Aun a pesar de la ausencia de ninjas , el film merece una opinión de lo más laureada, confluyendo en ella una sutil cornucopia de referencias ligadas a un genuino toque propio de Jim Wynorski, en cuya filmografía caben destacar obras de arte como Ghoulies IV (1994) y The Lost Empire (1983). La cinta presume de una calidad tan henchida como el busto (tetas) de sus exuberantes protagonistas. Como ejemplo de las referencias a obras clásicas antes citadas cabe destacar el recurso de una obra dentro de otra presente en clásicos como el Hamlet de Shakespeare o la posibilidad de que cualquier personaje caiga en el sueño de los justos como en Canción de hielo y Fuego del aclamado escritor George R. R. Martin. Es la única lacra de la película que el actor que en su día encarnó al psicópata de Resevoir Dogs no cortase ninguna oreja, lamentable.

P.S: La rubia está buena.
P.S.2: puede que los ninjas fueran muy buenos y por eso su presencia pasó inadvertida