¡Qué gran película! un reparto excelente, un Jean Reno espléndido, un Gary Oldman, bárbaro, y una Natalie Portman inconmensurable, que maravilla y enamora tanto a la cámara como al espectador.
La película, muy bien rodada por un gran Luc Besson te mantiene en vilo desde los primeros segundos, te seducen sus personajes, secuencia tras secuencia con sus brillantes interpretaciones, el ritmo es trepidante, la parte emocional está muy presente en toda ella, y toda ella està acompañada de una magnífica banda sonora de Eric Serra.
Una gran película, tal vez algo infravalorada, y que realmente merece la pena.

La película es tierna, dulce, enigmática, sin artificios, eso me gusta, y el desamor en parte tiene culpa de ello, dos historias rotas, tristes, sin luz, resucitan al cruzarse sus miradas, sus palabras, su música, renace la esperanza y la ilusión para volar de nuevo. Son como dos almas gemelas que se complementan perfectamente, y puede pasar cualquier cosa, eso sí, será bueno, porque la calidad humana de ambas se vislumbra desde el principio y te hace sentirte más cercano a ellos y a sus historias. La banda sonora está hecha a la medida de la película y a mí me encandiló desde el principio.