Un historia sobra la bondad, la nobleza, el amor, la generosidad y la amistad, que en manos de cualquier director hubiese sido un merengue lacrimógeno y, amasado por el maestro Capra, se convierte en una obra cumbre del séptimo arte.
Porque quien no se haya partido de risa con esta película y a la vez no haya soltado alguna lagrimita es que tiene un problema…Lo cierto es que la historia que narra la película es bastante imposible pero Capra no solo hace que nos la creamos sino que consigue que nos pasemos las dos horas deseando que todo salga bien para la simpática “Annie manzanas”.
La película está impecablemente montada, los decorados son excepcionales y Ford está que se sale, yo creo que es uno de sus mejores trabajos, demostrando que estaba muy dotado para la comedia.
En definitiva, dos horas inolvidables en las que una vez más Capra me ha animado a ser mejor persona y a obviar los comentarios bienintencionados de amigos y conocidos repitiendo :” A ver si te espabilas…” Porque el director nos enseña una vez más que los buenos sentimientos y la generosidad son posibles…

María José García

Mi película favorita de Newman. Una gran historia sobre perdedores con talento. Pocas veces se ha amasado tanta tragedia en la misma cinta y muy pocas veces una historia de amor disfuncional ha sido tan emocionante y romántica.
La estupenda dirección de Robert Rossen, nos enclava en la trama y nos la dibuja desde perspectivas antagónicas. La de aquellos dotados de talentos que son explotados por otros que terminan esclavizándolos. Precisamente el personaje Georce C. Scott es un ser diabólico de gran habilidad para entender las aptitudes y debilidades de aquellos que caen en sus garras. Felson termina siendo esclavo, no sólo de sus adicciones y estallidos de orgullo, sino también de la figura de Scott, capaz de apartarle de aquello que (sin saberlo) más le importa, sin que sea capaz de darse cuenta hasta que es demasiado tarde.
No hace falta decir que nuestro Newman está soberbio, se come la cámara. La fotografía blanco y negro es de lo mejor que he visto.
Pipper Laurie no sé cuantas películas protagonizaría pero ésta vale por todas. George C. Scott me hizo hasta olvidar su papel en Teléfono Rojo volamos hacia Moscú, donde se salía literalmente. Jackie Gleason siempre será, por secula seculorum, el gordo de Minesota…

Y aunque segundas partes nunca fueron buenas, “El color del dinero” es una más que digna. Seguimos las aventuras de Eddie el rápido, ahora instruyendo a un jovencísimo Tom Cruise. No es comparable al “Buscavidas” pero está entretenida.

No entiendo cómo una película en la que ASOMA el micrófono en más de siete escenas y con graves carencias de producción y montaje puede tener esta puntuación en filmaffinity. Y paradójicamente, el sonido de la cinta es pésimo. Lo único memorable es el fiel reflejo de las costumbres y maneras españoles, que por otra parte no han cambiado mucho desde la época en que está ambientada la peli...