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España España · Málaga
Críticas de kafkiano
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Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
8
25 de febrero de 2022
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo con sorpresa la escasa recepción y valoración de esta miniserie, la cual es bastante ágil, divertida, entretenida sorprendente y con su punto de mordacidad y crítica social.

La miniserie, aunque mantiene el mismo título que en la temporada uno, es totalmente independiente en cuanto a la historia y los personajes, aunque sigue con el mismo tono narrativo, atmósfera y tipo de humor, como ocurre en otras series como "Fargo". No podría ser de otra manera pues ambas temporadas son creaciones de Marc Cherry y tienen su característico sello, que recuerda a su ya clásica "Mujeres desesperadas" de hace ya casi veinte años.

Voy a intentar exponer los valores que hacen que desde mi punto de vista esta miniserie sea una buena serie, incluso superior a la más valorada primera temporada, y bastante más que muchas otras series anodinas en esta época de hiperinflación serial:

1 La historia de esta temporada, a diferencia de la anterior, se centra en una sola trama, los deseos de una mediocre ama de casa amante de la jardinería de entrar en círculos sociales más altos y más glamurosos, y las consecuencias y cambios que va a originar este deseo en su carácter y en su vida familiar. Junto a la trama principal se desarrollan multitud de subtramas, como es habitual en Marc Cherry. El guión, perfectamente construido, hay multitud de guionistas detrás, avanza de forma trepidante y sorprendente, cada final de capitulo es un reto a la imaginación del espectador, rozando lo inverosímil y subrayando su carácter de artificio, pero sin caer en el disparate o el absurdo, tan abundante en muchas series actuales. Esta serie es puro juego, no es cine de denuncia social o profundos análisis psicológicos; es solo diversión inteligente.

2 Los actores están muy bien, en algunos casos hay interpretaciones magistrales como la de los protagonistas, Allison Tolman y Nick Frost, pero también el resto mantiene un buen nivel. Consiguen transmitir los cambios de carácter y de mentalidad de los personajes a lo largo de la trama.
Llama la atención que una de las claves de la serie sea romper con los cánones de belleza hollywoodiense. Las tallas anchas y los rostros no agraciados son frecuentes en la serie.

3 La ambientación está muy conseguida . Esas casa unifamiliares de clase media, esos apartamentos decrépitos del centro de la ciudad contrastan con las mansiones de lujo de los ricos potentados. El colorido y la ambientación recuerdan a algunas comedias y a los films de serie negra de los años cincuenta; parecen viejas películas en blanco y negro que han sido coloreadas.

4 Estamos ante una comedia muy negra que recuerda a cierto cine ya casi olvidado, las comedias negras de los estudios ingleses Ealing en los años cuarenta y cincuenta y a algunas comedias muy del Hollywood clásico, todo aderezado con un cierto homenaje al cine negro americano. La última escena, salvando las distancias, recuerda al final de "El crepúsculo de los dioses" del gran Billy Wilder

5 Una objeción y una posible polémica. La objeción es que el tratamiento del problema racial en los EEUU en aquella época es un tanto increíble. Parece como si las relaciones de pareja interraciales estuviesen totalmente admitidas en aquellas fechas.
Y la polémica vendría de cierto tufillo misógino que desprende la serie; los personajes femeninos no son especialmente un dechado de virtud y honradez, salvo alguna honrosa excepción. Tampoco es que muchos personajes masculinos salgan mejor parados, pero el desequilibrio es evidente.
Sin embargo llama la atención que del total de siete personas que han dirigido la serie, cuatro sean mujeres. También es verdad que la base de la trama de la serie está en observar al papel de la mujer en la sociedad americana de aquellos años y sus problemas y miserias aparejadas.

En resumen una divertida comedia negra, made in Marc Cherry, injustamente olvidada en el amplio catálogo de las plataformas televisivas
kafkiano
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7
24 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film está dirigido por Frank Borzage , uno de los grandes del cine clásico americano, hoy injustamente olvidado, y pertenece a su mejor etapa, la comprendida ente finales de los años veinte y toda la década de los años treinta. Autor de una extensa filmografía, caracterizada por un fuerte romanticismo, Borzage es el autor más romántico del Hoollywood clásico, en esta historia sin embargo se aparta de este tipo de historias de amor casi siempre situadas en ambientes realistas, para centrarse en las andanzas de dos grupos de niños y adolescentes en un barrio de Budapest.

