Mentiras y gordas: dícese de la basura comercial protagonizada por los guapitos y guapitas que están de moda en la pequeña pantalla.
Un día me aburría y decidí verla. Maldigo ese día.

Sin lugar a dudas una historia preciosa, en todos los sentidos. La he visto demasiadas veces, y nunca me voy a cansar de recomendarla. Quiero destacar tanto la banda sonora como la estética, donde el color verde juega un papel muy importante, y a la vez bonito.

Lo que más me llamó la atención de esta genial película es cómo se va desarrollando cada personaje a lo largo de las distintas épocas en las que transcurre esta historia. Es como si hubieran plasmado la realidad en la pantalla de una manera asombrosa, cosa que no había visto antes en ninguna otra película.
Quiero destacar el personaje de Matteo Carati, al cual le cogí un inmenso cariño desde el principio, y que nos demuestra que cada persona debe hacer lo que realmente desea, para así poder conseguir la felicidad.

No voy a negar que me he reído viendo esta ''película''. No obstante, me siguen pareciendo una panda de anormales, y pienso que deberían gastar su tiempo en algo más interesante que en destrozarse su salud.
Pero, vamos, que si un día te aburres en tu casa y te apetece ver algo que no te aporte nada en ningún sentido, esta es una buena opción.

Esta película me ha marcado, y me parece una auténtica obra maestra. Ya no sé ni cuántas veces la he visto, pero lo que es seguro es que no me canso de admirar cada escena.
Me parece increíble todo: los personajes, el ingenio de sus diálogos, las situaciones que viven...
Sin lugar a dudas, el mejor trabajo de Tarantino.