No comparto la opinión de Edgar y Samantha acerca de que la escasa calidad cinematográfica de "Osama" lastre su mérito global. Creo que su valor como documento humano sobrecogedor trasciende sus indudables limitaciones técnicas. No podemos calificarla con los mismos parámetros que utilizamos para valorar otras películas.
Por explicarlo con un ejemplo: imaginemos un partido de fútbol entre el Barça y el equipo de mutiliados de guerra que, según vi el otro día por televisión, existe en Sierra Leona. Indudablemente, el Barça jugará mejor, ganará, pero la emoción que sentiremos al ver jugar a los africanos jamás la podríamos sentir viendo jugar a los barcelonistas.

Lamento sumarme al coro de los que ven en "Alatriste" una película fallida. A mi juicio ha logrado algo que parece imposible: la cuadratura del círculo. Por un lado, uno acaba con la sensación de que tendrían que haberse contado muchas más cosas para que la película fuera digamos que inteligible. Pero, por otro, los 140 minutos de metraje se te hacen larguísimos.
¿Por qué? Porque a pesar de que tiene buenos detalles (fotografía, ambientación, algunas interpretaciones), el guión es muy endeble. Se ha tratado de condensar los cinco libros en una sola película de duración asumible por el espectador, y eso se ha demostrado imposible. Se salta de unas escenas a otras sin el debido engarce, temático o temporal, entre ellas, y eso hace que el espectador se líe y pierda el interés. El guión parece escrito para alquien que haya leido los cinco libros de Pérez Reverte y tenga nociones de la Historia de España, con lo que puede comprender los datos y hechos que se dan por sobreentendidos. Pero es evidente que no todos los que están en la sala cumplen esos requisitos, y ése es a mi juicio el mayor defecto de la película.
Por otro lado, pienso que no se ha sabido reflejar adecuadamente la psicología de los personajes. Así, el magnífico personaje literario de Malatesta, como "alter ego" de Alatriste, queda por completo desdibujado en su traslado a las imágenes; mientras que la sutileza de la forma en que, en el papel, Angélica de Alquézar maneja y "tortura" a Íñigo no se aprecia en la pantalla. Por no hablar de la elección del actor principal. No niego que Viggo Mortensen es un gran actor, y que desempeña su trabajo con gran profesionalidad, pero el habla lo mata, y, además, creo que debería haberse escogido a un actor español para reflejar adecuadamente las virtudes y miserias de un soldado español del XVII (no sé, pero cuando leo los libros de Reverte me imagino siempre a Imanol Arias haciendo de Alatriste; veo en él la cara perfecta para transmitir la mala leche, la sobriedad, la lealtad, el desencanto del capitán).

A mí la película me parece muy mala. Larga, aburrida, malas interpretaciones (la de María Valverde como Lucrecia Borgia, lamentable), falta de medios (la escasez de extras en las escenas de batallas o tumultos es bochornosa), frialdad general que en absoluto transmite la intensidad emocional que se le supone al tema que trata... En resumen, insufrible.

Sencillamente extraordinaria. El guión es muy original, y las interpretaciones excelentes (me gusta sobre todo la de Bruce Willis, a quien no creía capaz de dar tanta verosimilitud a su personaje). Hay escenas (la del baile en el restaurante, la historia del reloj del padre del personaje que interpreta Bruce Willis, John Travolta hablándole al espejo del baño antes de descubrir a Uma Thurman medio muerta...) que merecen estar en una antología del cine. Pero lo que más me atrae de esta película es su estilo narrativo. No es que yo sea un fan de Tarantino (de hecho, además de esta película sólo me gusta Reservoir Dogs), pero la forma de narrar historias aparentemente dispares que poco a poco van cuadrando y al final encajan como piezas de un puzzle, me parece genial.