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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de Lozango
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
8
2 de octubre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un año antes de vestirse por segunda vez de cazafantasmas, el genial Bill Murray volvió a vérselas con espectros en esta libérrima y entrañable adaptación del clásico de Dickens. Aquí, su personaje es un productor televisivo que no tiene mejor idea que hacer una recreación de la historia Ebenezer Scrooge en vivo y en la noche de navidad, sin importarle demasiado arruinarle la velada familiar a técnicos, actores, productores y demás. Pero su falta de escrúpulos encontrará un límite cuando la ficción se vuelva realidad, y sea entonces él quién será visitado por cuatro fantasmas (Su viejo jefe, que lo alertará sobre su conducta, y los tres que lo llevarán por el pasado, presente y futuro) dando inicio a a situaciones que van desde lo disparatadas al principio a otras más emotivas e incluso alguna bastante lúgubre en el tramo final de la película. A destacar toda la parte del fantasma de la navidad futura, muy lograda, y el final con "Put a Little Love in Your Heart", que a muchos les podrá parecer un poco edulcorado pero a mi siempre me ha encantado.
Con una historia tan atractiva cómo la de Scrooge y un artesano muy competente en esos años cómo Richard Donner al mando del barco, se podría decir que Murray tenía el material ideal para lucirse y creó que lo logró de sobra, representando de forma soberbia el cambio de su personaje, algo que volvería a hacer unos años después en la que es probablemente la mejor película de su carrera, Groundhog Day (que en mi opinión toma varias cosas de aquí)
Al gran Bill lo acompaña aquí Karen Allen, que tras escapar de los nazis en la primer aventura de Indiana Jones, no logró consolidar su carrera. Una pena, porque en está película está excelente. También anda por ahí el gran Robert Mitchum, cómo el dueño del canal de televisión, en un papel breve que no le da tiempo para lucirse, aunque verlo aparecer en pantalla de todas formas es un gustazo.
En definitiva, una película tal vez no demasiado original y quizás ligeramente pasada de rosca, pero que me resulta entrañable y he visto repetidas veces a lo largo de los años, siempre listo para la próxima vez que la encuentre.

Saludos.
Lozango
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2
31 de enero de 2016
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película prefabricada para gustar a la crítica y arrasar en la temporada de premios, tal como lo está haciendo.
Los únicos minutos rescatables son los iniciales, con los indios atacando el campamento. A partir de ahí, la cosa parece financiada por empresarios del turismo para vender pasajes, porque solo consiste en filmar a DiCaprio en impresionantes escenarios naturales, en medio de un argumento mínimo, personajes inexistentes y varias de las escenas más inverosímiles en años, empezando por la del oso.
El aire pretencioso y pseudopoético que inunda el metraje solo la vuelve menos interesante, si cabe. Puestos a no gustar tampoco me gustaron la banda sonora ni Tom Hardy (decepcionante). En los aspectos positivos solo me quedaría con la fotografía, los efectos especiales y la actuación de Leo, aunque prefería que lo premiáran por proyectos de mayor calidad.
La primera vez que ví "21 gramos" pensé que Iñárritu estaba para grandes cosas, y aunque sigo creyendo que tiene talento, está equivocando el camino. Ojalá se reivindique en sus próximos trabajos.

