Calificarla como mala película no necesariamente significa que le esté negando su importancia en la historia del cine, simplemente considero que las innovaciones que introdujo a nivel técnico, así como su trascendencia en la creación de todo un lenguaje cinematográfico y del cine como industria, no son méritos suficientes para obviar su negativa carga ideológica centrada en el racismo que tanto retraso y horror ha causado a la especie humana. Y si bien hay críticos que argumentan que en su conjunto debe ser analizada con cuidado para no calificarla únicamente como una película racista, no debemos olvidar que en su momento intensificó el odio interracial en los EEUU y que aún en nuestros tiempos - como apunta una crítica anterior - es alabada por personas descerebradas que aún creen en la superioridad de una raza sobre la otra.

Mención aparte merece la hazaña que significa verla... Más de tres horas de cine mudo, en blanco y negro y por si fuera poco... Drama.

Antes de valorar esta película, es necesario destacar que en Guatemala la industría cinematográfica aún se encuentra en una etapa embrionaria y la formación de nuevos talentos, se ve constantemente truncada por la falta de una política gubernamental que procure el desarrollo de su industria cinematográfica.

En medio de ese desolador panorama para los realizadores guatemaltecos, es filmada "Gasolina" casi de una manera artesanal y contando con un reparto de actores improvisados y por supuesto, con amplias carencias económicas que limitaron los resultados finales de esta película que fue galardonada con el premio "cine en construcción" del Festival Internacional de Cine de San Sebastian del año 2007 y la cual, más allá de sus aciertos y desaciertos, deja en evidencia una gran mejoría en la forma de hacer cine en Guatemala, sobre todo, en aspectos técnicos como el manejo de cámara, la fotografía, el montaje, etc.

Esta película pretende, a través de la narración de una historia que acontece en un pueblo devastado y olvidado de Brasil, tejer una crítica social respecto a la pérdida de valores morales, la explotación sexual, y las marcadas diferencias entre los diversos estratos sociales de una sociedad típicamente rural. Sin embargo, las buenas intenciones de su director, rápidamente quedan enterradas bajo los escombros de un guión inconsistente, superficial y fácilmente previsible, una mala construcción de los personajes y escenas de contenido erótico que no aportan absolutamente nada al desarrollo de la trama.

Si le quitamos a esta película las abundantes escenas de sexo explícito, el resultado sería un guión lleno de clichés que rayan la cursilería más corriente. Si le quitamos el guión, obtendríamos una película pornográfica intrascendente. Si nos olividamos que en los créditos figura una persona responsable de la dirección, All About Anna no sería más que un video casero y al dejar todo junto, el único resultado posible es una mala película que en el mejor de los casos, funcionaría con más éxito como telenovela.

Al finalizar de ver esta película, me quedó la sensación que sus productores recurrieron al viejo truco de generar polémica para generar público y de mostrarnos a una hermosa cubana desnuda, para centrar la atención en ella y no en la típica y malograda historia de corrupción sobre la cual se basa este mal intento de película con trasfondo crítico.

Si bien es cierto, Guatemala carece de material humano en el campo de la actuación cinematográfica, la casa de enfrente lo deja en mayor evidencia, al no salvarse ninguno de los actores que intervienen en ella, de caer en la sobreactuación de los papeles que interpretan.