Aún sabiendo que las críticas que había leído en distintos sitios la puntuaban como mala, anoche era mi día de masoquismo puro y duro. Me dispuse a ver la película, por denominarla de alguna manera, No hay palabras para explicar lo que contemplé. Un bodrio de los gordos. Unas interpretaciones penosas. Un guión deplorable y un final acorde con el pestiño de 78 minutos urdido por Mickey Keating.

En fin, sólo me atrevo a daros un consejo: No perdáis el tiempo, es infumable.

Saludos cordiales desde dassom.

La películas es malísima. El actor principal no te lo crees. Su interpretación es penosa. Ya sé que es su primera película pero es que su registro es plano hasta decir basta. La única que se salva un poco es Miriam Cabeza.
En fin, el que avisa es avisador. NO PIERDAN EL TIEMPO CON ESTE BODRIO. Existen multitud de films para ver de una calidad a distancia sideral de éste dentro del cine español más reciente.

Si escribo estas líneas es para avisar a posibles víctimas de este engendro llamado Nunca apagues la luz. La película es malísima, espantosa y ridícula. En muchas ocasiones te da la risa cuando en teoría es un film que pertenece al género de terror. Me dejé llevar y engañar por alguna crítica de los llamados profesionales del asunto y por el título que parecía sugestivo. El problema es cuando iba desarrollándose esta obra maestra y no daba crédito a los giros, el guion y giros sin sentido alguno. Lo único reseñable y que me encantó es lo guapa y buena que está la actriz protagonista. ¡Qué cuerpo y vaya ojazos!. Por lo demás, el que avisa es avisador. No pierdan el tiempo.