La historia está basada en “Los chicos de la calle Pal“ del escritor húngaro Ferenc Molnár, novela muy célebre en su país, de hecho se han realizado siete adaptaciones para cine o TV, siendo ésta de Borzage y otra del importante director húngaro Zoltan Fabri de finales de los sesenta las más importantes. La novela, publicada en 1906, narraba una historia ambientada en las últimas décadas del siglo XIX que ya presagiaba la futura primera guerra mundial. El film de Borzage parece estar ambientado en la época en que se rodó, los coches que aparecen en alguna escena así lo indican, y parece también presagiar la próxima IIGM.

Sobre la trama y el sentido del film, lo primero que hay que destacar es que no estamos ante el típico film de pandilleros, ni que su objetivo principal sea la denuncia social, aunque aparezcan algunos elementos de crítica social. Ya desde las primera escena Borzage nos enseña claramente sus cartas: estamos ante un film básicamente antibelicista. La película comienza, tras unas escenas bélicas de la IGM, con un alegato en contra de la guerra que proclama un soldado herido en un hospital de campaña y a continuación nos muestra el discurso belicista de un maestro en el colegio donde estudian los niños protagonistas del film. La denuncia de la guerra y del contraste entre el sufrimiento del frente y los discursos propagandísticos en la retaguardia resulta evidente y es similar a la de muchos otras películas de aquella época: “Sin novedad en el frente” (1930) de Milestone, “Cuatro de infantería“ (1930) de Pabst, “La gran ilusión” de Renoir (1937) o “Remordimiento” (1931) de Lubitsch. El propio título original de la película "No greater glory" (No hay mayor gloria) en relación con la imagen del cartel del film muestran claramente el mensaje antibelicista.

Después la historia se centra en la “guerra” por el dominio de una plaza entre dos pandillas de chavales, unos aún niños y otros ya adolescentes: ambas pandillas van vestidas con uniformes paramilitares y desarrollan toda una parafernalia militar: jerarquías, desfiles, banderas, que recuerdan lo que estaba pasando en Alemania en aquellos años con las juventudes nazis o comunistas. Esto ha hecho que algunos críticos hayan visto una denuncia del nazismo que se estaba desarrollando en Alemania, de hecho Borzage había rodado ese mismo año una denuncia clara del nazismo, sin necesidad de parábolas, en “¿Y ahora, qué”. Pero yo tengo mis dudas sobre esto. Las dudas o contradicciones sobre el mensaje último del film me vienen porque en efecto hay una denuncia del sinsentido de la guerra, la escena final lo indica claramente, pero a su vez la película transmite una exaltación de los ideales y valores militares, por lo menos del militarismo del siglo XIX: valentía, honor, lealtad, caballerosidad, obediencia al jefe, heroísmo, respeto a los símbolos militares: banderas, uniformes, etc. Esta exaltación de los valores militares parece contradecir el mensaje antibelicista del film, y tampoco para una crítica a la parafernalia nazi.

La película está rodada de forma ágil, hay buenas interpretaciones de los muy jóvenes actores, mezcla elementos humorísticos con otros profundamente dramáticos, todo dentro de un registro realista, como no podía ser de otra forma en Borzage. Todo el film está bañado de un cierto espíritu nostálgico, aunque creo que esto se debe más a la novela original, que era bastante autobiográfica.

