Partiendo de la base de que La Sirenita es la película de mi infancia (y de los de la mayoría de mi generación), trataré de ser lo más objetivo posible en esta crítica.

Desde luego, la mayor virtud con la que cuenta este film es su impresionante banda sonora. Aquí Menken se salió; todas y cada una de las canciones son maravillosas, cada una en su estilo, pero mi favorita es Part of your world. No es menos el score, que en algunos momentos pone el vello de punta (véase los títulos de crédito y la escena en la playa). Todos los números musicales están perfectamente insertados en una trama con un guión con un ritmo ameno, medido y sin pretensiones. La Sirenita es la típica película cuyo enorme éxito no se espera, sino que está hecha con el corazón, causa de que luego fuera sobre ruedas. La historia está protagonizada por personajes que, a estas alturas sería incapaz de valorar, ya que son casi de la familia, y es que... conozco mejor la cara de Ariel que la de mi propia madre. Si bien los efectos bajo el agua y algunos movimientos como los del pelo de Ariel están muy logrados, hay que reconocer que la animación no es de las mejores, ya que se queda a medio camino entre la perfección técnica de los clásicos antiguos, y la depuración digital de otros posteriores como La Bella & la Bestia, El Rey León o Tarzán. Las caras de los personajes se salen de modelo una y otra vez, sobre todo la de la propia sirenita, sí, pero así es exactamente como la recordamos y la queremos.

Esta película, menospreciada en su día por considerarse una secuela no oficial del clásico de 1937, formaba parte de un proyecto de Filmation para realizar segundas partes de los clásicos Disney más recordados. Sin bien no es ninguna obra maestra, supera con creces la calidad de las secuelas que la propia Disney nos ha estado ofreciendo durante la última década.
Partiendo de una idea simplísima, tenemos un largometraje animado que poco o nada tiene que ver con el clásico ''Blancanieves & los 7 enanitos'' e incluso que, por momentos, se torna algo oscuro. No se han comido mucho el coco a la hora de crear algunos personajes, sustituyendo a los siete enanos por siete duendecillas (primas de éstos) o a la reina malvada por su hermano, Lord Maliss. Sin embargo, y a partir de esa idea, los de Filmation elaboraron un argumento totalmente original y entretenido, desarrollando otro concepto en torno a esta heroína, diferente al que Walt Disney nos presentó hace setenta años. Así pues, podremos ver a Blancanieves corriendo, siendo arrastrada por una corriente de barro e incluso dando algún que otro tortazo.
En cuanto a los personajes; la personalidades de las duendecillas beben directamente de los enanitos de Disney. Luego tenemos a la princesa, casta y pura aunque más espavilada, y el príncipe azul de turno, con algo más de protagonismo esta vez (cosa que se agradece). Los diseños de los secundarios son tipo ''cartoon'', el de los protagonistas está más en la línea Disney, especialmente bonito el de Blancanieves.
La animación no tiene mucho más nivel que las teleseries de dibujos animados de la época, los fondos están poco trabajados y los colores son muy planos, aunque debemos tener en cuenta que fue realizada hace veinte años por una productora que no tenía tantos medios como la Disney. Tiene cuatro canciones horrorosas, eso sí, y el score no es gran cosa.
Le doy un siete por su argumento, entretenido y original, por algunos de sus diseños y por haberme hecho pasar tan buenos ratos de niño.

Guardo especial cariño hacia esta cinta porque fue una de las que marcó mi infancia, por ello Intentaré dar mi opinión lo más objetivamente posible.

La cinta tiene un planteamiento muy atractivo y original; la leyenda de un unicornio que transmite la felicidad a todo aquel que lo toca, pero que no puede permanecer en el mismo lugar durante mucho tiempo. La razón es que los dioses, ofendidos con las labores de Unico, lo localizan cada vez que se da un caso de felicidad descontrolada. Desde luego el director debe ser un ateo de narices, porque deja a la religión a la altura del betún. Pero bueno, siguiendo con la crítica, esta idea original no está del todo bien desarrollada. Es una película muy irregular; está dividida en tres partes y toda la acción se acumula en la tercera. Las dos primeras partes, pese a ser necesarias para explicar los lazos entre los protagonistas, no tendrían que haberse alargado tanto, pero también es verdad que ofrecen momentos emotivos y espectaculares (transformación de Unico, el recate, etc). Los personajes son muy entrañables todos, y se hacen querer, pero el diseño de Unico es un poco cutre (aunque cuando se transforma es espectacular). Las voces de doblaje no me parecen a mí muy profesionales, algunas son la mar de irritantes, pero yo estoy acostumbrado a ellas de toda la vida. La animación no es nada del otro mundo, sobre todo teniendo en cuenta que los japos, ya de por sí, no le dan mucha importancia al apartado artístico, y que la peli tiene casi treinta años, pero cumple su función perfectamente y los decorados (bosques, etc.) son muy vistosos. La BSO es otro de los puntos fuertes, tiene partes verdaderamente preciosas, como los títulos de crédito. También hay un par de canciones repartidas a lo largo del metraje, en japonés (sin doblar), que merecen la pena. El final es agridulce (cosa que se agradece) y muy, muy emotivo. Lo mejor de la peli, sin duda.