El hecho que esta película nunca haya sido editada en España, unida a la pésima calidad de las copias que se pueden encontrar en Youtube, han hecho que esta joya del cine negro sea todavía absolutamente desconocida. Y es que estamos ante un noir increíble. Ofrece todo lo que los apasionados a este cine buscan: Un detective privado que es contratado para un caso en principio insignificante; un cliente complicado; unos matones que no le van a dejar ni un momento de tranquilidad; una serie de femme fatales (entre ellas la guapísima Janis Carter) que trataran de volverle literalmente loco; y finalmente, una trama apasionante que se va poco a poco complicando hasta el punto de hacerla increíblemente enmarañada. Se distingue de otras de este género en que nuestro protagonista (el actor Franchot Tone) no es alto ni guapo, ni tiene la clase de Sam Spade o Philip Marlowe, pero sí una personalidad propia que te atrapa desde la primera secuencia. Estamos, en fin, ante una película absolutamente imprescindible para los amantes del cine negro.