Diez años después del insuperable "Nosferatu" de Murnau, Dreyer creo otra maravilla del cine vampírico.

Dreyer si no era un genio poco le faltaba. La historia tiene una atmósfera asfixiante de misterio y personajes que se agarran a la entrañas. Técnicamente impecable, estética y intención, cada plano perfectamente fotografiado , movimientos de camera y travellings perfectamente planeados, un montaje bastante dinámico y con un ritmo muy bueno y justificado. A lo mejor no es una obra maestra como "La pasión de Juana de Arco", pero el legado de este director engrandece el cine.

Me encantan estas historias aparentemente minimalistas pero que respiras y palpas su complejidad, personajes con múltiples gamas y patinas absolutamente creíbles, reales. Es un símil quizás bastante abstracto pero visualizo este tipo de films como una columna granítica y sólida, pongas lo que pongas encima aguantará: simplicidad sobre una buena base.

Cuando un film nos "absorbe", estamos haciendo un salto emocional que vivimos en su dimensión, y ya no nos sentimos espectadores. Simplemente estamos dentro. Esto es síntoma del buen cine y no tiene engaño, es el hecho irrefutable de calidad cinematográfica.

Una película muy bien equilibrada en muchos aspectos, pero sobretodo de sensibilidad y dramatismo, al igual que en ningún momento el uso más estilístico de la fotografía está por encima de la conducción narrativa, cosa de agradecer, ya que hay tendencia al emborrachamiento puramente estético que no aporta nada o gravemente nos aleja de la historia.

Sinceramente es una película muy honesta, frágil y dura a la vez, de esas pequeñas joyas que deseas que lleguen lejos.

Me gusta la frialdad del personaje, tiene potencial para desarrollar una buena historia pero desgraciadamente nunca acabas de entrar en su mente, se hace tan distante que acaba por no interesarte.

Es una película bien rodada, Eastwood lo sabe hacer bien. Cuenta con escenas de una intensidad impresionante, pero en el fondo vacías de contenido.

Al final todo acaba siendo propaganda, una visión ciega carente de dualidades y contrapuntos.

Parece una película hecha con prisas. Faltado de trabajo de guión y montaje.

Me ha gustado lo suficiente aunque no me gusta el mundo del motor.

La rivalidad entre protagonistas es interesante. Para mi los puntos fuertes son el montaje y ritmo, que son buenos, todo y que a veces puede tener un punto frívolo de estética videoclipera. El grafismo y efectos visuales son también interesantes.

No solamente es una película muy atractiva visualmente, es decentemente entretenida, que seguramente es lo que pretende ser.

Me encantó el árbol estático de fondo todo y sentiendo rugir el viento estremecedoramente.
Aún la (única) melodía que repite hasta la saciedad todavía me despierta por las noches.
No es dejáis engañar. Todo esta al abismo de una filmación amateur.

Para sentenciar: que Dios ha muerto se hace evidente en esta película, y lo sufriereis.