Muchos pueden pensar que es un estafador, pero después de ver este documental demuestra que es auténtica pasión lo que él siente.
Creo que una crítica metiéndose con el como cocinero quiere decir que no se han visto todo el documental. No podemos denominar a Adrià como cocinero, se trata de un artista. No hace cocina rica y apetitosa (y con fundamento), prepara auténticas obras de arte para la vista, tacto, olfato e incluso oído, y por supuesto para el gusto. No se trata de cocina, se trata de "otra cosa" y eso es lo que le hace único.
Y sobre la parte técnica, es una maravilla. Felicidades a TVE por un trabajo excelente, un montaje espectacular. El como se van abriendo un nuevo camino que antes no existía con una delicadeza y un gusto por la estética, visual y musical, inmejorable. Uno de los mejores documentales que jamá he visto.