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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de Estudiocine
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Críticas 58
Críticas ordenadas por utilidad
8
30 de diciembre de 2019
24 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
EL BAZAR DE LA CARIDAD (Le Bazar de la Charité)
Serie/8 episodios (2019)
Dirección: Alexandre Laurent

“El Bazar de la Caridad” está inspirada en uno de los acontecimientos más dramáticos de los comienzos de la historia del cinematógrafo, aún en etapa experimental. El evento benéfico, situado sobre la calle Jean Goujon, en el corazón de París, concentraba a las damas de la aristocracia, que recaudaban fondos destinados a la caridad. La estructura del recinto era de madera, tapizada con telas y con decoración medieval. Entre los varios locales de venta se encontraban dos destinados a la presentación del cinematógrafo, un reciente invento que asombraba a todos. Las breves películas de los hermanos Lumière o de Georges Méliès, que se ven en el primer episodio de esta serie, significaron el comienzo del séptimo arte, con la revolucionaria idea de captar el movimiento en una pantalla.
El 4 de mayo de 1897, la combinación de éter y oxígeno comprimido que se usaba para encender la lámpara del proyector estalló, y en treinta minutos el fuego había arrasado con todo, llevándose cientos de víctimas. Una trampa mortal.
Una trampa mortal que un fanático de la historia del cine como Quentin Tarantino evocó en “Bastardos sin Gloria” (2009) en aquella escena del cigarro cayendo sobre el proyector, ocasionando el incendio de la sala donde se encontraba la plana mayor nazi.
Este acontecimiento histórico sirve de telón de fondo para el drama romántico de tres mujeres que cambiarán el curso de sus vidas definitivamente. Adrienne (Audrey Fleurot) que pretende liberarse de su inescrupuloso y violento esposo, Lenverpré, un burgués lleno de codicia y aspiraciones políticas; Alice (Camille Lou) hija del organizador del evento cinematográfico y prometida de Julien y finalmente Rose (Julie de Bona), criada, casada con un cochero,que planea llevarla a América en busca de un mejor porvenir para ambos.
Con una bellísima ambientación de la “Belle Époque”, tanto en secuencias de interiores, como planos exteriores, la historia avanza ensamblando un drama de época con un thriller, de ritmo atrapante, sin dejar de lado notas acerca de la desigualdad social del momento y la condición de la mujer a fines del siglo XIX. El exquisito diseño de vestuario y la banda sonora original completan la producción de esta serie románticamente entretenida.
Disponible en Netflix.
Estudiocine
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8
16 de diciembre de 2019
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
HUÉRFANOS DE BROOKLYN (Motherless Brooklyn) 2019
Dirección: Edward Norton

