La vida pasa y uno se pregunta si ha hecho lo que de verdad quería, si es más o menos felíz , si se arrepiente de alguna de sus decisiones. De todo ello y mucho mas nos viene a hablar SIEMPRE HAY UN MAÑANA, la película que yo prefiero del excelente Douglas Sirk. Cuando un hombre maduro, casado y con hijos, descubre que su vida es rutinaria dentro de un orden, que no existe la pasión, el riesgo y que todo se condiciona al bienestar de sus hijos, encuentra en un antiguo amor de juventud, la sensación de estar vivo, de sentirse deseado, de que la vida le brinda una segunda oportunidad. Sirk vuelve a hablarnos del egoismo de los hijos, como ya hiciera en una célebre secuencia de SOLO EL CIELO LO SABE y de esa dolorosa y a veces impalpable sensación de que la vida se nos escapa sin darnos cuenta y sin ser lo suficientemente valientes para afrontarla como quisieramos. El plano final daría para otra película.

Hay películas pequeñas, porque no destilan pretension alguna, poque lo que dicen, lo hacen en voz baja, porque sus virtudes laten en cada plano y no en su elevado presupuesto, TWO LOVERS es una de ellas, y a traves de sus insólitas y hermosas imágenes, James Gray logra por fin esa obra maestra que siempre parecía fluir en sus anteriores películas.
A través de una historia de amor dolorosa y apabullante, Gray nos habla del miedo a la soledad, del daño colateral existente en toda relación y el conflicto familiar tan habitual en su cine. Para todo ello se basta con una puesta en escena sobria que transmite autenticidad por todos sus poros y unos actores en estado de gracia, destacando un Joaquin Phoenix en el mejor papel de su carrera, como amante atormentado, dotando a su personaje de una aspereza y ambiguedad inhabituales.
Una película maravillosa que nos reconcilia con el cine.

Curiosa película del siempre eficaz Nieves Conde, donde denuncia los problemas de la vivienda, en la España de los cincuenta, a través de una familia que debe ser desalojada y tras varias súplicas y visicitudes, termina en la calle, en un final devastador que desaprobó el ministerio de vivienda, obligando a filmar un final más acorde con su política, pero menos verosímil, a la vez que forzado. No es el mejor film del director de SURCOS, ese privilegio, lo tiene LOS PECES ROJOS, pero se trata de un film estimable y valiente, que merece la pena rescatar y ver ambos finales.

Es esta, una de las películas menos conocidas del gran fritz Lang y realmente su talento sale a flote (nunca mejor dicho) desde el intrigante início, pasando por su tremenda pulsión sexual y su incuestionable dominio de la puesta en escena.Pienso en la fuerza perturbadora del río,erigiendose en un personaje más, o en el suntuoso travelling del muelle en la parte final. No se trata de una de sus mejores obras, pero ocupa un lugar más que digno junto a otras poco conocídas presuntamente menores (Guerrilleros en Filipinas,Espíritu de conquista), y que vale la pena rescatar, puesto que en todas ellas aparece el genio de Lang por alguna parte.

Resulta curioso, que todavía hoy no se considere a Jacques Becker, uno de los grandes. Su filmografía fue corta pero intensa y en e lla habítan al menos cuatro obras maestras absolutas. París bajos fondos, supuso su consagración y que duda cabe, se trata de uno de los films más intensamente románticos que se han filmado jamás. Touchez pas au grisbi, es uno de los mejores films noir que conozco, en el que los personajes resultan cercanos y viven su trabajo con una tremenda cotidianedad, liderados con un Jean Gabin impagable. Montparnasse 19 resume los últimos días en la vida de Modigliani, con una pasión y un respeto en lo que se cuenta, que nunca antes se había visto en ningún biopic al uso. Por ultimo, La evasión se convirtió en su testamento cinematográfico, ni siquiera pudo verla estrenada. Pero por fortuna para cualquier amante del cine, dejó una de las más hermosas obras de arte que recuerdo. Se trata de un drama carcelario, similar en la descripción y minuciosidad a Bresson, pero va más allá en cuanto al sacrificio humano y compañerismo de una causa común, que culmina con uno de los planos más aterradores de la historia del cine. Sin duda alguna, una de mis películas favoritas.