Para el presupuesto con que debió de contar esta película, y lejos de ser buena, tampoco está mal. Quizá pequen los demasiados minutos tarantineros de interrogatorios, pretendidamente, inteligentes.
En fin, cuantas peores superproducciones nos tragaremos.
Eso sí, la he visto entera, que es lo que hay que hacer para tomarse la licencia de hacer una crítica pública.

Película perfecta para ofrecer su visionado a tu deidad favorita, fijo que que suma puntos para el cielo.
Decir que es mala es como decir que Hitler era un poco antisemita.
He visto películas la traza machista de ser siempre una mujer la que mete la pata y pone a todos en peligro… pero que lo haga la protagonista, una y otra vez, pintándola a su vez de heroína, es algo que no tiene por donde cogerlo.
El novio de la heropayasa un moñas blandito, calzonazos y complaciente, que parece salido de una peli de Disney (de las actuales bazofias, no de las del genial Walt).
La niña más cursi que un repollo con lazos y un zombi enamorado y celoso, ponen la guinda sl pastel. El resto de actores, prescindibles a excepción del típico jefe militar cuadriculado y, supuestamente, tildado de idiota que es el único que logra caer bien ante tanta necedad.
En fin, una joya si se pudiera denunciar en el juzgado.

Imagino a un hemipléjico sin dedos que acaba de escuchar “fuente y caudal”, coge una guitarra y se propone tocarla en media hora. Algo así le debió pasar a Marc Martínez cuando vio la naranja mecánica y parió este aborto.
Una puesta en escena digna de un niño que coge una cámara por primera vez. Los actores son malísimos pero, en el caso Alex Manury, la ineptitud actoral llega a su culmen.
Guión, fotografía, dirección… ya pa qué!?
Le pondría un -10, pero lo mínimo es un 1… y mira que me jode darle un uno.

Pues como viene siendo desde hace años, otro zurullo de comedia española sin gracia y llena de clichés.

Los actores: repesca de “aquí no hay quién viva” y “la que se avecina”, como viene siendo costumbre también desde hace años. No hay película española que, viendo a los dos primeros actores, no sepas cuales van a ser los secundarios. Mención especial a Jordi, que no me explico como habiéndose currado un personaje como “el Recio”, sea tan anodino, aburrido y falto de gracia y matices en el resto de los trabajos que ha hecho.

En fin, un despropósito de comedia sin gracia ni talento por ningún sitio.

Verdadera necedad de película en la que se suceden escenas absurdas con desenlaces inesperadamente previsibles. Un par de desnudillos de la actriz, para deleite del director y un director de fotografía con pueriles ínfulas artísticas.
En fin, porque no hay cero, le pongo un uno