El joven director ha logrado capturar, en cada uno de los soldados espartanos, el espíritu de lucha y patriotismo -que los carcteriza históricamente- que conmueve al verlos enfrentarse a los persas, bajo el mando de Leónidas, su rey; quien ha desafiado a las máximas autoridades sosteniendo sus ideales. Emocionan a la vez que enloquecen las imágenes eróticas entre el rey espartano y su amada reina.

Esperaba ver más sangre, mujeres bellas desnudas, algo más Tarantinezco, y en cambio, vi a ocurrentes Cohen, con un final feliz. Estoy desconcertada. ¿Será que Tarantino ya no quiere ser él mismo?