Hace falta ser un desalmado para que no te guste Calimero. Una tierna historia de un pobre polluelo que busca su sitio en el mundo. Son de esos dibujos animados que educan a los niños así que si sois padres no os lo penséis. Enseña a los niños que no deben acomplejarse poe ser diferentes ni discriminar a otras personas por la misma razón. ¿A quién podría no gustarle?

Película altamente recomendable aunque solo sea por sus paisajes y su banda sonora pero "los últimos días del edén" es mucho más que eso. Un guión fuerte que no sufre altibajos y unos personajes de fuerte carácter además de una entretenida trama hacen que la película sea bastante entretenida. Destacable también la crítica que se hace de la deforestación de los bosques vírgenes y de los intereses capitalistas de nuestra sociedad.

Está bien hacer una oda al estilo de vida hippie y una denuncia a los corsés de la sociedad. Tampoco está mal intentar hacer una alegoría onírica del consumo de drogas; pero estaría mejor hacerlo de una manera que resulte menos confusa para el espectador que en ciertos momentos de la película se queda con cara de tonto. Como consejo os diré que disfrutéis de la música y de los paisajes de carretera que son lo mejor de la película.

Sin meternos en lo oportuno o no de meter toques de "humor" en una película de "acción", cada vez se echan más de menos esas películas de este género sin que haya una fantasmada por escena o sin tantos retoques digitales. Lo mejor de la película ha sido después de haber visto al menos 20 fantasmadas que a mi padre le haya sorprendido que soldaran un barco acabado con remaches... cosas de la edad...

Buena alegoría de la actual sociedad capitalista en la que mientras unos pocos nadan en dinero, muchos mueren de hambre. Sin embargo no pude quedarme sin la sensación de estar viendo una película para adolescentes, con gente guapa, actores mediocres y un insistente intento de explicar constantemente en el film el mecanismo del tiempo que me hizo sentir como si el director creyese que los espectadores no fuesen capaces de entenderlo. A modo personal he de decir que si llego a escucha la palabra tiempo una vez más hubiese perdido la cordura, cada diez palabras se hace una referencia temporal. En resumen, para una tarde de domingo y sofá con palomitas no está mal, pero está muy por debajo de sus posibilidades.