En resumen , un film interesante, contradictorio en su mensaje, pero que presenta sentimientos, ideas, valores, en una narración clara , sencilla y breve . Aunque solo sea por comparar con el actual cine sobre pandilleros merece la pena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
kafkiano
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6
11 de marzo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque la película es un inverosímil y disparatado melodrama sobre una trama policiaca, aunque las actuaciones y la dirección no sean especialmente brillantes, y aunque la copia disponible tenga algunos minutos menos que el original y esté bastante deteriorada, a pesar de todos estos "aunque", creo que merece la pena ver el film por diversos motivos:

Es la primera película que hicieron juntos Lon Chaney y Tod Browning, y ya se ven algunas de las características que los convertirán en una leyenda del cine de frikis, del cine de lo grotesco. Lon Chaney todavía no hace sus caracterizaciones clásicas encarnando diversos personajes a cual mas grotesco y malvado, pero ya apunta maneras y su sola presencia, aquí es sólo actor secundario, se nota en al película dando mas intensidad a las escenas.

Por su parte también están muchas de las constantes del cine de Browning: el interés por los ambientes sórdidos, los tugurios de mala muerte, los personajes marginales y marginados, en claro contraste con el lujo y la opulencia de los ambientes pijos y refinados. Sobre ese contraste construye una entretenida trama de robo de joyas, amor redención, donde hay personajes malvados, personajes buenos, y personajes que van de lo uno a lo otro. Otra de las claves de su cine es la máxima de "las apariencias engañan"". Hay una obsesión en Browning por la mentira, el engaño que practican muchos de sus personajes y que es la base de muchas las tramas de sus películas, como es el caso de la que comentamos.

Aparte de las razones más o menos cinéfilas que he dado antes existe otra: el encanto de de las obras primitivas, el atractivo de cierta arqueología del cine; lo mismo que a muchos nos atraen las ruinas de edificios antiguos (o simplemente abandonados), también tienen su encanto estas películas tan ingenuas, con esos decorados tan de cartón piedra, con esos "happy ends" tan surrealistas ( como el esta película), incluso aunque en muchas partes de la película las manchas y rayados casi nos impidan ver la imagen. ¿No hay directores de vanguardia que rayan y estropean el soporte de la película para darle un aspecto distinto, artesanal?

En la época del cine digital y de los efectos especiales volver a ver estos "silent films" de la época dorada de Hollywood (o plateada o bronceada, da lo mismo), supone un placer especial, como visitar las ruinas de Pompeya o visitar unos frescos deteriorados en una aislada iglesia románica.
kafkiano
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7
2 de marzo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los años sesenta un tsunami cinematográfico recorrió Europa: los nuevos cines, cuyo epicentro fue la Nouvelle Vague francesa. Hasta los países del Este también llegaron estas nueva olas, incluyendo a la extinta Yugoslavia; allí se la conoció -he leído por ahí- como la ola negra yugoslava, y a esta ola quien mejor la surfeó fue Dusan Makavejev, fallecido hace apenas dos años.

Estilísticamente la sombra de Godard es alargada, y su influencia es evidente en este film y en otros de Makavejev: estilo collage, donde se mezclan falsos y auténticos documentales con cine de ficción, rodaje en las calles, hasta se ve a los viandantes mirar a la cámara sorprendidos, los actores hablan directamente al espectador, y el estilo es descuidado, antipreciosista y antiacadémico, con una clara atracción por los espacios vulgares, industriales.

En el tema ya se ven mas nítidamente las características propias de este cine: historias cotidianas con una gran carga simbólica y satírica, aquí es la breve relación amorosa entre una "liberal" telefonista húngara y un convencional inspector sanitario de origen turco, experto exterminador de ratas, en una triste y anodina ciudad yugoslava, (he leído que es Skopje). La relación acabará en tragedia como su título indica,-en otros países se llamó "Un asunto del corazón", que resalta el aire romántico que también posee la película, no exenta de lirismo. Esta historia se acompaña de largas disertaciones, hechas por expertos, sobre la sexualidad y la investigación forense-criminológica. Pero tras ese sencillo argumento subyacen otros elementos mucho más importantes: la reivindicación del sexo en libertad y una crítica, a menudo humorística y llena de símbolos, a la sociedad mojigata y represiva del "socialismo real" que se dio en los países de Europa Oriental después de la II Guerra Mundial.

