No es ningún disparate decir que Jake Gyllenhaal es uno de los mejores actores del panorama cinematográfico estadounidense actual. Ver su nombre en el elenco actoral de una película siempre es plato de buen gusto para el espectador, y la verdad es que "Culpable" está pensada por y para él: toda la historia se narra a través del protagonista en un único escenario, sin más imagen que sus propias expresiones faciales y con un solo punto de acción basado en las interacciones telefónicas.

Sin embargo, la actuación de Gyllenhaal es lo más destacable en un remake modestamente dirigido por Antoine Fuqua, que deja de lado en "Culpable" su género cinematográfico por excelencia, la acción. El reto que afrontaba no era fácil, ya que apostar por películas remake siempre es arriesgado ante las críticas, y más cuando se trata de una cinta que se desarrolla en un cubículo de oficina con tan pocos personajes visibles. Por ello, todo el potencial del filme ha de consistir en un guion impetuoso y dinámico para no resultar aburrido, y es aquí donde encontramos los defectos más llamativos de "Culpable".

Lo mejor: La actuación de Jake Gyllenhaal.

Lo peor: Algunos tramos de la cinta más pesados y tediosos.

Aceptable producción que gana puntos gracias a la poderosa participación de Jake Gyllenhaal.

Mi predilección por Héroes del Silencio es evidente solo con ver la nota que le he puesto al documental. Un documental tan necesario para los seguidores de HDS y, ahora, Enrique Bunbury en solitario, como colosal en cuanto a la hemeroteca, inédita hasta el momento. Archivos audiovisuales, fotografías y recortes periodísticos tremendamente interesantes que ligan a la perfección con cada una de las intervenciones de los artistas, algunas de ellas de lo más curiosas.

"Héroes: Silencio y Rock & Roll" es salvaje, sin trapos en la lengua para decir las cosas como son y como fueron; emocional, dramática e incluso cómica. Es una mirada al pasado para contar los altibajos de una de las mejores bandas musicales formadas en España. Es un relato excepcional sobre la cultura rock ochentera, tan accidentada como reveladora. Es la esencia de los Rolling Stones maños y es, en cierto grado, un documental imprescindible para la historia musical española.

Sirva esta crítica como un modesto homenaje a su trabajo.

Gracias, HDS. Simplemente, gracias.

Sinceramente, conforme avanzaba la trama tenía más claro el 5 que le iba a endosar, pero el final me hizo cambiar de opinión para ponerle un 6. Un final que huye de los convencionalismos y que reivindica la capacidad del género thriller para dejarte un buen sabor de boca, o al menos diferente, una vez se ha visto el desenlace. Si bien la presentación de los personajes y el nudo de la película no emocionan y, en general, son bastante mediocres en muchos aspectos, todo está dignamente corregido por el final, tan sorprendente como dramático, a excepción de las conversaciones entre personajes, muy flojas durante todo el filme.

Otro punto a destacar es el del escenario en el que se desarrolla la historia de "Punto Rojo". Basta un gélido entorno repleto de nieve y una fotografía bien aprovechada para dar una lección a ese cine estrambótico que tanto se está poniendo de moda ahora. No vaya a ser que nos acostumbremos...

Lo mejor: El final.

Lo peor: Las conversaciones entre personajes.

Muchos verán esta película como una más del montón, y no estarán del todo equivocados, pero yo creo que ese final desligado del cine comercial y la osadía del propio director merecen algo más.

"Oxígeno" es una de esas cintas de ciencia ficción que, inicialmente, proponen un planteamiento del que no cabe esperar nada más que aburrimiento. Las premisas del guion son escuetas y poco transgresoras en prácticamente todos los aspectos argumentativos del filme, pero solo durante la primera media hora. Tras aproximadamente 30 minutos de película, la historia comienza a despegar, y lo hace con buen criterio. Es a partir de ahí cuando el espectador comienza a experimentar cierto estado de tensión, logrado a través de la empatía con la protagonista.

Sin embargo, hay algunos elementos en la trama que se escabullen del alcance expeditivo del espectador, principalmente en lo relativo a las acciones que realiza el programa de inteligencia artificial (Milo). Esto se traduce en una pérdida de credibilidad técnica, independientemente de que trate de exponer aspectos futuristas bastante ingenuos, y hace que uno se vea algo manipulado tanto por los deseos de la protagonista como por la capacidad de la IA para ejecutar tareas.

Lo mejor: El desarrollo de la trama.

Lo peor: El inicio del filme.

Interesante, y ya van siendo varias películas en las que Alexandre Aja no decepciona...

Me cuesta asumir que los buenos actores/trices son seres mortales que envejecen al igual que lo hace todo el mundo. Mi locuaz inconsciencia me hacía pensar que iba a ver a un Ralph Fiennes desatado y dejando patente su polivalencia como actor, desde su faceta del más indigno de todos los villanos (Amon Göth en "La Lista de Schindler") hasta su cara más romántica (Conde László Almásy en "El Paciente Inglés"). Pero no. Sus 58 años dejan entrever una madurez artística propia de un actor que no necesita desgañitarse para lograr una imponente presencia ante cualquier escenario. Simplemente brutal, al igual que una soberbia Carey Mulligan, cuyo papel presenta más altibajos emocionales.

Bien es cierto que solo con las actuaciones es difícil salvar una película, aunque, en este caso, se ven bien acompasadas gracias a un estilo narrativo bastante logrado que se sustenta fundamentalmente sobre una fotografía muy interesante.

En cuanto a la trama en sí misma, la película engloba una serie de historias profundamente dramáticas en torno a una excavación en la que todos los personajes se ven involucrados. Bajo un escenario previo al caos de la guerra, el ambiente se colma de sensibilidad con la afloración de cada una de esas historias, algunas con muchas virtudes y otras con muchos defectos, pero todas ellas sin desafiar nada que pretenda sorprender al espectador. En este aspecto y dadas sus semejanzas con cualquier otro drama superfluo, "La Excavación" se convierte en un producto tan fácil de digerir como de olvidar.

Lo mejor: Ralph Fiennes y Carey Mulligan.

Lo peor: La redundancia de algunos sucesos dramáticos.

Merece la pena ver "La Excavación" solo para disfrutar de la veteranía de Ralph Fiennes y la buena actuación de Carey Mulligan, sobre todo si eres de los que rechazan las sobreactuaciones cuando no convienen y en historias con poca chicha.