Veure aquesta sèrie ha estat una conversa molt llarga amb el televisor. A cada capítol li recriminava una cosa diferent: Que eren massa esnobs, que ell era massa bo, que era un catàleg de compra de la religió jueva, que... Tots els llocs comuns són trampes a la sèrie.

I per cada judici, una bufetada i una reflexió profunda. Qualsevol persona que tingui (o hagi tingut) parella i fills, i estigui entre els 35 i els 45 anys sentirà una alenada balsàmica veient aquesta sèrie. Està plena de reflexions complexes, d'aquelles que et fas furtivament i amb culpabilitat, com una palla al vàter; i això et fa sentir que no estàs sol.

És polièdrica i et trobes identificat en un trosset de cadascun dels protagonistes que et van portant per un camí fet d'engrunes fins al moment final, en el que ja no ets el mateix.

I el final... un final que acaba ballant sempre és un millor final.

Ver esta serie ha sido una conversación muy larga con el televisor. A cada capítulo le recriminaba una cosa distinta: Que si eran demasiado pijos, que si él era demasiado bueno, que si la serie era un catálogo del falso buenismo de los judíos de Nueva York... todos los lugares comunes son trampas en la serie.

Y por cada juicio, una bofetada y una reflexión profunda. Cualquier persona que tenga pareja, hijos y esté entre los 35 y los 45 años sentirá un aliento balsámico en esta serie. Está llena de reflexiones complejas, de esas que te haces furtivamente y con culpabilidad, como una paja en el váter, y esto te hace sentir que no estás solo.

Es poliédrica y te identificas con un pedacito de cada uno de los protagonistas que te van llevando por un camino hecho de migajas hasta el momento final, en el que ya no eres el mismo.

Y el final... Un final a ritmo de baile siempre es un mejor final.

El estilo de Adam McKay hasta la fecha había tenido éxito debido a que relataba situaciones ya acontecidas y las deformaba para volverlas grotescas. La realidad era la base que ya conocíamos y sobre esta colocaba los aspectos que lo hacían reconocible como director.
Al contar una historia totalmente inventada, la caricatura general no funciona en absoluto.
Leonardo Di Caprio no lo hace mal pero no entiende su papel. Jennifer Lawrence actúa muy bien, pero su personaje flaquea al interactuar con otros personajes poco creíbles, como el chaval del supermercado o su novio periodista. Y el resto están bien, pero se pierden cuando la historia se vuelve inverosímil del todo.
Una pena, ya que Vice es una obra maestra.

No sé si esto es una crítica o qué. Es la primera vez que escribo a pesar que leo con atención lo que escribe mucha gente sobre películas que me gustan.

Si tuviera que titular esta opinión, la llamaría “Elogio de la rebeldía”. Me explico.

Esta película tiene el sabor de Cinema Paradiso, y no lo tiene porque pase en Italia, és decir, el DONDE, sinó porque pasa en un época que podríamos situar en los años cincuenta, el CUANDO.

Los autores de la película consiguen, con el recurso de la nostalgia, situarse donde es mas fácil transitar sin tener que tratar muchos aspectos relacionados con el pensamiento políticamente correcto que hoy son obligados para los contadores de historias sobre todo en el cine infantil y familiar.

Ejemplos:
1.-Hace unos días le preguntaron al director de la nueva edición de la película Space Jam por la sexualización de la conejita protagonista.
2.-Disney ha añadido una sección llamada “Black Lives Matter” en su plataforma
3.-Hay películas infantiles que adaptan sus historias al ámbito LGTBI-Q.
4.-Frozen 2 hunde su historia en la necesidad de respetar a los indígenas.

Y así con muchas historias más.

No me malinterpretéis. Estoy del todo de acuerdo con estos valores, pero creo que la principal virtud de LUCA reside precisamente en profundizar en valores del modo totalmente contrario, que es el conocimiento del mundo no desde el DISCURSO sino desde la EXPERIENCIA.

Esta forma de entender el mundo a través de la experiencia nos brinda una de las mejores sensaciones que uno tiene al crecer, que es la REBELDÍA.

Esta película habla de la REBELDÍA, por eso siendo tan simple transmite tantísimo.