Paradojas de la historia: el nuevo cine de los años sesenta hoy les parece a muchos anticuado, viejo , en definitiva. Aunque la historia da muchas sorpresas. A lo mejor lo antiguo es el cine que ahora se hace y este cine fue -y es- terriblemente rompedor e innovador. Nunca se sabe...

Una propuesta: jugar a encontrar diferencias y similitudes entre la sociedad española y yugoslava en aquellos años sesenta. Puede haber sorpresas.
kafkiano
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6
4 de mayo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película de comienzos del cine sonoro, en la época anterior al código Hays, como se observa en su temática donde la protagonista es una prostituta y casi toda la acción se desarrolla en un local de alterne de La Habana, no en París como dice erróneamente la ficha de Filmaffinity. Fue dirigida por Tay Garnett, veterano director que tuvo una dilatada carrera en Hollywood, y aunque no es equiparable a los grandes del cine clásico, nos ha dejado algunas notables obras como la primera versión de “El cartero siempre llama dos veces” (1946) o su obra maestra “Viaje de ida” (1932). Ésta que ahora comento ha estado prácticamente olvidada hasta que en el 2010 se halló una copia antigua y a partir de ella se realizó una nueva edición que es la que ahora circula por internet. Algunos críticos e instituciones, (H. Langlois en su época, el MOMA de Nueva York en los tiempos actuales), la han reivindicado como una obra maestra recuperada del primer cine hablado. No creo que sea para tanto, pero sí que tiene elementos interesantes que paso a comentar.

El tema , según algunos inspirado en la célebre canción popular “Frankie y Johnnie” , es bastante tópico: joven prostituta-ladrona (Frankie) dominada por un chulo (Johnnie) en un local de alterne en La Habana repleto de marineros, borrachos y personajes excéntricos, conoce y se enamora de un joven (Dan), apuesto, honrado y valiente marinero, (parece sacado de un anuncio Jean Paul Gaultier). También aparecen una pareja de amigos borrachos, matones a sueldo, una prostituta algo mayor (Annie), ya alcoholizada, que busca la huida y (su) la redención de la joven protagonista. Todo esto aderezado con canciones, peleas, asesinatos y algún que otro morreo. El film oscila entre el drama romántico, la comedia y el cine de ambiente exótico tropical.

Pero al mismo tiempo que se desarrollan estos tópicos encontramos una voluntad de estilo, unas innovaciones técnicas que resultan sorprendentes. Los propios títulos de crédito hechos con letra escritas en la arena de una playa que las olas van borrando son sugerentes, el travelling del comienzo es todo un prodigio técnico, digno antecedente del inicial y ya mítico de “Sed de Mal” de O. Welles. Los movimientos de cámara dentro del local, hechos con grúa, dan un gran dinamismo a una película que tiene pocas localizaciones exteriores. A nivel sonoro el sonido de la máquina tragaperras está tratado con gran habilidad, demostrando las posibilidades del sonoro, con muchos efectos sonoros fuera de campo: una paliza , el premio de una tragaperras. En su contra habría que señalar lo torpemente que está hecho el paseo en coche de caballos por la calles de la Habana y el exceso de diálogos, algo típico de los primeras películas parlantes. También la escena de la pelea multitudinaria está realizada a un ritmo acelerado más propio del cine mudo de M. Sennett quedando un poco anacrónica. Y el humor es tal vez demasiado blanco para nuestro gusto actual.

Pero tal vez lo más interesante del film sean algunos detalles que le dan un toque especial y hacen que supere todos los convencionalismos narrativos y morales que tiene: esa primera escena siguiendo los pies de Annie, la tarta de cumpleaños hecha con una magdalena y cerillas en vez de velas, la navajilla de Johnnie, toda una metáfora de su carácter y su peligro.

En resumen un film , que sin ser la obra maestra que algunos han querido ver, sí merece un visionado, sobre todo a los que gusten del cine ingenuo y romántico del periodo clásico de Hollywood. A mí me ha recordado a la célebre canción de “Los Rodríguez” que he utilizado para el título de la crítica, más que a la balada de Frankie y Johnnie.
kafkiano
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