Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Magín García Restrepo
1 2 >>
Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
10
4 de junio de 2020
70 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
Martin Eden es una parodia. No es una película especialmente chistosa, pero la clave de la parodia no es su hilaridad sino la imitación de un modelo para desbaratarlo, para revelar su constitución interna. De ahí que si alguien, por ejemplo, quiere conocer la estructura de un género, lo mejor es que se fije en su parodia. Porque quizás por estar entretenidos con la trama no prestamos atención al arsenal de trucos que cualquier obra o género necesariamente utiliza y con los cuales logra su objetivo; por ejemplo hacernos llorar o asustarnos. La pregunta aquí es cuál es el objeto de la parodia. No es la novela de Jack London del mismo título en que se basa el guion. Qué sentido tendría hacer una película para parodiar una novela de comienzos del siglo XX, no especialmente famosa hoy en día. Parodiar a Jane Austen sería más entendible dado el éxito actual de las novelas, y sobre todo las muchas adaptaciones al cine y a la televisión. Pero hacer una parodia italiana de una novela de un autor americano muerto hace más de cien años no es algo que parezca tener mucho interés, sobre todo considerando lo ambiciosa que es la película. No es precisamente un video hecho por estudiantes para la clase de literatura del colegio, al contrario, se trata de una película muy arriesgada formalmente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Magín García Restrepo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
4 de junio de 2020
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tiene nada de malo que una película se desarrolle de acuerdo a un esquema fijo. Es más, según algunos, todas las historias son solo variaciones infinitas de una serie finita de modelos narrativos. Por ejemplo, las historias que tienen la forma de un viaje, o las narraciones donde un personaje llega a salvar una comunidad trastornada, y así otros moldes por el estilo. Sin necesidad de disquisiciones teóricas, que no estoy en capacidad de hacer, se puede decir que casi siempre es fácil ver el molde narrativo de una película o de un libro, aunque no se pueda precisar de modo riguroso. Así, en el caso de How to Build a Girl, es fácil decir que comparte esquema narrativo con películas como El diablo viste a la moda (The Devil Wears Prada, David Frankel, 2006) o, para no ir más lejos, con la exitosa telenovela Yo soy Betty, la fea (Fernando Gaitán, 1999). El molde es claro: joven mujer, no muy agraciada, logra hacerse respetar por su talento en un medio social superior al suyo, donde además la apariencia es decisiva para triunfar profesionalmente. El éxito, que parecía el tesoro principal, resulta ser un señuelo para caer en la degradación moral, de la que la protagonista se salva apreciando sus orígenes humildes, que al final se convierten en una ventaja, pero sin renunciar a lo ganado en la lucha por el ascenso social, dentro de lo cual, casi siempre, se incluye un amorcito.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Magín García Restrepo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
4 de junio de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La muchacha tiene el cuerpo débil y el alma hecha cenizas. El asesinato del padre desbarata su vida, y la inoperancia y la corrupción del Estado no son precisamente un alivio para tanta desgracia. En estas circunstancias, la posibilidad de venganza es el único impulso para seguir viviendo. Pero el asesino resulta ser un muchacho como ella, solo que más solitario y más herido. Al duelo se agrega el conflicto moral frente a la humanidad del victimario, de ahí que la venganza se transforme de un motivo para existir en un infortunio más que padecer. Este es el planteamiento inicial de Matar a Jesús, y se descubre a los pocos minutos de comenzar la película, o incluso después de ver el tráiler y leer la publicidad. Pero, como es obvio, una idea no basta para salvar una obra. Digo, el desarrollo concreto de la idea es el que no funciona del todo. Una película tan verista, filmada en las calles de la ciudad, protagonizada por actores que viven en esos mismos callejones en la vida real, resulta extrañamente abstracta. El verdadero drama de la protagonista, en su concreta realidad, nunca se llega a ver en pantalla. Lo más que se puede decir es que las imágenes ilustran un sencillo esquema dramático, pero casi nunca llegan a encarnar los conflictos de forma que nos golpeen con suficiente contundencia, para llegar a entender, de verdad, el dolor de la protagonista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Magín García Restrepo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
25 de mayo de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas películas tan centradas en un solo personaje como Joker. Hasta la cuidada reconstrucción de Ciudad Gótica/Nueva York de comienzos de los ochenta resulta ser un mero telón de fondo para el monólogo del protagonista. La ciudad y sus habitantes se desvanecen en la memoria del espectador, convertidos en un mugroso y plano escenario para la aventura del personaje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Magín García Restrepo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
4 de junio de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Eso que llaman amor de Carlos Arbeláez recuerda el último cine de Gaviria en ese intento de crear personajes reales sacados de la calle, con sus gestos y su voz, pero embutidos en estructuras narrativas típicas, mil veces vistas en el cine y la literatura. Se trata de tres parejas que viven historias ligeramente conectadas a lo largo de una sola jornada. No es necesario entrar en los detalles de la trama, baste con decir que uno de los personajes es una prostituta de buen corazón y otros dos son payasos que ríen para no llorar. Quizás la intención de semejante convencionalismo es conectar con el público, que reconoce los personajes y se siente invitado a la conversación, en vez de repelido por unas historias y unos seres demasiado sui géneris. La intención de llegar al público es por supuesto muy encomiable, y es un hecho que una cierta dosis de convencionalismo le hace bien a muchas obras, al proporcionarles un terreno de cierta firmeza para lanzarse a exploraciones más arriesgadas. Pero por otro lado, personajes e historias demasiado estereotipadas puede ser nitroglicerina guionística, que puede estallar en las manos de quien manipula tales figuras acartonadas sin el suficiente cuidado y finura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Magín García Restrepo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Más sobre Magín García Restrepo
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow