Para mi Mazinger es felicidad absoluta. Nací en el 73, soy de la Generación Mazinger. Igual que otros fueron de la generación Elvis, o de la generación Beattle, los de los 70 somos de la generación Mazinger. Igual que para Machado su infancia es un patio de Sevilla donde madura un limonero, para mi la infancia es Mazinger Z. Y eso son palabras mayores. Tango muchos recuerdos -y por suerte el 99% felices- de mi infancia: la pandilla, las travesuras, las gamberradas, las chicas que te gustaban, los partidos de fútbol contra el edificio de al lado, el bote, el palo, el pañuelo, el churrobá, el escondite..... pero si he de reducirlo a un solo concepto, a una sola palabra.... sería MAZINGER. Como dicen todos, recuerdo perfectamente que lo echaban los sábados por la tarde despúes del telediario, y ya se me ponían los pelos de punta con la canción de inicio... La maldad, el poder.... Pero el momento de planeador abajo, la piscina abriéndose y Mazinger asomando era algo sobtrenatural, algo que me alejaba de la vida, de mi mismo.... el bien sobre el mal, hombre y máquina fundiéndose... no puedo explicarlo, pero aún hoy, en este momento, se me ponen los pelos de punta... Y recuerdo a mi madre y a mis dos hermanos conmigo, absortos y emocionados como en nigún otro momento de la semana.... Por supuesto yo tenía un Mazinger y mi hermano otro, que nos trajeron los reyes... Pero era guapísimo, de muy buena calidad e idéntico al original, con esa cara increíble, mediría unos 50cm y tenía puños fuera y fuego de pecho (una especie de flechitas naranjas que salían del pecho). Los puños fuera salían a bastante velocidad, con un mecanismo de muelles o algo así que apretabas un botón y salían disparados... Cuantas horas pasamos jugando con estos Mazingers...Lo recuerdo y casi lloro...ya no lo tengo, donde estará??

No sé, en definitiva, algo que te ha marcado tanto, que 30 años después lo recuerdas con tanta emoción, es algo mágico, va más allá de la razón, es sentimiento, es vida, es MAZINGER Z!

Me considero uno de los mejores críticos joven de cine de España. Y he de decir que es la ÚNICA PELICULA de la HISTORIA DEL CINE que cada vez que la encuentro haciendo zapping tengo que verla hasta el final.... No puedo dejar de verla, y siempre tengo la esperanza de que va a gansr...No es coña, es una cosa muy rara, pero es así...

Me considero un gran crítico del cine de verdad: lo que yo llamo cine comercial: Cine hecho para emocionar y entretener a cuanta más gente mejor, de todas las edades y todo nivel cultural. Y esta es sin duda una gran obra maestra de este, del auténtico cine.
En definitiva, Mad Max 4 es todo lo que se le puede pedir a una buena cinta de acción -y más-. Cuenta con buenas interpretaciones, personajes llamativos, una historia atractiva y lo más importante una incansable consecución de escenas de acción que lejos de aburrirte o cansarte -A todo gas 7- te sorprenden una y otra vez con su arsenal de armas, vehículos, personajes y situaciones variopintas. Puedo decir que es la mejor película en lo que va de año y un espectáculo difícilmente superable -casi imposible- por cualquiera de los muchos taquillazos que aún quedan por salir ¡Mad Max ha vuelto, ha arrancado su V8 Interceptor y ha adelantado a todas las grandes franquicias del momento en un suspiro!

Me considero un experto en películas de terremotos y he de decir que San Andrés es espectacular de principio a fin, no tiene desperdicio. Trepidante desde el principio hasta el final, imágenes catastróficas como nunca se han filmado (toda la escena de la ola es alucinante), rascacielos derrumbándose una tras otro como nuca se ha visto, el suelo hecho añicos, barcos estrellándose contra rascacielos...una auténtica pasada.

Sí que es cierto que la carga dramática de los personajes no está a la altura de los personajes de las obras de Shakespeare, pero también es cierto que en las obras de Shakespeare el derrumbe de los rascaciuelos no está a la altura de esta película.

Sin duda ninguna, una de las mejores películas de terremotos de los últimos meses.

Trepidante película de principio a fin. Las dos vidas de la protagonista se entrelazan de manera asombrosa en un tono inmaterial donde todo es posible. Es un telefilm, sí, pero es el inicio de una nueva era en este tipo de cine megafamiliar. Entretenida, divertida, poética a ratos, sin duda de lo mejor de 2013.