Las expectativas para esta temporada de AHS estaban altas, pintaba sensual y terrorífica. Nunca había pensado un Hotel como algo terrorífico hasta que Lady Gaga nos dijo a través de un vídeo el título de las quinta temporada. Los adelantos fueron de mejor en mejor, aumentando el hype de todos hasta niveles estratosféricos, así que no me extraña que nos hayamos dado una hostia bastante interesante.
Ryan Murphy ha recuperado en esta temporada la oscuridad que perdió en Asylum, pero no ha sabido utilizarla como debía y no ha llevado una trama bien estructurada y definida, por lo que ha quedado llena de altibajos: partes impresionantes, casi terroríficas, y partes realmente aburridas.
Lo mejor de la temporada son los personajes y los actores que los representan. Resaltar el papelón de Denis O'hare como Liz Taylor y Sarah Paulson en el personaje más complicado en su paso por esta serie que ha sabido llevar de manera creíble, llegando a ser echada de menos en capítulos en los que no aparece. Por otro lado, Evan Peters hace de un despiadado asesino con un acento del que se podrían haber olvidado, Kathy de una Iris estable y al nivel de la veterana actriz, y Fynn Wittrock vuelve para hacer dos personajes, no a la altura de Dandy, pero que defiende de maravilla, lo mismo ocurre con una Angela Basset que vimos más a gusto otras temporadas. Por supuesto, todos están al mando de Elisabeth, la Condesa, representada por una sorprendente Lady Gaga que hace un papel (no sé si a la altura de los de Jessica Lange, no me gusta compararlas), que considero el mejor de Hotel y bastante aplaudible siendo la primera actuación de la cantante-actriz. Pasamos de ver a una persona sin corazón a ver un ser débil y lleno de dolor y odio, un cambio bien llevado por la (antes) tan extravagante cantante. Llegas a odiarla y, pese a quien le pese, eso dignifica que lo ha hecho muy bien. Lo siento, Di Caprio.
Ahora bien, vamos con lo malo: el detective. No negaré que Wes Bentley hace muy bien su trabajo, pero su personaje trae una trama aburrida y sosa, esperable desde el minuto 1 y que podrían haber utilizado explotando otro ámbito. Lo mismo ocurre con Chloe Sevigny, que se registra en el Hotel para abrir puertas que podrían haber sido interesantes, pero que no llegan a ningún sitio.
Y así llegamos al gran problema de esta temporada, que han querido tocar todos los palos, abrir muchísimas puertas, y eso es algo que en una temporada de 12 capítulos no puedes hacer. Cuando han llegado al capítulo 10 han visto que tenían demasiado arrastrando y solo les quedaban dos capítulos de temporada. Así que tratan de cortar por lo sano, recuperando tramas que han quedado varios capítulos atrás y dejando la esencia y la fuerza de estas reducidas a 3 tristes e innecesarios minutos.
El final, sin spoilers ni mucha indagación, es más de lo mismo que otras temporadas. Nada demasiado sorprendente.
De esta manera, una serie que apuntaba a tener la fuerza artística y estilística de Lady Gaga ha llegado a acercarse en puntos a la absurdez de Ylennia. Merece la pena, por supuesto que la merece, pero por el ejército de artistas que la defienden y el estilo que nos han querido traer de vuelta, pero no esperes una trama coherente y bien estructurada, porque te sentirás bastante decepcionado.

Creo que no supe cuán nervioso estaba por el estreno de esta película hasta que no me vi sentado en la sala del cine, y fue entonces cuando me di cuenta de que la sola presencia del Joker en una película me imponía demasiado, por el carisma del personaje, el que para mi es el mejor villano de todos los tiempos. Craso error. Pero ya hablaremos del Joker un poco más adelante, porque esta vez no estaba solo, le acompañaba todo un escuadrón de malos malísimos y eso, personalmente, me encanta. Aun así, no esperaba nada de esta película y es por eso que puedo decir que me ha gustado, especialmente la banda sonora, completamente adecuada, entrando en el instante preciso e incluso arrancándote ganas de cantar. Música mamarracha, divertida y con toques irónicos y sarcásticos. Pero la película de Ayer tiene grandes lagunas (casi mares) que debemos comentar:
La historia de Escuadrón Suicida, de principio a fin, no destaca. Tiene un gran comienzo, un nudo interesante y un desenlace tan decepcionante como el de Maléfica. Desde las sagas de Tim Burton y Christopher Nolan han cambiado mucho las cosas en la industria del cine de superheroes. Tras el gran éxito de Los Vengadores, Marvel ha decidido aprovechar el impulso de este target sacrificando buenas tramas para llenar sus doscientas películas de acción innecesaria, explosiones, persecuciones y luchas de una sola persona contra un ejercito, etc, etc. y, por todo eso de ver quien la tiene más grande, DC no se ha quedado atrás, lo demostró con ese desastre que llamaron Batman v. Superman y lo ha vuelto a demostrar con Escuadrón Suicida. El problema está en que cuando sacrificas demasiada trama, al final te quedas con puñetazos y patadas encadenados sin sentido.
Los personajes de Cara Delevingne (Encantadora) y Viola Davis (Amanda Waller) destacan por encima de los demás, quizá por ser más malvados, una cualidad que a los demás les queda bastante floja para tratarse de un ejercito de supervillanos. Margot Robbie (Harley) está impresionante (en todos los sentidos), es la protagonista absoluta de la película y se lo merece, la verdad, por aguantar al semejante Joker que le ha tocado. Y el resto es que no hace falta comentarlos porque ninguno me dice nada. Me sobra Will Smith por todos los lados, porque es Will Smith haciendo de Will Smith, siendo el heroe, el machito, y los otros tres del escuadrón casi se me han olvidado de lo poco que importan.
El Joker sale a escena y Jared Leto me deja impresionado por lo bien que defiende un personaje de mierda. Culpo a los guionistas de haber comercializado hasta el extremo al príncipe payaso del crimen, por haberle vuelto un moñas enamorado y un gangster serio y aburrido. Aburrido. El Joker. Y es por eso por lo que Harley brilla, porque han copiado y pegado en ella la personalidad del Joker y a él le han despojado de su gracia, de su estilo, y le han transformado en un Don Juan Tenorio. Gracias, Leto, por atreverte a defenderlo tan bien sabiendo la de críticas injustas que te van a caer por su culpa, porque yo les hubiese lanzado el guión a la cara.
Además, tengo un problema con Ben Affleck y es su incansable intento de ser Batman. No vales, lo siento, lo has intentado y ha salido mal, déjalo estar, pasa pagina. Pero no, él se apunta a Escuadrón Suicida y decide hacerse un Juan Palomo y dirigir y protagonizar una película solista de Batman en la que, al menos, esperemos que Leto tenga la oportunidad de brillar como se merece, porque si no va a ser un somnífero de dos horas con patadas y puños. Al ritmo que vamos...
Aun con todo, la película me ha entretenido, tiene gracia, un estilo propio y maneja (algunos) personajes curiosos e interesantes de ver en equipo. Veremos ahora como continúa DC. Peor que la del murciélago y el fortachón tampoco puede ser, ¿verdad?