"Los puentes de Madison" 1995
Clint Eastwood

La elegancia fílmica de Eastwood y su equipo técnico\ artístico es formidable. Una tremenda actuación de la hermosa Meryl Streep y una historia hilvanada con el mismo amor que expelen los protagonistas. Un ejemplo de buen cine, hecho con profunda investigación, no sólo a nivel histórico, sino que a nivel profundamente humano, sin artilugios innecesarios, solo acudiendo a las vísceras de la conducta humana y sus deseos

"Nadie sabe que estoy aquí" Chile, 2020
Producida por Fabula.

No puedo negar que existe una bella propuesta fotográfica, sutil y enternecedora, un trabajo de sonido muy correcto (algo que hace mucha falta en las producciones nacionales) un trabajo de locaciones excelente. Las actuaciones son correctas, así como la película. Pero que mal le hace al cine Chileno abordar temas, que a parte de ser inverosímiles, no logran conmover al espectador. El tratamiento es más emotivo que lo que se plantea a través de él. Habiendo tanto tema que abordar en un país (de la forma y a través del género que se les parezca, la idosincracia Chilena da para un millón de Películas) totalmente abandonado por el pensamiento critico, los hermanos Larrain venden el sueño americano desde un país que vive la antítesis, en este caso Chile, donde los sueños se derrumban cuando te planteas concretarlos. Admiro el compromiso de Jorge García con su papel, al director por su forma de abordarlo, pero tratando una situación que sólo podría conmover a sus personajes y no al espectador. Algo que ya se va haciendo usual en las producción Larrainezcas... Demasiada forma y poca compenetración e investigación.

El Pacto de Adriana (2017)
Lissette Orozco

Cuando una inquietud se le mete en la cabeza a una cineasta, no hay vuelta atrás, si es que te decides a documentarlo. Pero que difícil misión es registrar la realidad cuando hay vínculos afectivos involucrados. La verdad y la mentira entremezclada con la familia, aquel núcleo social inexpugnable, difícilmente se ponen de acuerdo. Ser objetivo en esta mazmorra emocional se convierte en un conflicto intenso y el rompecabezas se vuelve imposible.

La directora y guionista Lissette Orozco nos permite entrar en este viaje personal, en la que conviven dos caminos. La ayuda fraternal y la busqueda de la verdad. La linea divisoria entre ambas se torna difusa y eso es lo interesante de este documental Chileno.

LA DOLCE VITA

Algo me sucede con "La Dolce Vita" visionandola por primera vez. Parte de manera extravagante y única. Se es posible permanecer atento sin un hilo dramático convencional, dispuesto a derretirte en las sensaciones más que en las circunstancias mundanas. Marcello (Mastroiani) es una especie de ser inerte que, cuán zangijuela, se aglutina en terrenos impropios, intentando vagamente pertenecer. Este languido deambular contrastado con la pomposidad de la aristocracia en la que Marcello se cuela, se hace interesante de presenciar. Marcello es un periodista y busca indistintamente inspiración, entre diferentes clases sociales y comportamientos. La lisergica y esquizofrenica burguesía por un lado, y el calmo y abulico proletariado. Marcello es una especie de parásito que se posa pero no logra nutrirse. Hasta estos parámetros la película es efectiva dentro de su extravagante perspectiva. Lo que me desencanta es la excesiva recurrencia de este recurso, que te seduce con la cantidad de especias que pone sobre tu plato, pero termina arruinando el caldo.

Pulp Fiction
El don de la palabra

Las dos primeras películas en la filmografia de Tarantino, "Perros de la calle" y "Pulp Fiction" tal parece que fueron escritas en un laboratorio Suizo, con microexactitud y ultra precisión. No puedo hablar de una sin abordar la otra. Son como un disco doble conceptual.

Si... me sumo a las palabras de muchos fanáticos del director, de miles de críticos de cine que lo aman u odian. Tarantino es el concepto "buen ladrón" hecho persona. Así como Jules (Samuel L. Jackson) termina siendo "un buen gangster" dando lecciones para una mejor vida, a una pareja de delincuentes amateur. Así como también "Sr. White", un experimentado ladrón y asesino, encuentra su lado compasivo e incluso esa figura paternal redimida que su accidentada vida le había escondido, dentro de la boca del lobo. Tarantino es ese buen ladrón que encuentra a través del cine una manera de contar su propia historia. No esconde sus influencias. Las ama a tal punto de hacerlas andar en su propia esencia. Es un contador de historias, y es esa su arma para atracar al espectador. No te apunta con un arma para mantenerte tenso en tu butaca. Primero te cuenta una historia, como si estuviesen hablando, tomando un café en una taza trizada antes de ponerte a trabajar con tu colega. Te distrae, para que apuntarte con un arma no se vuelva algo trillado. Te traslada hacia un lugar para descolocarte, hasta que las balas comienzan a volar. Tarantino si que ama la trama, pero valora como este termina en desenlace. Tarantino sabe que no hay efectos sin causas, y esas causas las exprime hasta no dejar néctar. Cada perspectiva importa (y si que afirmó la perspectiva en el cine contemporáneo, dando a cada personaje la importancia que merece <<Cómo es el caso de Amores Perros, Elephant o Magnolia>>) cada forma de pensar, cada posición moral, cada ínfimo detalle, hasta lo que se desconoce (Macguffin) forma parte de esta amalgama sin sentido, llamada vida, a través de diálogos, mas que de espectacularidad fílmica. Y Tarantino si que sabe darle vida a lo que no tiene sentido. Al menos en estas dos obras de arte.