Adaptación de la novela "Trilby" de George Du Maurier y única película en que he disfrutado de la sobreactuación de un genial John Barrymore quien se movía como pez en el agua encarnando a Svengali.
Archie Mayo realizó una buena dirección y recomiendo esta película para reivindicarle ante quienes lo acusan de ser un director anodino. El famoso travelling sobre los tejados parisienses y la marcha de Trillby hacia la casa de Svengali quien la atrae mediante hipnosis, son escenas memorables y brillantemente resueltas. Esto es de agradecer en una película bastante modesta que tampoco tuvo demasiados recursos escénicos, pero que fue sacada adelante con una buena historia narrada con gran ritmo y dominada por un inmenso Barrymore y con una bella Marian Marsh como Trillby.
También esta película atesora uno de los finales más originales y a mi ver, más brillantes de la historia.

Este arcaico western es una indudable joya y sin duda un referente. La odisea de los colonos a través del oeste es completa, les pasa de todo, indios, ríos caudalosos, fangales, nieve, villanos, pero ahí está un juvenil John Wayne para sacarles de cualquier atolladero.
Todas estas situaciones están filmadas con maestría por Walsh, quien recreó un montón de memorables panorámicas que dan la impresión de estar asistiendo a una exposición pictórica. La historia y los personajes son demasiado arquetípicos y lineales, lo cual creo que lastra el bagaje general, pero no hay que olvidar que es una cinta del 1930. En esa época era la bomba y, particularmente creo que es el primer western sonoro que considero un clásico de nivel alto.

Lewis Milestone era un director con una especial buena mano para el cine bélico. Sin novedad en el frente es una película que además de adaptar de forma muy adecuada la novela de Remarque y su mensaje, es por sí misma una obra maestra también, y a pesar de ser tan antigua, creo que pocas veces se ha conseguido plasmar la guerra y sus horrores en el frente como en esta película, que salvo ciertas escenas de batalla rodadas con la velocidad trucada es también muy lograda tecnicamente y aun hoy resulta convincente, a pesar de haber visto las peripecias del soldado Ryan y otras cintas mucho más modernas.
Para mi gusto, ésta y Senderos de gloria, son las dos obras cinematográficas de referencia acerca de la primera guerra mundial y uno de los puntales de la historia del cine bélico, en representación del sector menos belicista, que la guerra la sufren todos y el género no solo lo representan Rambo, los boinas verdes o el séptimo de caballería con toda su carga militarista.

Al contrario que los otros opinantes, no creo que la peli sea tan mala, ni que John Lennon lo haga tan mal, y por supuesto, cualquier mención a las motivaciones del pirao del Chapman, me parece tan inapropiada como de mal gusto. Es evidente que quienes aportan este tipo de humorísticas comparaciones, no comparten el mismo tipo de humor que el de esta película, que es bueno, inglés y además, con un tono surealista que le confiere gran originalidad.
Si te pones a ver la película para ver a John Lennon, y centras todo en él, no criticas una cinta en la que el beatle solo aparece como uno de los múltiples secundarios, como los excelentes Jack McGowran o Roy Kinnear, excelentes ambos como siempre. El prota es Michael Crawford, quien crea uno de sus maniáticos y pusilánimes personajes en la piel de un patético oficial británico que sirve de hilo conductor para desmitificar y reírse de los tópicos del militarismo. Creo que este es el contenido de la película, que eso sí, es un poco rara a veces. John Lennon está perfecto en su papel, aun siendo el mayor rokero del reino, supo ser un soldado medio tonto con su talento habitual, que Lester resaltó en su día.

Basada en la novela "Little Caesar" de W R Burnett, el éxito de esta cinta contribuyó al auge del cine de gangsters, que ya venía siendo un género muy frecuentado y con algunas obras destacables, como las del Sternberg pre-Dietrich, pero que en los primeros días del sonoro no contaba aun con ningún referente de peso, hasta la llegada de Rico Bandello (Edward G. Robinson) protagonista de "Hampa dorada" y el primer integrante de la santísima trinidad con Tom Powers (James Cagney) en "El enemigo público" y Tony Camonte (Paul Muni) en "Scarface".
La historia es muy esquemática pero está resuelta con brillantez, sacando muy buen partido de varias secuencias clave, me gusta mucho el primer asalto al banco, narrado con un original montaje.
Buen trabajo de Mervin Le Roy, quien supo dotar al film de un buen ritmo narrativo y algunas imágenes memorables, como por ejemplo el final.