Película Colombiana sobre una localidad Colombina, pero también puede ser cualquier zona asilada por el olvido y la desidia del Estado de cualquier país; si bien el argumento puede ser cliché: Barrio marginal, jóvenes rebeldes desencantados, maestra con aires de pretender cambiar todo, maquinaria que los aplasta y les cierra las puertas a caminos diferentes, y más jóvenes rebeldes desencantados frustrados y muertos. Todo lo anterior hace parte del argumento de Estrella del Sur, nada nuevo, no hay elementos ni tratamientos diferentes, no hay un coherencia narrativa que permita develar los elementos intrínsecos de la historia, por ejemplo, no hay un punto de giro claro con la presencia del grupo criminal que persigue y amenazas los jóvenes “Mano Negra”; quizá sea necesario hacer un alto y hacer la claridad que dichos grupos existen, fomentan el miedo y la muerte, y muchos de ellos incluso logran establecer Para-Estados en diversas regiones para el caso de Colombia. Ahora bien, para el asunto concreto del film, no existe ese código que establezca el por qué de ese grupo, de la vacuidad de sus líderes y su relación con el protagonista, además de las apariciones tan flojas y poco convincente de algunos actores de las escenas.
Se establece una radiografía sobre las complejas decisiones y dicotomías que afrontan los jóvenes y más si son de un ambiente sometido al prejuicio y el estigma por parte de la sociedad roída por la imagen y el consumo; de jóvenes incapaces de resolver y establecer posiciones conscientes y decisivas frente a sus destinos; la apatía colectiva de pretender cambiar el entorno; el desencanto ronda la película, desencanto frente a un sistema que cierra puertas y mata gente, excluye y viola con la complicidad de la noche y el silencio en las esquinas, en los pasillos, en las aulas de clase.
El tema circunda la desesperanza, el no futuro, la marginalidad, escenarios tan reales como la pobreza, actuaciones tan lucidas y notorias como la de la maestra (Julieth Restrepo) quien en su enmaraña emocional somete al espectador una sensación de seducción y optimismo.
Estrella del sur es una película que se debe ver, su mensaje a pesar de ser tan “cotidiano” parece que se nos olvida en la cotidianidad.

Lo primero que tendré en cuenta para mi análisis personal, es la forma en la cual se nos muestra este contenido, ya que utilizan el recurso del documental para tratar de evidenciar un problema que nos compete a todos, como en este caso LA EDUCACIÓN.
Lo extenso del documental (145 minutos para ser más exactos) hace de este material uno de los más prolongados que he visto, cuyo ritmo se torna monótono y pesado, con una dinámica y un hilo narrativo que produce que el espectador se hastié en el aburrimiento. Lo antes mencionado lo argumento en las dramatizaciones caricaturescas y poco verídicas, en la pobreza cinematográfica, ya que se recurre constantemente a una voz en off acompañadas de algunas imágenes que tenía como figuras nada más y nada menos que: a Einstein o Freire con emblemáticos epígrafes cuya función al parecer es de solventar el discurso de los maestros Entrevistados; otro error que se adentra pero ya en su contenido desde mi modesta apreciación, son los diálogos a unos cuantos expertos con monólogos extensos y un tanto parcializados, ya que nunca se nos muestra la otra cara; la del docente, la del maestro de todos los días, o bien si lo muestran pero como un verdugo, como un carnicero hambriento de sangre, como el antagonista, como el precursor de una lógica educacional tal vez perversa de la cual también hace parte y es víctima, ya que este es en ultimas un problema sistémico cuyas falencias y precariedad no es de forma, sino de un fondo bastante virulento.
No me quiero convertir en un tipo de inquisidor, sin embargo hay varios elementos que aun no me quedan claros y en los cuales se pueden ahondar en complejas discusiones de carácter político, cultural, social y económico.

Mi primer interrogante está encaminado en la labor del maestro y su faena histórica en el desarrollo social de cualquier comunidad, lo menciono ya que esto nunca se ve evidenciado a lo largo del film, la segunda inquietud es la miopía con la cual se abordan el panorama de la educación, especialmente en un continente como el nuestro, (América Latina) donde la pluriculturalidad, la riqueza étnica y sus cosmogonías, hacen de este escenario una colcha de retazos de difícil comprensión y de rico aprovechamiento investigativo, además de estar inmerso en condiciones miserables, injustas, indignas, de un profundo rechazo e insensibilidad hacia el otro, manteniendo disociada a una sociedad que está al borde hacia la desesperanza… Mi tercer interrogante es sobre lo superfluo, la falta de profundidad al abordar las directrices educacionales, del por qué y para quien la educación, ya que estos son modelos desarrollados e impuestos a países como estos desde el Banco mundial, el Fondo Monetario internacional… Omitiendo a su vez la responsabilidad del Estado.
La realidad en el documental es estática, casi muerta, no existe. Ya que nunca se escucho la voz del que debería ser el protagonista EL ESTUDIANTE ni tampoco hubo un contexto claro, ni condiciones sociales expresadas en una familia, en una religión, en patrones culturales y psicológicos, en alienación mediática, en la carencia de recursos económicos etc... Nada de esto alumbro…