El excelente rodaje de esta película la hace ser aún más intrigante de lo que el argumento nos proporciona; las escenas a primer plano que te dan una sensación escalofriante, los contrastes bien definidos, los efectos especiales y muchos otros detalles cinematográficos hacen de la película una obra maestra del rodaje de los 60. Paralelamente, el innovador argumento hace que la película fracase como aburrida y sea lo bastante rebuscada para llegar a hacer reflexionar al espectador sobre las opciones que uno llega a tomar cuando las cosas van mal. En definitiva, sin pasarse de largo ni quedarse corto, esta película define lo estrafalario del cine antiguo.

Trash es una más de las grandes películas que siguen el rumbo de expirar las bases del cine sagaz de la época. Me he quedado con dos tópicos que podrían definir idealmente las intenciones del director al rodar la película: El primero es la absurda manera de grabar los pensamientos de los niños en cada momento mientras transcurre la película, ello se hace con una videocámara que graba en un momento dado y intercala en cada nueva circunstancia de la película. Niños aparentemente pobres, sin apenas dinero y viviendo de la recogida de basura del vertedero, narran los hechos y sus sentimientos (sin perder la gran sonrisa en la mayoría de veces) con un léxico fluido y perfecto seguido de un comportamiento grandilocuente (por no decir irritante y brusco) que a veces da la sensación que quiere impactar tanto como Ciudad de Dios.
El segundo punto que discuto es la manera de presentar a los personajes. Es la típica película del bueno y el malo con escenas que salen del sentido común. (Spoiler) La escena de la persecución de los jóvenes que llegan a escapar con los amigos moteros de una supuesta furcia desconocida me fascina. La película en general no hace más que jugar con el sentimiento de impotencia del espectador, no aporta un argumento lo suficientemente atrevido y te acabas quedando insatisfecho.
Sin ser más generoso, hay algunos momentos impactantes y te acabas quedando con una visión negativa de la caprichosa corrupción de muchos lugares del mundo, el cual te motiva a hablar de ello al salir del cine (o de algún tema relacionado). Pero eso no quita la forma íntegra de presentar los hechos de una forma deficiente y pasiva como los presentan es ésta película.

Moralmente aporta lo que siempre lleva ofreciendo el cine inglés en cuanto a temática: la defensa de las desigualdades (tanto raciales como económicas) en beneficio de su propia imagen corporativa y su correspondencia con las "buenas causas" del estado. Por lo visto, lo único realmente rentable para algún espectador de ésta película es que tenga una tienda de C&A delante del cine. Maldito auge del emplazamiento publicitario.