Documental que retrata la vida de un grupo de "sin techo" en la estación de tren Penn Station en Manhattan, New York. Lo más relevante de este documental es que su director, Marc Singer, con 20 años, sin haber estudiado audiovisuales y sin experiencia previa de ningún tipo en el mundo del cine, se implica en un rodaje de más de dos años conviviendo con los protagonistas bajo tierra, rodeado de ratas y basura y poniendo su dinero en este proyecto suicida, lo que le lleva incluso a perder su vivienda y vivir en la estación con los indigentes. Las condiciones para rodar bajo tierra, sin luz, sin equipo técnico, - sus amigos también sin conocimientos de cine fueron su única ayuda - , unido a la inexperiencia, hicieron del rodaje un reto casi épico, - ríete tú de Apocalipsis Now - y el resultado es uno de los documentales que exhala más amor por el cine que he visto en mi vida.

La cinta no es perfecta, pero sus aciertos, buscados o no, son increíbles, empezando por una fotografía en blanco y negro granulada, con poca definición, en 16mm, que nos sumerge de lleno en un submundo, - valga la redundancia -, propio del infierno de Dante y representado por el Bosco en el "El Jardín de Las Delicias".
La presentación de los personajes y su tratamiento, marcado por la comprensión de cada situación personal, genera una empatía inmediata; el montaje hace que el interés no decaiga y la música esta perfectamente integrada, de hecho la música se añadió a la película sin pedir permiso al autor, DJ Shadow, el cual al ver una parte del documental montado la cedió y colaboró gratis remasterizando y creando pistas nuevas.
En fin, un documental realizado con la intención de cambiar la vida de sus protagonistas y aportar un gran grano de arena a la historia del cine documental.

La palabra que mejor define esta película es "incapacidad";la historia parte de un relato que da para un mal corto y acaba convirtiendose en un horroroso largometraje,Juanra Fernández consigue escribir un guión que aparte de tedioso cae constantemente en el ridículo, así como su desafortunada protagonista Ona Casamiquela que es incapaz de expresar cualquier tipo de emoción,el concepto que tiene del terror es lo más parecido a la indiferencia y que conste que la protagonista en principio no es autista...en fin,una fallida ópera prima que espero sirva de aprendizaje para no repetir los mismos errores en posteriores trabajos.

Más allá del evidente valor de las películas de los hermanos Lumiere y sus operadores, no esta de más recordar que "la aventura" empezó en 1888 con el film "Roundhay Garden Scene" de Louis Le Prince ,verdadero inventor del cine, esta película aún se conserva, si bien es cierto que la primera patente del cinematógrafo pertenece a León Bouly, patente que dejó registrada en 1892 y que no pudo pagar y de la que se hicieron dueños los hermanos lumiere al comprarla en 1894, que no es lo mismo que inventarla; en cualquier caso la maquina de Le Prince se patenta en 1886 y es reconocida en 1888 con el nombre de "Método y aparato para producir imágenes animadas de paisajes naturales y vida", no se llama cinematógrafo pero sirve para lo mismo y es anterior a la patente de los Lumiere en 6 años .La versión "oficial" de reconocer a los hermanos Lumiere como inventores del cine simplemente es mentira.
En cuanto al desarrollo y calidad de los cortos que se presentan en esta recopilación no hay duda de que son una maravilla y pertenecen a los albores del cine, algunos creando movimientos y perspectivas de cámara por primera vez, no se trata de desprestigiar el gran trabajo de los Lumiere, sino de reivindicar al verdadero inventor del cine, Louis Le Prince.

Película que mezcla la guerra de los Balcanes, con la crueldad del genero gore y que presenta uno de los peores guiones que se pueden ver en una sala de cine, una niña de 40 kilos contra mercenarios curtidos en la última guerra europea, todo un despropósito que repite las mismas situaciones durante una interminable hora y media, con una pobreza de medios escandalosa y una fotografía paupérrima. Todo un ejemplo de lo que no se debe hacer si quieres que te tomen en serio en el mundo cinematográfico.

Atraído por la posibilidad de ver una obra de ciencia ficción española me dispuse a ver Uranes con bastante ilusión, la cual me duro 5 escasos minutos, casi el mismo tiempo que duran los insertos en negro al comenzar la película. Es verdad que la falta absoluta de presupuesto y las condiciones de rodaje, - parece ser que 24 horas -, la podrían disculpar en parte, pero utilizar una voz en off casi toda la película con insertos de fotos fijas y una calidad de fotografía paupérrima la condenan. La película es básicamente un relato narrado e interpretado de forma totalmente amateur por familiares y amigos, es decir un video casero para reírte con los colegas, que se convierte en una tortura visual y auditiva para los que no han formado parte de la broma.