Sin embargo, a Vicent no le sirvió de nada, ya que cuando realmente necesitó de sus tics para distraer a el empleado, estos no se expresaron. Y a Alex, que abre mas de tres veces la puerta antes de cruzarla, tomó coraje y salió a demostrarles a sus compañeros que, si era capaz de robar comida, el cual fue todo un éxito. Éxito que pagó, ya que le dio dinero al empleado para que fingiera. A lo largo del film, siempre se mantiene el humor relacionado con los trastornos de los pacientes, generando que alguna situación desate a estos. Por ejemplo, cuando en la clínica durante la hora del almuerzo, Vicent se acerca a la mesa de Alex y pide permiso para sentarse junto a él. Este lo permite siendo que cuida demasiado su radial. Al mirar de lejos la mesa de Marie, ella lo mira a Vicent y se muerde el labio de manera seductora y inevitablemente desata un tic en él: ¡Vicent escupe en la cara de Alex toda su comida!
La amistad entre los chicos se va fortaleciendo a lo largo del viaje, comprendiendo sus diferencias entre ellos y hasta tomándolas con humor. Ya no comprendían si los insultos de Vicent eran parte de su Tourette o era el mismo. De manera mas profunda, se puede naturalizar la amistad entre los hombres siendo que Alex es aparentemente homosexual, aunque lo negaba. Esto se ve en la escena en la habitación del hotel donde los tres chicos duermen en la misma cama y Alex, intenta acercarse a Vicent, pero se arrepiente. Sin embargo, Vicent le extiende la mano.
El amor también se manifiesta en la tragicomedia. Marie es quien se acerca a Vicent de manera muy impulsiva hasta manipuladora. Porque ella es consciente de que cualquier acción provocativa, o incluso, un simple acercamiento, podía hacer reaccionar a Vicent de manera inevitable. Ya sea gritando: ¡Senos! O ¡Qué asco un beso!
Durante el viaje en una parada, se tiran a fumar un poco de marihuana y Alex encerrado en el auto, libre de contaminación, enciende su música de Bach. Música clásica que relaja su oído. Antes los efectos de la marihuana que los libera, Vicent y Marie comienzan a bailar, y el contacto entre ellos, los lleva a un beso. Esto frente a los ojos de Alex, que no lo tomo muy bien.
También hay sexo entre ellos de manera implícita, en los bosques de una de las excursiones que emprenden hasta la cima de una montaña. Allí, se ve la crudeza de un cuerpo anoréxico.
Es un poco incomprensible que los chicos quisieran subir la montaña sin considerar que Marie no comía y que su estado físico era muy decadente. Me suena ilógico que no tomaran esto en cuenta en muchas ocasiones. Sin embargo, comprendo que pueda ser por inmadurez de los chicos, y también causa que reafirma el final.
Ya finalizando, para mi gusto la película es muy buena. El talento de los actores hace que naturalmente te creas el personaje. La amistad entre ellos se vuelve muy simpática, los personajes son muy tiernos y esa sinceridad que inevitablemente sale a luz genera situaciones incomodas muy graciosas.
En cuanto al deseo de Vicent de esparcir las cenizas antes de cumplir con eso, Alex abre la lata donde estaban contenidas, y se explota. En esta escena hubiese esperado un poco mas de enojo o furia, tal vez, por parte de Vicent. Sin embargo, lo dejaron pasar. Entonces no hubo tanto sentimiento de madre e hijo, de tristeza, de adiós, que me hubiese gustado esperar. Sino que el final se inclina por otro lado. Es una película más, donde se fusiona y se da muy bien los trastornos psicológicos con el humor, en historias de amistad, familia y amor. Película sencilla que no promete mucha trama.