos, tiene uno que brilla con luz propia. Y no es Sally Bowles (Magistralmente interpretada por Liza Minelli), no. Es el Maestro de Ceremonias (o Emcee), un personaje casi omniscente, que hace las veces de narrador y nexo de unión entre personajes; de sexualidad ambigua y de dudosa moral y sobre el que recaen la mayoría de números musicales.
El Maestro de Ceremonias lo ve todo y lo escucha todo.
Seguramente sea uno de los mejores personajes que ha dado el teatro y el cine. Encarnado por el mítico actor de teatro Joel Grey, que también lo interpretó en la versión teatral original; ganando el Oscar al Mejor Actor Secundario.

A mediados de los años 90, el director Sam Mendes (American Beauty) estrenó su particular versión de la obra.
El “revival” teatral de Cabaret, fue todo un éxito de crítica y público. Un casi-desconocido Alan Cumming interpretó a Emcee; consiguiendo un premio Tony al Mejor Actor.
El "revival" consiguió lo que parecía imposible: mejorar lo inmejorable, y dotó a la obra de algunos cambios que no hicieron sino darle aún más fuerza al libreto de John Kander y Fred Ebb, que después de más de 40 años sigue con la misma fuerza que cuando se escribió.

Porque las grandes obras, no envejecen.

Aufwiedersehen!
A bientôt!