Un héroe, que nunca se tuvo por tal, vio como el alcohol le vencía. La Segunda Guerra Mundial dejó muchas víctimas, muchas de ellas, como es el caso, años después de haberse terminado. La historia del descenso a los infiernos de un hombre bueno por hacerse amigo del mundo. "Lo prometo, lo prometo, prometo..." Qué triste.

Y, cómo no, en la coctelera no podía faltar un espacio para el mensaje progre: no usar animales en los circos porque no se les puede preguntar si quieren estar o no. (Pero, por lo visto, en la granja sí se pueden tener sin preguntarles.)

Había visto "Prisioneros" anteriormente, y te sientas a ver "Enemy" esperando ver algo del estilo (sin ver trailer ni leer sinopsis, sólo saber que es intriga, 'mistery', thriller).
La primera escena ya es perturbadora: ¿de qué va esto? -te preguntas.
El ritmo de la película es lento (incluso un puntito de más los primeros diez minutos), pero la fotografía, la banda sonora, la interpretación, los silencios... te van metiendo dentro del mundo de "Enemy".
Y entonces comienza el meollo: aparece un tipo idéntico al protagonista. Ya te ha pillado. ¿Qué va a pasar?
Y sigues viendo la película como si de un thriller convencional se tratase. Y la vas disfrutando, porque la intriga es alta. Te haces preguntas e intentas darles respuesta. Y cuando crees estar encontrando alguna explicación, cuando esperas que la solución está a punto de brindarse en bandeja, la bandeja de plata se destapa... y aparece ante ti ese final que quedará grabado en tu mente a fuego. Acabas de disfrutar un momento único que no podrás repetir.
Esa primera impresión de sorpresa mayúscula da paso a un torbellino de ideas que te dan vueltas en la cabeza, piezas de un puzzle que intentas resolver, poner orden en el caos. Y es aquí donde la película te vuelve a hacer disfrutar, mucho más.
Has estado leyendo poesía y no te habías dado cuenta de sus rimas. Habías disfrutado de las rimas y no habías descifrado el mensaje. Pero te has deleitado. Y querrás volver a leer esa poesía, para disfrutar su musicalidad, para descifrar su contenido.
Y cuando crees que sabes cómo colocar las piezas del puzzle, te sitúas delante de él para formarlo.
Te pones delante de una película de intriga que has visto hace poco, y sientes el gozo de no saber qué va a pasar.
Y vuelves a disfrutar con cada pieza, cada plano, cada diálogo... la fotografía te vuelve a sumergir, la música te vuelve a acompañar.
Y cuando la acabas de ver por segunda vez, sabes que podrás volver a disfrutar con ella, porque aunque creas haber formado una imagen del puzzle más o menos reconocible, sabes que tienes muchos vacíos por colocar.

¿Cuál fue mi impresión durante el segundo visionado? Que estaba dentro de la mente del protagonista, viviendo su drama. Un drama que contado desde fuera tendría carga dramática, pero no intriga. De ahí que diga que es intrigante por poesía, por la forma de contar la historia.

¿Mi explicación? Es un puzzle difícil, por eso el entretenimiento es mayor. La imagen que yo formo es:
NO hay dos personas. Es uno. Nos muestra su mente. El protagonista sufre algún tipo de enfermedad mental, Trastorno de Identidad Disociativo o algo por el estilo.
Era un profesor que hacía sus pinitos en cine. Le gustaban las rubias, varias. Iba a un club raro. Vivía en un pisito.
Se casa con Helen, que se queda embarazada. Se muda al nuevo piso.
Mary no acepta que se case y discute con él. Tienen el accidente. Él sufre daños, de ahí la cicatriz, quizás el trastorno.
Vemos cómo su mente revive los acontecimientos, esta vez, la segunda, como farsa.
Su "yo" de ahora y su "yo" de antes discuten para hacerse con el control. Su "yo" de antes le pide que le deje disfrutar de Mary, rememorarla, y desaparecerá de su vida para siempre. Él acepta. Su mujer, Helen, le pide a su "yo" presente que se quede con ella. Quiere hacerlo. Ve la nueva llave del club. Y su pasado se vuelve a hacer presente.
Ésta es la explicación que tengo, por el momento jaja. Si alguien quiere comentar algo que no dude en escribirme.

Dos escenas que me han resultado curiosas.
La escena en la que el sargento sale huyendo de una casa por la voces de una mujer. No sé si pretendía ser cómica, pero me ha hecho reír. El tío no se asusta de ninguna bomba pero los gritos de una mujer histérica no los aguanta. XD
La otra es al final de la película, cuando está en el supermercado y va a comprar cereales. Un pasillo entero de cereales. Decenas de opciones a elegir. Desierto contra abundancia. No dice nada, no juzga. Sólo muestra el contraste. Es llamativo. Y te mantiene la tensión, de otro tipo, alejado de las bombas y las balas.