Es una historia clásica de navidad con todos los ingredientes y tópicos al uso. La idea de que el argumento, en resumidas cuentas, sea un viaje en tren, podría parecer sosa, pero nada de eso, las sorpresas y la acción dominan casi todo el metraje. Posee la ternura de Que bello es vivir y la acción de Indiana Jones. Zemeckis nos hace bajar por una montaña rusa a toda velocidad y volar como un águila por los acántilados.

Después de la gran novedad que supuso ¿Quién engañó a Roger Rabbit? al mezclar personajes de animación en un entorno real, Polar Express da otra vuelta de tuerca al fundir personajes reales en un entorno de animación. Casi el proceso opuesto.

No sabría decir si en esta película hay más acción o más destrucción. Persecuciones en overcraft, casas echadas a bajo por camiones, motoristas locos compitiendo sobre los coches aparcados en la calle...de todo.

Mucha acción, sí, pero un guión muy, muy flojo; diálogos mínimos y el inexplicable cambio de actitud de las bandas callejeras, que de querer la muerte del protagonista a toda costa pasan, instantáneamente, a ser buenos amigos. En fin, de novela rosa.

Este cortometraje plantea el "ejercicio teórico" de ver qué ocurre cuando la sinceridad absoluta intenta librarse de ataduras pero choca con la moral.
Las actuaciones son tan solo correctas pero, como buen corto, todo acaba con un interesante (gracioso en este caso) remate.

Lo primero, siento predilección por el cine animado y esto puede influirme a la hora de valorar la película en todas sus facetas, lo siento.
En esta ocasión los animadores no han querido reproducir las realidad lo más fielmente posible, como hicieran en otras ocasiones, sino que han optado por un estilo clásico de animación, mostrando las formas más gestualmente, sin incidir en el detalle y sobre todo introduciendo golpes y caidas a discrepción.

Vibrante y muy rápida. Lamentablemente la historia no llega a ninguna conclusióny el final es demasiado abierto.

Bonita y bien rodada historia que creo haber visto antes. Argumento trilladísimo y en absoluto original. A ver, tenemos a Cruella de Ville, al patito feo, a Babe el cerdito valiente (todos los animales hablan), miles de películas deportivas de milagrosa superación y... ah sí, a Dumbo (animalito acomplejado que obtiene la aprobación de su entorno). No falta nada.

Lo mejor: el divertido doblaje de las moscas a cargo de Gomaespuma.
Quién la disfrutará: Cualquiera que no haya visto mucho cine y/o disponga de una hora y media libre.