Esto no es cine, es una exhibición de tecnología digital, músculo y violencia. El interesante tema se queda en nada al no desarrolarse, no hay trama. El guión resulta ridículo al limitarse a una voz en off que se dedica a alabar la valentía de los héroes. Los diálogos son escasos e inconexos. Un director honesto no habría intentado rellenar la nada con dos ridículas historias paralelas, una se supone de amor, la otra de traición, que están tan poco tratadas que se despachan con un par de escenas, resultando islas incomprensibles en mitad de un océano de sangre y músculo. Da pena y es lamentable.

Sobre las supuestas bondades he de decir que:

- Los homenajes están muy bien siempre que dignifiquen al homenajeado y no queden en parodia.

- En el cine, una estética particular sirve para apoyar lo que se quiere contar, si lo que se cuenta no es nada, sólo un pretexto para una estética particular, no es cine, quizás sí arte digital.

- Dudo que como arte digital esto tenga algún valor, si lo tiene, un cortometraje, bastante corto, habría resultado mucho más digno, aunque menos rentable.

La película destaca por lo interesante del tema, y de ahí mi nota. Pero cinematográficamente aporta poco. Un guión algo simplificado, una dirección convencional a base de estructuras del cine comercial y especulativo con muchos recursos vulgares y unas actuaciones que sólo pueden calificarse de correctas, y no siempre. Buena ambientación, vestuarios, decorados y atrezzo, con recursos y oficio, a pesar de las leves incoherencias históricas en lo referente a épocas artísticas, como algunos objetos u escenarios demasiado barrocos para la época. Algunas escenas bellas gracias a ello y a la correcta iluminación.

El personaje principal resulta poco creíble pues se intuyen unos rasgos de personalidad no coherentes con la empresa que desarrolla. Parece un personaje cándido y no demasiado enérgico, un Lutero un poco blanderas y ñoño para enfrentarse al Papa de Roma.

La peli se desarrolladas a través de un guión muy básico y poco serio que no tiene ningún interés en ir más allá que lo mínimo necesario para, sobre él, poder exponer las diferentes ingeniosas escenas que van planteando variadas críticas a la sociedad occidental, tocando muchos temas, sexo, tecnología, política, etc... pero de una forma liviana y superficial, como el propio guión. A pesar de ello el talento de Allen para crear situaciones cómicas cargadas de crítica social hace que la peli sea interesante, divertida y muy, muy puntualmente, genialmente ingeniosa, mucho mejor a mi juicio que las películas de los hermanos marx, que son para mí su claro precedente. Aunque me parece a mí que todo esto no es suficiente para ganarse unas puntuaciones que para mí son excesivas.

La peli está entretenida, la actuación de Douglas es buenísima, la historia es interesante, la ambientación curiosa, en general está muy bien...pero hay algunas cosas que no llegan a encajar del todo, como que los dos protagonistas sean hermanos, lo que al final es irrelevante; y alguna cosilla más. Algunas cuestiones técnicas a los ojos de hoy nos resultan un poco cutres, pero a los ojos de hoy, claro.

Excepcional fotografía y calidad visual, con imágenes bellísimas, como la del coche bajo el agua. Pero el cine no puede ser sólo eso y esta película no tiene ningún ritmo, el guión es flojo, carece de toda tensión, intriga y la dirección artística no consigue que podamos creernos unos personajes que ya son demasiado planos en su concepción. Algunos la consideran maravillosa, que es como un cuento dicen, pero yo solo veo ingenuidad. Y no la ingenuidad que Laughton consigue expresar en sus portentosas interpretaciones de otros pelis, o una ingenuidad como tema a tratar en la película. Es la ingenuidad de un guión sin matices, pobre, unidireccional, sin contrapuntos, sin claroscuros, demasiado directo y aburrido. Tendrá todas las referencias culturales que quieras, a Hansel y Gretel he leido, religiosas, al propio cine, pero si estas referencias son lanzadas sin un ritmo, sin intensidad, no sirven de nada y es como el que habla con palabras grandilocuentes para decir las mismas tonterías de siempre. La película peca también de que no se guarda nada, todo está claro desde el principio, se ve venir, y esto en una película dramática no puede ser, porque le quita la tensión necesaria. Inexplicablemente sobrevalorada.