Basada en la novela “Motherless Brooklyn” de Jonathan Lethem, la película abre con diez vertiginosos minutos iniciales, donde Frank Minna (Bruce Willis) es asesinado, a pesar de los intentos de Lionel Essrog (Edward Norton) y Gilbert Coney (Ethan Suplee) de evitarlo. Frank era el jefe de una agencia de detectives, y una especie de padre sustituto para Lionel, huérfano desde los seis años.
Lionel, que padece Síndrome de Tourette, comienza a investigar el misterioso crimen. Las primeras pistas lo llevan a seguir a Laura Rose (Gugu Mbatha- Raw) una activista que, junto a Gabby Horowitz (Cherry Jones), brindan asistencia a los residentes afroamericanos. El nido de corrupción al que llega Lionel, está liderado por Moses Randolph (Alec Baldwin) un todopoderoso empresario de la construcción, que no vacila en desalojar barrios enteros de vecinos pobres de clase trabajadora, para construir parques, autopistas y puentes, con la complicidad del alcalde William Lieberman (Josh Pais), amedrentando a los residentes con cédulas de embargo y adquiriendo sus propiedades por la décima parte del valor real.
“Huérfanos de Brooklyn” es el segundo film dirigido y escrito por Edward Norton, después de “Divinas Tentaciones”(2000). Esta vez apostó a lo grande, pues trasladó la novela, que transcurre en la década del 80, a fines de los años 50, lo que sugiere una reconstrucción de época mucho más elaborada. Como protagonista, pone en pantalla una vez más su virtuosismo actoral, sin desmerecer al brillante desempeño del resto del reparto. La performance de Alec Baldwin, con “tips” y delirios muy “presidenciales” y la de Willem Dafoe, como su hermano, alienta sospechas.
La dirección de fotografía de Dick Pope recrea los matices precisos de ese universo neoyorquino tan nostálgico y heterogéneo y la banda sonora es de colección, sobre todo para los amantes del jazz, con temas de Daniel Pemberton en la trompeta de Michael K. Williams.
Todos logran, en conjunto, una película apasionada, con suspenso, romance y muy buena música, para disfrutar en pantalla grande.
Estudiocine
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9
28 de mayo de 2020
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
OFICIAL Y EL ESPÍA (J’Accuse) 2019
Dirección: Roman Polanski
Desde el año 2013, el director franco-polaco Roman Polanski, pergeñó el proyecto de llevar a la pantalla el episodio histórico conocido como el “Caso Dreyfus”.
A fines del siglo XIX, durante la Tercera República Francesa, el Capitán Alfred Dreyfus, fue acusado de haber entregado a los alemanes documentos secretos que implican alta traición a su patria. Dreyfus, de familia de origen judío, fue enjuiciado por un tribunal militar y condenado a prisión perpetua en la colonia penal de la Isla del Diablo, a pocos kilómetros de la Guayana francesa, en Sudamérica.
La victoria alemana en la Guerra Franco-Prusiana, terminó con el Imperio de Napoleón III, dejando a Francia debilitada y a la espera de otra ofensiva del temible Canciller germano Otto von Bismarck. En este caótico marco social y político ocurre, a partir de 1895, el caso Dreyfus.
Dejando atrás los datos estrictamente históricos, la película se ajusta a los hechos con minuciosidad y estilo casi didáctico, sin omitir detalle alguno del proceso de juicio,sentencia y condena de Dreyfus.
Con guión del propio Polanski, en colaboración con Robert Harris, el film abre con la lectura de la proclama de degradación pública del Capitán Dreyfus, interpretado por Louis Garrel, con los alaridos de la multitud, que, desde fuera del cuartel grita “ judío traidor”. El antisemitismo está presente en todas las sociedades europeas de aquella época.
Siguiendo una línea cronológica, con algunos flashbacks, para aclarar situaciones puntuales, la investigación cae en manos del Coronel Picquart (Jean Dujardin) quien sigue los rastros de las cartas rescatadas de un basurero, que comprometían a Dreyfus, descubriendo los errores del perito calígrafo que las había estudiado (Mathieu Amalric) y la falsificación de los oficiales. Sus investigaciones lo llevan a otro sospechoso, católico, de origen húngaro, pero la plana mayor del Ejército y el ministro se oponen a reconocer los errores de procedimiento. Sin embargo, Picquart es un hombre de honor y seguirá analizando las pruebas hasta las últimas consecuencias.
La dirección de fotografía de Pawel Edelman ilumina ambientes exteriores que recuerdan a las pinturas impresionistas de la época, con el sensual encanto de Emmanuelle Seigner, como la amante de Picquart, en una reconstrucción de época de las más perfectas que se han visto en cine de los últimos años. Las calles de París, el Louvre, el mobiliario, los manuscritos con sus encuadernaciones y el vestuario (Pascaline Chavanne) brindan una precisión académica a este drama histórico, con banda sonora de Alexandre Desplat.
El título original en francés “J’Accuse” (Yo acuso) se refiere al alegato que el escritor y novelista Émile Zola publicó en la prensa, acusando precisamente a la jerarquía militar y política, de la injusta condena de Dreyfus, dividiendo a la opinión pública a favor o en contra de tal afirmación.
El grotesco prejuicio contra los judíos fue uno de los ingredientes, que en el concierto mundial de naciones, llevó a las dos Guerras Mundiales en el siglo XX. Lamentablemente, a pesar de la acción de personas y organismos con muy buenas intenciones, la discriminación y la injusticia perduran en la actualidad y repasar la historia quizás nos ayude a construir una sociedad más ecuánime y fraternal.
Estudiocine
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9
24 de febrero de 2021
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Presentada en el Festival de Berlín 2020, “Never, Rarely, Sometimes, Always” fue galardonada con el Oso de Plata como premio del Jurado.
Narra la historia de una adolescente de 17 años, Autumn (Sidney Flanigan), muy silenciosa y triste, que pasa sus días entre la escuela y su trabajo como cajera en un supermercado. Autumn se da cuenta de que ha quedado embarazada, en circunstancias poco claras, y decide buscar ayuda para llevar adelante una práctica abortiva. En Pennsylvania, donde vive, necesita el consentimiento de sus padres, entonces decide viajar con su prima Skylar (Talia Ryder) a una clínica en New York. El viaje implica un tránsito a experiencias y decisiones maduras para su edad, contenida únicamente por la leal Skylar.
Sidney Flanigan interpreta a Autumn con gran realismo, en expresivos y conmovedores silencios, que transmiten su profunda tristeza y desamparo. La dirección de fotografía de Hélène Louvart, capta en prolongados primeros planos, todas las mínimas expresiones de su rostro adolescente. La secuencia en la que la asistente social de la clínica le pide que responda un formulario con las opciones que dan el título al film: “nunca, rara vez, a veces, siempre”, deja latente un desgarrador recuerdo de un abuso sexual que no se anima a admitir.
Sin duda, hasta ahora este es el mejor trabajo de Hittman, que pone el foco en la vulnerabilidad femenina en un entorno hostil y exigente, con supremacía masculina.
Género: Drama. Duración: 101 minutos. Disponible en Apple TV.
Estudiocine
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9
29 de diciembre de 2022
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tercer largometraje del director y guionista Ali Abbasi, nacido en Teherán hace 41 años, es un intenso thriller, basado en un acontecimiento policial real ocurrido hace 20 años. La película fue filmada en Jordania, que sustituye a Mashhad, una ciudad iraní de peregrinación islámica para adorar el santuario de Iman Reza, donde ocurrieron los hechos. Abbasi nos sorprendió en 2018 con “Border”, un film tan raro como extraordinario.

