Al gran Alejandro Dumas padre, el autor de Los tres mosqueteros, lo acusaban de pasarse la Historia por el forro, de violarla. El respondía, sí, pero le hago bellas criaturas.
Talmente hace eso Raoul Walsh, otro grande en lo suyo, toma la Historia, la ignora, la modifica, la disfraza, hasta se burla de ella y nos brinda una obra redonda, una pieza maestra de aventuras, de amor, de humor, de respeto al sentido del deber y sí, también a los indios.
Lección de guión, de interpretación, de ritmo...de todo.
Hay escenas divertidas, otras te ponen la piel de gallina.
Olivia de Havilland hace el desmayo más emotivo de la historia del cine y Errol Flyn es un bribón simpático, decidido, responsable y valiente con un sentido del deber insuperable
Magistral.

"Españoladas" las llamaban, y metían en el mismo saco boodrios junto a obras maestras y otras muy apreciables como ésta.
Actores inmejorables, fenómenos que te hacían reír con sólo abrir la boca, gente que si fueran yankees tendrían la casa llena de Oscars.
Cierta moralina, sí, gracia, a patadas.
Puede verse también como un documento de la España de la época y como la pasión futbolera nos viene de lejos.
También te toca el lado sensible.

La historia de una obsesión que deriva en un sentimiento malsano que solo el amor puede curar.
La película es una búsqueda de alguien que ya no puede ser como era en un principio, y del afecto al odio solo hay unas ropas y unas plumas.
Aventuras de principio a fin, grandes paisajes, algo de humor y John Wayne, como siempre, como nunca.

El criminal asusta como pocos y el policía que quiere atraparlo es un amargado, y en el medio una niña inocente y ajena.
Sin embargo la película atrapa y fascina como los mejores thrillers que se han rodado.
La trama en torno a los dibujos y el gigante te ponen los pelos de punta.

Excelente recreación de unos hechos reales.Ambientación lograda y actores de primera entre los cuales el gran Sancho Gracia está inmenso, chulo, arrogante, presumido y vividor que se mete en un berenjenal del que no sabe salir, y claro, comer, rascar y matar, todo es empezar.
Para mí la mejor de una serie de episodios muy apreciables porque se desplegaron medios y talento delante y detrás de la cámara.