Me hice unas palomitas, me tumbe en el sofá y me dispuse a ver este documental como si el peliculón del sábado noche fuese. Me esperaba ver todo un resumen de las bandas sonoras de películas tanto sus origenes, su historia, su evolucion, así como su elaboración desde el momento en el que se expresan las ideas al director como su proceso, composición, grabación edición etc.. Y así fué. No solo el hecho de tener una camara que persiguiese a críticos de cine, directores, músicos que aportasen su opinión y su alabanza al apartado tan importante que supone tener una melodía que marque el ritmo que cada segundo de secuencia, si no también la importancia de los compositores más importantes que han puesto su sello en este mundo de sentimiento musical del cine. Pero había algo que conforme va pasando el documental vas notando como monótono y que empieza a desvariar con aspectos poco importantes meramente aburridos y que su focalización en ciertos directores de orquesta que vienen al pairo y que son peligrosamente comerciales termina por olvidar a otros directores que también son tan importantes o más que a los que se entrevista, dando un resultado un tanto amargo y chirriante a este documental potencialmente absorbedor de nuevos fans del soundtrack.

Que ganas tengo de que se derritan los polos y de que se vaya todo a la m(...).De que se acabe el petroleo...De que se inunden las ciudades y dominen las montañas, de que exploten las centrales nucleares, de que nos dejen de molestar las facturas, políticos y las compañías telefónicas, de que se digan verdades que duelen, de que se recicle hasta la orina, de que caigan los dictadores y vuelen los visionadores. Que ganas tengo de estar a 1500 metros de altura a pie de mar... De coger los muebles de mi casa y hacer mi propio catamarán, de escapar de las adversidades con el poder del viento, de no tener atascos ,de sentir el mar, de no tener miedo a los monstruos de las profundidades, de que me entiendan casi sin hablar, de comerme los ojos como manjar, de no tener nombre, de arriesgar mi vida por una amiga.
Tengo ganas de acción, buena música y pocas palabras. De disfrutar y de que no me bombardeen de malas críticas, de rebobinar y verla de nuevo.