La película abre con la escena donde una mujer deja dormido a su hijo, mientras en una televisión, las imágenes de los atentados a las Torres Gemelas, nos ubican en el año 2001. Ella es una trabajadora sexual, con todos los peligros colaterales que acarrea su condición femenina y religión musulmana. Sin embargo se larga a la calle, convirtiéndose en la primera víctima que vemos en pantalla, de un asesino serial, Saeed (Mehdi Bajestani), apodado “Asesino de arañas”. Saeed es un trabajador de la construcción, veterano de la guerra Irán/Irak, que ha asumido la “misión” de limpiar las calles de prostitutas. Una y otra vez Saeed mata brutalmente y sin piedad, asfixiando a estas mujeres.
Rahimi (Zar Amir Ebrahimi) una periodista de Teherán, llega a Mashhad para cubrir el caso. Rahimi es un personaje de ficción que le permite al director presentar el hecho policial en una narrativa cinematográfica y a la vez desplegar los diferentes puntos de vista de la historia.
Cuando Rahimi llega a un hotel para hospedarse, no la quieren alojar por estar sola y con vestimenta liberal, hasta que Rahimi presenta sus credenciales de prensa. Una escena muy elocuente.

Sin adelantar la trama para no limitar el suspenso, Abbasi abre distintos puntos de vista. Buena parte de la opinión pública (si así puede llamarse en el marco de una sociedad teocrática) aclama, respalda y protege al asesino por su “cruzada moral”. También es evidente la desidia de las autoridades religiosas y la policía para capturar a Saeed, porque las víctimas eran adictas o promiscuas. Así fue como este homicida, casado y padre de dos hijos, que mantenía una doble vida, eliminó a 16 mujeres entre 2000 y 2001, afirmando que tenía a Alá de su lado.
La escena en la que el policía le invita un cigarrillo a Rahimi, para después ofenderla y acosarla por “fumar con cualquiera”, es estremecedora.

El trabajo de imagen y sonido del equipo del director recrea el ambiente de las noches de Mashhad, con luces de neón y oscuridad profunda, por el director de fotografía Nadim Carlsen, con escalofriantes primeros planos y la electrizante partitura del compositor danés Martin Dirkov.
La actriz franco-iraní Zar Amir Ebrahimi en el personaje de Rahimi define un arco dramático convincente, combinando firmeza, valentía y sobresalto, con su bellísimo rostro y voz dulce (Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes).
Si pensamos en la detención que efectuó la policía moral de Teherán, de la joven Mahsa Amini hace solamente unos meses, porque su pañuelo en la cabeza no estaba bien ajustado, y su posterior muerte, mientras estaba en custodia, el testimonio de misoginia que brinda “Holy Spider” de la sociedad iraní, resulta muy valioso.
“Holy Spider” representa a Dinamarca en la próxima entrega de los Oscar, en la categoría de Mejor Película Internacional.
Género: Drama/Thriller. Duración: 1 hora 56 minutos. Disponible en MUBI
Hebe Girardo
29/12/2022
Estudiocine
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