Saludos.
Lozango
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8
25 de junio de 2011
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante trabajo de Michael Winner, en linea con las películas de terror de aquella época. Con influencias del cine de Polanski ("Rosemary's Baby" y en menor medida "Le locatoire"), se desarrola una historia sobre un tenebroso edificio que esconde unos cuantos secretos.
La introducción de la película es un poco precipitada e incluso bastante tosca, pero a partir de la llegada de la protagonista a su nuevo hogar el suspenso crece y se empieza a percibir la famosa atmósfera que el género requiere y últimamente tanto se descuida. A partir de aquí, vecinos inquietantes, fiestas extrañas, ruidos en el techo, revelaciones sorprendentes y la caída en desgracia de nuestra heroína.
En contra de la película se puede decir que tiene una visión retrograda sobre algunos temas (El más notorio es lesbianismo, pero no el único) y unos cauntos huecos en el guión. A su favor una buena puesta en esnena, con algún que otro momento muy logrado y un ajustado reparto (Salvo Chris Sarandon, que no me gustó) llenos de caras conocidas e incluso una super estrella venida a menos como Ava Gardner, de entre los que se destaca la bella Cristina Raines, muy convincente en su papel.
El final no es la gran cosa pero esta bastante bien. Un trabajo muy recomendable para los que le gusta el terror
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lozango
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5
15 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras una década protagonizando comedias picarescas de dudoso nivel, la histórica dupla del negro Alberto Olmedo y el gordo Jorge Porcel reformuló su estilo, involucrándose a partir de 1982 en producciones que apuntaban a toda la familia, formando una alianza con el inefable Enrique Carreras. No se puede decir que este cambio haya repercutido favorablemente en la calidad de sus obras, incluso hay consenso en que fue más bien al revés, pero en cualquier caso el dúo logró mantenerse vigente.
La película que nos ocupa es la tercera de esta nueva etapa y se trata de una parodia E.T., aquí un bicho feo llamado Monguito, que se encuentra por esas cosas con los capocómicos y sirve de excusa para sus habituales gags, algunos sin chispa , otros anacrónicos y cada tanto alguno gracioso (los de gordo boxeador) dando como resultado un producto de escasa calidad aunque bastante entretenido, gracias al oficio de Porcel y Olmedo, en especial. En el elenco, sin aportar demasiado, también hay otros actores cómicos argentinos famosos como Tristán , Hugo Varela, Mario Sánchez o José Luis Gioia, además de Luisa Albinoni y la siempre deliciosa Susana Traverso. Tampoco faltan las hijas del director (habituales de estas producciones) y por aparecer hasta aparece el dúo Pimpinela.
Vi esta película repetidas veces en mi infancia (incluso más que la obra maestra de Spielberg), y dado el cariño que le tengo, le voy a dar un aprobado. Para el final, reivindicar a la productora, Aries Cinematográfica, que con lo recaudado con estas obras, ha financiado algunos de los mejores clásicos del cine argentino.

Saludos.
Lozango
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6
2 de octubre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de la década de los 80, tras el fallecimiento del gran Alberto Olmedo, la Aries cinematográfica entró en una étapa de decadencia de la que ya nunca saldría. Ante ese panorama uno de sus padres fundadores, Fernando Ayala (un destacado director argentino que conoció tiempos mejores), dirigió esta película que parece querer dialogar con el trabajo del por aquel entonces ascendente Pedro Almódovar. En ella, un hombre (Hugo Soto), homosexual reprimido, que vive con su madre (China Zorrilla) entabla un vínculo sentimental con una prostituta (Soledad Silveyra) y el hijo de ésta, ante la mirada impiadosa de los vecinos. El resultado es una película muy entretenida, a lo que ayuda su corta duración, pero con cierto aire televisivo y marcados inconvenientes para desarrollar a los personajes y sus relaciones. Todavía más insatisfactorios resultan algunos apuntes humorísticos, en partícular aquellos que tienen que ver con el personaje de China Zorrilla en la segunda parte de la pelí, en escenas francamente prescindibles. Pero también hay momentos bonitos, como varias de las escenas del protagonista con el niño, y momentos curiosos, cómo todas las escenas "Almodovarianas". El final también es aceptable
Entre los intérpretes, Soto nunca igualó el papel que le dió la fama en "Hombre mirando al sudeste" pero aquí, sin brillar, tiene un personaje que le queda a medida. Solita Silveyra siempre fue una carismática pero limitada actriz, y en este caso se nota más lo segundo. El papel de China Zorrilla es similar al que la uruguaya repitió en varias actuaciones posteriores, en productos de distinta calidad. Aquí le alcanza con su oficio para dotar de energía a su personaje. Del resto del reparto, sólo el niño y el amigo travesti del protagonista tienen minutos considerables en cámara, sin deslumbrar pero cumpliendo aceptablemente.
Desconozco si Ayala, en su último trábajo, intento colgarse del éxito de Álmodovar. En cualquier caso, la película pasó desapercibida (en eso también puede influir la difícil situación del país en aquellos tiempos de 1991) recibió críticas negativas y a día de hoy es más bien desconocida para el gran público.

Saludos.
Lozango
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